Más de 700 matemáticos y científicos firmaron una carta abierta en la que denuncian las recientes «tendencias» en la enseñanza de matemáticas desde el jardín de infancia hasta el 12º grado que, según sus proponentes, cerrarán las diferencias de rendimiento y disminuirán la competitividad a nivel de Estados Unidos.
«Escribimos para expresar nuestra advertencia por las recientes tendencias en la educación matemática del K-12 en Estados Unidos», dice la «Carta Abierta sobre Matemáticas K-12», que hasta el 6 de diciembre sumaba 746 firmantes.
Entre los firmantes se encuentran varios profesores de matemáticas de escuelas públicas de California, numerosos profesores de las cátedras de la Universidad de California, como la UC-Davis y la UC-Berkeley, y personal de las principales universidades estadounidenses de las ciencias exactas, como Stanford, Berkeley, CalTech y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
La carta surgió después de que el Departamento de Educación de California pospusiera este año la aplicación de un nuevo marco de matemáticas que pretende mantener el aprendizaje de los alumnos al mismo nivel, alegando la equidad, tras una oposición generalizada al plan de estudios. Los opositores dicen que estas reformas desalientan a los estudiantes que hablan inglés como segunda lengua.
La carta cita el Marco de Matemáticas de California como particularmente preocupante, describiendo las recientes reformas como «enfoques bien intencionados para reformar la educación de las matemáticas», con la advertencia de que puede tener «consecuencias no deseadas».
Aunque el Marco de Matemáticas de California puede reducir superficialmente las disparidades en el nivel de la escuela secundaria, los esfuerzos no son más que «dejar todo» para la universidad y, en última instancia, coloca a los estudiantes de la escuela pública K-12 en desventaja en comparación con sus compañeros de la escuela internacional y privada, dice la carta.
«Estos marcos pretenden reducir las diferencias de rendimiento limitando la disponibilidad de los cursos avanzados de matemáticas a los alumnos de secundaria y a los que empiezan a estudiar», dice la carta abierta. «Tal reforma (…) puede conducir a una privatización de facto de la educación matemática avanzada K-12 y perjudicar desproporcionadamente a los estudiantes con menos recursos».
La carta pide a los gobiernos nacionales, estatales y locales que involucren a los educadores y profesionales de nivel universitario STEM en el diseño del plan de estudios de educación matemática y científica del K-12 con tres objetivos clave.
El primer objetivo establece que todos los estudiantes, independientemente de su procedencia, deben tener acceso a un plan de estudios de matemáticas «con precisión y rigor» y que les permita cursar grados y carreras STEM si deciden hacerlo.
«Lejos de ser frenados deliberadamente, todos los estudiantes deberían tener la oportunidad de ser nutridos y motivados para desarrollar su potencial», afirma el segundo objetivo. «Esto no es solo para su propio beneficio, sino también para la sociedad y la competitividad económica de la nación».
El tercer objetivo afirma que no puede haber un enfoque de «talla única» en la educación matemática del K-12. «Hay que ofrecer a los estudiantes múltiples vías y plazos para explorar las matemáticas», dice.
«Reducir el acceso a las matemáticas avanzadas y elevar los cursos de moda pero poco profundos por encima de las habilidades fundamentales causaría un daño duradero a la educación STEM en el país y exacerbaría la desigualdad al disminuir el acceso a las habilidades necesarias para la movilidad social», concluye la carta.
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