Según un estudio publicado en Nature el 17 de julio, los científicos prolongaron la vida de ratones en un 25 por ciento bloqueando una proteína llamada interleucina-11 (IL-11), resultando prometedor para ralentizar el envejecimiento humano.
El profesor Stuart Cook, coautor del estudio, señaló en un comunicado que los fármacos y tratamientos propuestos anteriormente para prolongar la vida tuvieron efectos secundarios graves, no funcionaron en ambos sexos o «podían alargar la vida, pero no la vida sana».
«Éste no parece ser el caso de la IL-11», afirmó el Sr. Cook. «Aunque estos hallazgos son sólo en ratones, plantea la tentadora posibilidad de que los fármacos puedan tener un efecto similar en humanos ancianos».
El estudio, titulado «La inhibición de la señalización de la IL-11 prolonga la esperanza de vida y la salud de los mamíferos», realizado por investigadores del Laboratorio de Ciencias Médicas del MRC, el Imperial College de Londres y la Facultad de Medicina Duke-NUS de Singapur, examinó la IL-11, un miembro proinflamatorio de la familia de citocinas (proteínas señalizadoras) IL-6 que afecta negativamente a las enfermedades asociadas a la edad y a la esperanza de vida.
Aunque la IL-11 es importante en algunas especies animales, como peces y renacuajos, para regenerar extremidades y órganos perdidos, se cree que en los humanos es en gran medida redundante.
Los investigadores querían comprobar si el bloqueo de la proteína podía no sólo aumentar la esperanza de vida de los ratones, sino también afectar su salud y su susceptibilidad a ciertas enfermedades.
«Hasta la fecha, los estudios sobre envejecimiento se centraron sobre todo en la prolongación de la vida útil, especialmente en levaduras, gusanos y moscas de la fruta, pero la prolongación de la vida útil no refleja necesariamente una mayor esperanza de vida», escriben los investigadores. «Se necesitan estudios integrados para determinar los efectos de las intervenciones tanto en la esperanza de vida como en la salud».
Los investigadores señalaron que los ratones de laboratorio son especialmente adecuados para los experimentos de prolongación de la vida útil porque las patologías del envejecimiento que son «importantes para el bienestar y las funciones humanas» también son evidentes en los ratones y los estudios de la vida útil en los animales están bien establecidos.
Los ratones vivían más tiempo estaban más sanos
En el estudio, los investigadores descubrieron que la administración de anti-IL—11 un anticuerpo fabricado que neutraliza la proteína —a ratones de 75 semanas (el equivalente humano de aproximadamente 55 años de edad) durante 25 semanas mejoraba el metabolismo y la función muscular y reducía los biomarcadores de envejecimiento y la fragilidad tanto en ratones macho como en hembras.
Mientras tanto, en los estudios sobre la esperanza de vida, los investigadores descubrieron que la eliminación genética del gen productor de IL-11 en ratones prolongaba la vida de machos y hembras en un 24.9 por ciento de media.
Los ratones macho tratados con anti-IL-11 desde las 75 semanas de edad hasta la muerte vieron prolongada su esperanza de vida media en un 22.5 por ciento, mientras que los ratones hembra tratados con anti-IL-11 desde la misma edad hasta la muerte vieron prolongada su esperanza de vida media en un 25 por ciento.
Según los investigadores, los ratones vivieron una media de 155 semanas, frente a las 120 semanas de los ratones no tratados.
Además, los investigadores descubrieron que la inhibición de la IL-11 en ratones «reduce significativamente» las muertes por cánceres relacionados con la edad, múltiples enfermedades causadas por la fibrosis y la inflamación crónica.
Según los investigadores, también se observaron pocos efectos secundarios.
Ensayos en humanos
«En conjunto, estos resultados demuestran el papel del factor proinflamatorio IL-11 en la esperanza de vida y la salud de los mamíferos», escriben los investigadores.
Aún no está claro si los mismos resultados podrían observarse en humanos, aunque actualmente se está probando un fármaco anticuerpo contra la IL-11 en pacientes con fibrosis pulmonar, según los investigadores.
También están previstos ensayos clínicos del fármaco anti-IL-11 en combinación con inmunoterapia para tratar el cáncer, señalaron.
«Sugerimos que la terapia anti-IL-11, que actualmente se encuentra en ensayos clínicos en fase inicial para la enfermedad pulmonar fibrótica, puede ofrecer una oportunidad traslacional para determinar los efectos de la inhibición de la IL-11 en las patologías del envejecimiento en personas mayores», señalaron los investigadores.
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