Cientos de manifestantes se reunieron en las calles de Carolina del Norte y Missouri el 21 de abril para expresar su descontento por las medidas de cierre puestas en marcha para frenar la transmisión del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Los manifestantes en Missouri se reunieron el martes en Jefferson City frente al Capitolio del estado, sosteniendo banderas estadounidenses y carteles con lemas como «¡La tiranía no es una cura!» y «Todos los trabajos son esenciales». Al mismo tiempo centenares de ciudadanos se reunieron en Raleigh, Carolina del Norte, cantando «Freedom Now».
Decenas de millones de estadounidenses perdieron sus empleos como resultado de los cierres, que tienen por objeto frenar la propagación del virus del PCCh, que surgió en China el año pasado, pero demostraron ser cada vez más controvertidos, ya que algunas órdenes cierran las playas, impiden que la gente compre semillas de plantas alimenticias y restringen el desplazamiento.
Los daños económicos hicieron que aumente la inquietud por relajar las restricciones de distanciamiento social, sobre todo porque la tasa de hospitalizaciones por el virus del PCCh y otros indicadores de la gravedad del brote empezaron a estabilizarse en los últimos días.
Cuando salieron a las calles, los manifestantes de ambos estados desafiaron en su mayoría las recomendaciones de los funcionarios de salud de usar mascarillas en público y de adherirse a las medidas de distanciamiento social, exigiendo que se levantaran los controles estrictos de la actividad pública.
La orden estatal de Missouri del 16 de abril, de quedarse en casa, fue extendida hasta el 3 de mayo por el gobernador Mike Parson. Bajo la orden, los negocios no esenciales no fueron obligados a cerrar, pero se les instó a adherirse a los requisitos de distanciamiento social como se detalla en el sitio web del gobernador. Hasta el martes, Missouri tenía por lo menos 5900 casos confirmados de virus del PCCh y 189 muertes.
Los residentes de Carolina del Norte, mientras tanto, fueron obligados a cumplir con las órdenes del estado de quedarse en casa hasta el 29 de abril. La orden permite que solo los negocios esenciales continúen operando, mientras se recomienda que se sigan las medidas de distanciamiento social. Hay 6900 casos confirmados en el estado con 213 muertes.
Aproximadamente el 95 por ciento de la población de Estados Unidos está bajo órdenes de quedarse en casa, y muchas fábricas, restaurantes, tiendas y otros negocios están cerrados o vieron disminuir sus ventas. Un récord de 22 millones de estadounidenses presentaron solicitudes de seguros de desempleo durante el mes pasado, eliminando casi todas las conquistas laborales desde la recesión de 2009.
Las manifestaciones en los estados se produjeron después de otras grandes manifestaciones celebradas la semana pasada en estados como Michigan, Minnesota, Virginia, Maryland, Washington y Colorado.
Se estima que 2500 personas se reunieron en Olimpia durante el fin de semana, frente al capitolio del estado de Washington, para protestar por la orden del gobernador Jay Inslee de quedarse en casa, desafiando la prohibición de reuniones de más de 50 personas.
El presidente Donald Trump animó el viernes a la gente a protestar por la orden de quedarse en casa en un puñado de estados con problemas, liderados por los gobernadores demócratas.
De cara al fin de semana, Trump emitió mensajes de Twitter separados diciendo «LIBERATE MINNESOTA», «LIBERATE MICHIGAN» y «LIBERATE VIRGINIA», advirtiendo que Virginia además estaba «bajo asedio» por cuestiones anteriores al cierre, relacionados a la Segunda Enmienda.
«Esta gente ama a nuestro país. Quieren volver a trabajar», destacó Trump el 18 de abril defendiendo las manifestaciones.
Se registraron más de 825,000 casos del virus del PCCH en todo Estados Unidos y al menos 45,000 muertes, según un mapa de seguimiento de la Universidad Johns Hopkins que recopila datos oficiales del gobierno.
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