Mientras las relaciones entre Estados Unidos y China siguen siendo tensas y la guerra en Ucrania se prolonga, las autoridades advierten que tanto China como Rusia están aumentando rápidamente el número de sus agentes de inteligencia en México, con el posible objetivo de causar perturbaciones en Estados Unidos.
«En los últimos meses, un globo espía chino cruzó Estados Unidos, un barco militar del PCCh [Partido Comunista Chino] se enfrentó a un barco militar estadounidense en el estrecho de Taiwán, Micron fue prohibida en China y se realizaron redadas en empresas estadounidenses, y los esfuerzos de espionaje del PCCh en Cuba están aumentando», declaró a The Epoch Times el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Michael McCaul (R-Texas) . «Además, Rusia derribó un avión militar no tripulado estadounidense sobre el Mar Negro, hostigó a aviones de combate estadounidenses en Oriente Próximo y detuvo a un periodista estadounidense bajo acusaciones infundadas».
«Ahora, tanto el PCCh como Rusia están ampliando sus redes de espionaje en México, las mayores de Rusia en el mundo, para perseguir sus objetivos dañinos en nuestro hemisferio. Esta escalada de comportamiento agresivo no puede tolerarse. El gobierno de Biden debe actuar en lugar de entablar conversaciones infructuosas con China y comprometer los intereses de Estados Unidos», declaró.
No está claro por qué exactamente el PCCh y Rusia están ampliando sus redes de inteligencia al sur de la frontera, pero declaraciones anteriores del ejército estadounidense indican que la intención puede ser sembrar la discordia en México para facilitar que los malos actores perjudiquen a Estados Unidos.
«Mi preocupación al respecto es la inestabilidad que crea, la oportunidad que crea, para que actores como China, Rusia y otros que podrían tener en mente actividades nefastas busquen acceso e influencia en nuestra AOR [área de responsabilidad] desde una perspectiva de seguridad nacional», declaró el general de la Fuerza Aérea Glen VanHerck, comandante del Mando Norte de Estados Unidos, durante una audiencia ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado de Estados Unidos en 2022.
El general VanHerck continuó diciendo que «la mayor parte de los miembros de la GRU [inteligencia rusa] del mundo está en México ahora mismo».
Expertos en el campo de la contrainteligencia y la seguridad fronteriza creen que la expansión de los espías del PCCh en México debería hacer sonar las alarmas de la Casa Blanca sobre la seguridad nacional.
«Mi instinto es que tiene que ver con varias cosas, operaciones de contraespionaje en Estados Unidos o cerca de Estados Unidos. Es posible que tengan un ejército de ciudadanos chinos establecidos en México, para que puedan coordinar las operaciones de fentanilo con los cárteles», declaró a The Epoch Times Derek Maltz, ex agente especial a cargo de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). «Ya sabemos que los corredores de dinero nacionales chinos están sentados en México con los líderes de los cárteles organizando todas las operaciones de recogida de dinero en América. Así que puede haber una variedad de trabajos que están haciendo [para establecer] una base más fuerte en el hemisferio occidental, justo en México, justo al sur de la frontera».
El Sr. Maltz, que recientemente testificó ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EE. UU., continuó afirmando que cree que el PCCh está enviando a sus operativos de inteligencia a EE. UU. a través de la frontera mexicana.
«No cabe duda de que están trayendo gente a México para poder introducirla en Estados Unidos a través de la porosa frontera, porque nuestro CBP [Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza] está inundado de tareas administrativas y de procesamiento de migrantes. Así que se aprovechan de poder entrar en el país. El motivo por el que están entrando en el país es una especulación, pero el viejo sentido común y el instinto de aplicación de la ley dicen que esto no es bueno porque si están entrando aquí, en mi opinión, es porque tienen una misión».
Fentanilo
Una de las principales preocupaciones del aumento de las operaciones de inteligencia del PCCh en México tiene que ver con la asociación entre intermediarios chinos y cárteles de la droga mexicanos para traficar con fentanilo en Estados Unidos, a menudo enviando correos a través de la frontera ilegalmente.
