El régimen chino sigue reclamando a Taiwán como parte de su territorio, aunque la isla es completamente autónoma, con su propio gobierno, moneda y ejército democráticamente establecidos. Sin embargo, Beijing sigue utilizando su influencia para presionar a las organizaciones y gobiernos y esta vez arremetió contra Brasil, enviando una carta a la Cámara de Diputados para que no se comunicaran ni felicitaran a la presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, que asumió el cargo para su segundo mandato el 20 de mayo.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, fue reelegida en enero de 2020 para un segundo mandato presidencial de cuatro años por el Partido Demócrata Progresista y tomó posesión de su cargo el miércoles.
El 26 de mayo el hashtag #VivaTaiwán se convirtió en el top trending mundial, el tema más hablado en la plataforma.
El diputado nacional Paulo Eduardo Martins (PSC-PR), compartió una carta de la embajada de la República Popular China publicada el 13 de mayo, en la que se recomienda guardar silencio sobre la toma de posesión de la presidenta reelegida de Taiwán, Tsai Ing-Wen. La publicación desencadenó una avalancha de manifestaciones del pueblo brasilero.
Em carta, a embaixada da ditadura chinesa recomendou o silêncio dos parlamentares brasileiros em relação à posse da presidente de Taiwan. Uma afronta. Diz que não podemos nem felicitar a presidente. Portanto, mesmo com atraso, felicito a presidente Tsai Ing-wen pela posse. pic.twitter.com/fV6TikQ2IG
— Paulo Eduardo Martins (@PauloMartins10) May 25, 2020
Al finalizar el martes, la presidente Tsai respondió a los saludos con un hashtag #VivaBrazil diciendo «Gracias a todos nuestros amigos de Brasil por sus afectuosas felicitaciones, y espero que todos estén sanos y salvos. #VivaTaiwan«.
Global Times, prensa estatal del Partido Comunista Chino, publicó una nota cuestionando la autenticidad del documento y reiterando el «Principio de una sola China» como base de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones desde 1974.
La República Popular China no reconoce a Taiwán como país independiente y declara abiertamente su intención de obstaculizar su participación en la comunidad internacional para gobernar la isla desde Beijing.
El evento se produce en un momento de creciente tensión en las relaciones chino-brasileñas, cinco días después de que el congresista Luiz Philippe de Orleans e Bragança (PSL-SP), presentara una moción para repudiar la omisión del gobierno chino sobre la pandemia mundial COVID-19, en la que hizo hincapié: «En este sentido, presentamos esta moción para repudiar la posición del gobierno chino, por no haber actuado con transparencia cuando se enteró del nuevo virus que circulaba en su territorio, y por no haber divulgado correctamente los datos y la información sobre la gravedad de la nueva pandemia de coronavirus (COVID-19)».
La moción, que también lleva las firmas de los congresistas, Bia Kicis, Filipe Barros, Carlos Jordy y Alê Silva, pide una postura crítica y firme del parlamento brasileño sobre la gestión del régimen chino en la fase inicial de la pandemia en el país: «Información reciente reveló que el gobierno chino estaba al tanto de la existencia del nuevo virus que causa el síndrome respiratorio agudo grave por lo menos dos meses antes de que se publicaran los datos oficiales y que habría ocultado la información a otros Estados».
En marzo, el diputado nacional Eduardo Bolsonaro (PSL-SP), había desatado la furia del régimen chino por hacer un comentario satírico comparando su gestión de la crisis epidemiológica con el desastre nuclear de Chernóbil, en la ya extinta Unión Soviética, y recibió varias críticas y amenazas de la embajada china en Brasil a través de Twitter y por parte del embajador chino en Brasil, Yang Wanming. El embajador dijo en Twitter que la posición del diputado perjudicaría las relaciones amistosas entre Brasil y China y que tendría que asumir todas las consecuencias. La embajada china en Brasil dijo que «los que insisten en atacar y humillar al pueblo chino siempre terminan disparándose en el pie«.
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La culpa es de China y la libertad de sería la solución, respondió Eduardo Bolsonaro a un hilo de Twitter que argumentaba que «la culpa de la pandemia del coronavirus en el mundo tiene nombre y apellido: es del Partido Comunista Chino.
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