Hackers de la China comunista mantuvieron un acceso persistente a sistemas estadounidenses y aliados durante varios años, según ha declarado un funcionario de la Administración Biden.
La campaña cibernética parece formar parte de un esfuerzo más amplio del Partido Comunista Chino (PCCh) para preparar ataques contra infraestructuras críticas, según Israel Soong, director de Política Cibernética para Asia Oriental y el Pacífico del Consejo de Seguridad Nacional.
En caso de conflicto, China pretende utilizar su acceso cibernético para «paralizar» los sistemas críticos, incluidas las redes eléctricas y las plataformas de comunicaciones, dijo Soong durante un discurso pronunciado el 16 de julio en el Instituto Hudson, un think tank conservador.
Los comentarios de Soong parecían hacer referencia a una cibercampaña maliciosa reconocida por la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA, por sus siglas en inglés) en febrero. Una declaración de la CISA en ese momento decía que los hackers respaldados por el PCCh estaban «tratando de posicionarse previamente en las redes de TI para ciberataques disruptivos o destructivos contra la infraestructura crítica de EE. UU.».
Los líderes de inteligencia dijeron al Congreso en febrero que la intrusión se detectó en diciembre de 2023 y el malware se eliminó de 600 sistemas gubernamentales, pero que la amenaza persistía en muchos sistemas de infraestructura, que están a cargo de empresas privadas.
El Sr. Soong dijo que muchos no sabían que esfuerzos similares se habían dirigido a numerosas naciones de todo el mundo.
«Lo que es público pero es menos conocido es que la República Popular China ha estado haciendo la misma proposición a muchos otros países de todo el mundo, incluidos algunos que son nuestros aliados», dijo el Sr. Soong, utilizando el acrónimo de la República Popular China.
El Sr. Soong dijo que el régimen chino podría «mantener persistente y agresivamente este acceso cibernético durante años y años».
Añadió que el PCCh invirtió fuertemente en capacidades cibernéticas porque había desarrollado una estrategia nacional para «dominar activa e intencionalmente estas áreas de manera estratégica».
«Beijing considera que la tecnología cibernética y emergente es fundamental para la estrategia de remodelar el orden internacional liderado por Estados Unidos para que sea más favorable a las prioridades del Partido Comunista Chino», dijo.
El Sr. Soong añadió que, aunque los esfuerzos del PCCh por prepararse para el sabotaje de infraestructuras críticas eran alarmantes, era poco probable que se aprovecharan en ausencia de un conflicto importante entre China y Estados Unidos. Ello se debe a que un ataque contra infraestructuras estadounidenses que causara víctimas estadounidenses se consideraría un ataque directo, dijo.
Los comentarios siguen a varios informes de agencias de inteligencia holandesas a principios de este año, que descubrieron que hackers chinos respaldados por el Estado habían comprometido más de 20,000 sistemas en docenas de gobiernos occidentales, organizaciones internacionales y un gran número de empresas de la industria de defensa.
Esa campaña, denominada COATHANGER, permitió a los hackers en China conseguir «acceso permanente» a sistemas vitales, según una declaración holandesa. Además, la inteligencia holandesa confirmó el mes pasado que «es probable que el actor estatal siga teniendo acceso a los sistemas de un número significativo de víctimas en este momento». Así pues, los hackers siguen manteniendo su acceso ilícito a organismos gubernamentales clave de Occidente.
Actualmente no está claro si COATHANGER fue diseñado con fines puramente de espionaje o si forma parte de un esfuerzo más amplio del PCCh por preparar sistemas críticos de naciones extranjeras para el sabotaje.
En una comparecencia ante el Congreso en mayo, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, declaró que la mayoría de los ciberataques chinos contra Estados Unidos iban dirigidos contra los sistemas sanitarios y de control industrial, así como contra los de defensa, energía, transporte y suministro de agua y alimentos.
Los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados han tenido dificultades para contrarrestar eficazmente el enorme aparato de ciberdelincuencia del régimen chino, en parte debido a la existencia de un grupo mucho más reducido de profesionales de la ciberseguridad.
El director del FBI, Christopher Wray, declaró en abril que el PCCh «no repara en gastos en su intento de hackear, mentir, engañar y robar para llegar a la cima como superpotencia mundial».
Los hackers chinos respaldados por el Estado, dijo, «superan en número al personal cibernético del FBI al menos 50 a 1».
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