«No sabemos quiénes son, dónde están, qué hacen. Pero lo que sí sabemos es que los chinos y su papel en el tráfico internacional de drogas y el lavado de dinero, el lavado ha explotado y está evolucionando», dijo Maltz. «Empezaron una campaña de bombardeo de este país con drogas sintéticas en mi opinión, porque dirigí la División de Operaciones Especiales [de la DEA] y viví esto en 2008, empezaron con K2, spice y sales de baño y estaban bombardeando América y la gente se ponía realmente enferma: todo tipo de, ya sabes, reacciones psiquiátricas, ingresos en urgencias hospitalarias. Luego, en 2012, pasaron al fentanilo y empezamos a ver cómo las tasas de mortalidad se disparaban con el tiempo. Entregaron el sucio negocio de la distribución de fentanilo a los cárteles mexicanos».
El Sr. Maltz afirma que los actores chinos están suministrando ahora a los cárteles de la droga mexicanos una droga conocida como xilacina o «tranq», que es un sedante para caballos, que luego mezclan con fentanilo para producir un efecto más potente.
La DEA advirtió recientemente al público estadounidense del fuerte aumento del tráfico de esta mezcla mortal, que puede provocar necrosis —la putrefacción del tejido humano— que puede conducir a la amputación, y que no puede revertirse tomando naloxona (Narcan) una vez inyectada, porque la xilacina no es un opioide.
«La xilacina está haciendo aún más mortífera la amenaza de droga más mortífera a la que se ha enfrentado nunca nuestro país, el fentanilo», declaró la administradora de la DEA, Anne Milgram. «La DEA ha incautado mezclas de xilacina y fentanilo en 48 de los 50 estados. El Sistema de Laboratorios de la DEA informa que, en 2022, aproximadamente el 23% del polvo de fentanilo y el 7% de las pastillas de fentanilo incautadas por la DEA contenían xilacina».
Según los Centros para el Control de Enfermedades, 107,735 estadounidenses murieron entre agosto de 2021 y agosto de 2022 por intoxicaciones de drogas, y el 66% de esas muertes estaban relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo. El cártel de Sinaloa y el cártel de Jalisco de México, que utilizan sustancias químicas procedentes en gran medida de China, son los principales responsables de la inmensa mayoría del fentanilo que se trafica en comunidades de todo Estados Unidos.
A principios de esta semana, la embajada china en México negó que los precursores químicos para crear fentanilo procedan de su país, alegando en un comunicado que «la raíz de la crisis del fentanilo en Estados Unidos está en su propio seno».
Las células del PCCh se infiltran en empresas extranjeras
La alarmante noticia de la actividad del PCCh al sur de la frontera se produce una semana después de que el director del FBI, Christopher Wray, declarara ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes que China representa una amenaza sin parangón para la democracia occidental.
«No hay ningún país, ninguno, que represente una amenaza más amplia y completa para nuestras ideas nuestra innovación nuestra seguridad económica que el gobierno chino y el Partido Comunista Chino», declaró Wray la semana pasada.
Durante su testimonio, Wray también advirtió sobre la creciente tendencia del PCCh a exigir a las empresas estadounidenses y otras empresas de propiedad extranjera en China que acojan a grupos que vigilan su cumplimiento de las normas y reglamentos del Partido Comunista Chino.
Wray declaró que era una de las formas en que el PCCh ha empezado a «explotar» las empresas conjuntas para obtener secretos e información de las empresas.
«Aunque no hay ninguna ley contra las empresas conjuntas, el problema que tenemos es que el gobierno chino ha explotado con demasiada frecuencia esas empresas conjuntas para utilizarlas como medio de obtener acceso indebido a secretos e información de las empresas», declaró.
El director del FBI continuó afirmando que cualquier estadounidense se quedaría «estupefacto» al saber hasta qué punto se está obligando a empresas extranjeras y estadounidenses en China a permitir que células del PCCh entren en sus organizaciones para controlar las operaciones.
«Realmente, cualquier empresa de cualquier tamaño en China está obligada por la ley china a tener lo que llaman pintorescamente un comité, que es esencialmente una célula dentro de una empresa cuya única función es garantizar el cumplimiento de esa empresa con la ortodoxia del Partido Comunista Chino», dijo Wray. «Si intentáramos instalar algo así en empresas estadounidenses, o si los británicos intentaran hacerlo en empresas británicas o en cualquier otro lugar, la gente se volvería loca, y con razón».
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