Rusia ha detenido a 11 personas, entre ellas cuatro presuntos hombres armados, en relación con un tiroteo en el que murieron al menos 133 personas en una sala de conciertos cerca de Moscú, reportó el sábado a TASS el Comité de Investigación ruso.
«Mientras se retiraban los escombros en la sala de conciertos del Ayuntamiento de Crocus, el número de personas muertas en el atentado terrorista ha aumentado a 133. La operación de búsqueda está en marcha», dice el comunicado, según TASS.
Varios atacantes abrieron fuego el viernes en la abarrotada sala de conciertos del ayuntamiento, en las afueras del oeste de Moscú, y activaron un número indeterminado de explosivos.
El grupo terrorista ISIS se ha reivindicado la autoría del atentado.
La comisión investigadora dijo anteriormente que algunas personas murieron por heridas de bala y otras en el enorme incendio que se declaró en el complejo. Según los reportes, los hombres armados prendieron el fuego utilizando gasolina de bidones que llevaban en mochilas.
El tiroteo tuvo lugar donde estaba previsto que actuara una banda de rock de la era soviética.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia describió el ataque como un «sangriento atentado terrorista».
«Toda la comunidad mundial está obligada a condenar este monstruoso crimen», declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova. «Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para salvar a la gente».
El sábado se formaron largas filas en Moscú para que la gente donara sangre. Las autoridades sanitarias dijeron que había más de 120 heridos.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, describió el atentado como una «enorme tragedia».
El ataque se produce pocos días después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, fuera reelegido para otro mandato de seis años en unas elecciones condenadas por muchos como arregladas.
Putin aún no ha hecho ninguna declaración pública sobre el atentado.
En 2004, unos 30 militantes chechenos tomaron una escuela en Beslán, al sur de Rusia, y tomaron a cientos de rehenes. El asedio terminó en un baño de sangre dos días después y murieron más de 330 personas, aproximadamente la mitad de ellas niños.
«Difíciles de ver»
Un video posteado en las redes sociales mostraba enormes columnas de humo negro que se elevaban sobre el edificio. Algunos reportes afirmaban entonces que había hombres armados atrincherados en el edificio.
Las autoridades rusas declararon que se había reforzado la seguridad en los aeropuertos y estaciones de ferrocarril de Moscú, y el alcalde de Moscú canceló todas las concentraciones multitudinarias previstas para el fin de semana.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los periodistas el viernes que no podía hablar de todos los detalles, pero que las imágenes eran «horribles y difíciles de ver».
«Nuestros pensamientos van a estar con las víctimas de este terrible, terrible ataque a tiros», dijo. «Hay algunas madres y padres y hermanos y hermanas e hijos e hijas que aún no han recibido la noticia. Va a ser un día duro».
El atentado siguió a una declaración emitida a principios de mes por la embajada de Estados Unidos en Moscú en la que se instaba a los estadounidenses a evitar los lugares concurridos de la capital rusa ante los planes «inminentes» de los extremistas de atentar contra grandes concentraciones en Moscú, incluidos conciertos. La advertencia fue repetida por otras embajadas occidentales.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, declaró el 22 de marzo que el gobierno estadounidense tenía información sobre un atentado planeado en Moscú, lo que motivó el aviso del Departamento de Estado a los estadounidenses.
El gobierno estadounidense compartió la información con las autoridades rusas de acuerdo con su antigua política de «deber de advertir», dijo.
El atentado tuvo lugar cuando la multitud llenaba el lugar para ver al grupo de rock ruso Picnic. El Crocus City Hall tiene capacidad para más de 6000 personas. Se habían agotado las entradas.
Estados Unidos, las potencias europeas y árabes y muchas ex repúblicas soviéticas expresaron su conmoción y enviaron sus condolencias. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó lo que calificó de «atentado terrorista atroz y cobarde».
Con información de Associated Press y Reuters.
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