Unas 148.000 personas atravesaron durante el fin de semana los seis cruces que las autoridades de Venezuela y Colombia reabrieron como parte del proceso para normalizar la situación en la frontera, la cual permaneció cerrada casi un año.
El sábado, el primer día de reapertura, unas 90.000 personas cruzaron a través de los cruces del norte de Santander, Arauca, Vichada y La Guajira, mientras el domingo lo hicieron unas 58.000 personas, un 35% menos.
Víctor Bautista, director de Frontera de la Cancillería de Colombia, indicó que la situación fluyó de manera continua.
«Nos place saber que esa frontera vuelve a ser activa como siempre lo ha sido, pero con nuevas concepciones de seguridad y control», dijo Bautista en referencia a la implementación de una tarjeta migratoria.
«Estamos muy satisfechos de la herramienta que estamos aplicando del formulario migratorio de manera que podamos tener esa información que va a ser muy importante para los dos países y vamos a evaluar esos flujos que después de 11 meses reactivan una vida tan importante que había sido fracturada en el mes de agosto del ano pasado», agregó.
El dirigente del Partido Socialista Unidad de Venezuela, Elías Jaua, indicó que la reapertura peatonal de la frontera colombo-venezolana transcurrió en completa normalidad .
«Es una nueva etapa como ha señalado el presidente Nicolás Maduro, en el encuentro bilateral con el presidente Santos que nos permitirá avanzar hacia una frontera segura, transparente, positiva como lo aspiran y lo quieren los pueblos de la frontera y como lo aspiramos los pueblos de ambas naciones», dijo Jaua.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta (Colombia), Carlos Luna, señaló al periódico colombiano El Tiempo, que como primer paso se requiere que en los próximos días –no más de diez–, se normalice el tránsito vehicular por los puentes internacionales, y de esa manera se habilite el paso de mercancía de exportación y con ello se reactive el intercambio comercial.
Pero el encuentro de familias ha sido la nota humana en en esta reapertura de fronteras, tal es el caso de Pedro Gracia que trabaja en Colombia y dejó a su familia en Venezuela:
“Es fuerte ya que alejarse de la familia uno que la quiere es fuerte están contentos porque me van a ver son cuatro meses comunicándonos por teléfono“, dijo García.
Los venezolanos que cruzaron la frontera relataron que esta es una oportunidad para comprar alimentos y medicinas que son escasos en el país vecino
“Bueno ahora no se consiguen medicamentos ni alimentos, casi nada y si lo consigue el precio es demasiado elevado que no se puede comprar, personas de bajo recursos es imposible», dijo un entrevistado.
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