Siete niños de la escuela primaria Central de Amherst, Virginia, enfermaron hoy tras comer caramelos de una bolsa de plástico que antes había contenido fentanilo.
Hayden Wright, de 10 años, fue uno de los cinco niños hospitalizados tras comer las gominolas, según su madre.
«Un niño que estaba en su clase se acercó a otros niños y a él con algunos ositos de goma en una bolsita de sándwich y les preguntó si querían alguno», dijo la madre local Kristina Wright a The Epoch Times.
«Así que mi hijo, entre otros niños, decidió comérselos. Mi hijo ingirió 10 de ellos. Dice que otros niños comieron más. Algunos niños comieron menos».
Dijo que no creía que las gomitas estuvieran contaminadas intencionadamente, sino que podían haber sido introducidas en una bolsa de plástico contaminada.
«Eran literalmente gomitas de Sam’s Club que tenían residuos de fentanilo en la bolsita», dijo Wright.
Cuando los estudiantes enfermaron por primera vez, la escuela sospechó que estaban teniendo una «reacción alérgica», según el superintendente de las Escuelas Públicas del Condado de Amherst (ACPS). Los padres y los servicios de emergencia llevaron a cinco de los alumnos al hospital, según el comunicado de la escuela.
Más tarde, la oficina del sheriff del condado de Amherst analizó la bolsa que contenía los ositos de goma y encontró restos de fentanilo, según un comunicado actualizado.
La contaminación fue probablemente involuntaria, dijo la asistente ejecutiva del superintendente de ACPS, Brittany McNerney, a The Epoch Times.
Ella también dijo que la Oficina del Sheriff del Condado de Amherst ha «arrestado a dos individuos adultos en relación con este caso.»
Wright dijo que Hayden se ha recuperado y no tiene rastros de fentanilo en su sistema.
«La oficina del Sheriff del Condado de Amherst está investigando actualmente el incidente», dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Amherst.
Según la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), el fentanilo es 100 veces más potente que la morfina. Una dosis de fentanilo de tan solo 2 miligramos puede ser mortal.
Drogas en la escuela
Wright dijo que en Amherst no se habían visto antes incidentes como éste.
«Esto le sucede a todo el mundo, pero no sucede en un lugar como el condado de Amherst», dijo. «No ocurre en nuestros patios traseros».
The Epoch Times se puso en contacto con la policía del condado de Amherst para solicitar informes de arresto sobre el caso, pero aún no ha recibido respuesta.
En las escuelas públicas del condado de Amherst, el incidente del fentanilo ya ha cambiado la política escolar, dijo Wright. La escuela ha prohibido el intercambio de alimentos a menos que los estudiantes traen a la escuela preenvasados de una tienda de comestibles, dijo.
«Desgraciadamente, estos niños tienen fiestas de Navidad a la vuelta de la esquina», dijo. «No hay más pasteles caseros, no hay más magdalenas, galletas, nada de eso».
Wright también dijo que sospecha que políticas como éstas podrían extenderse «por todo el mundo» en respuesta a los peligros que presenta el fentanilo.
«Esto es una llamada de atención para todos los padres… en la sociedad actual y en el mundo en que vivimos. Ya no se puede compartir, y nunca se sabe lo que puede pasar», afirmó.
Aunque estas medidas tienen efectos de gran alcance, Wright dijo que no son una reacción inapropiada.
«Las escuelas públicas del condado de Amherst podrían haber escondido esto debajo de la alfombra», dijo. «Podrían haber decidido simplemente decir cuando recibieron la llamada de este padre que eran solo gomitas y dejarlo pasar. Decidieron confiar en su instinto y seguir adelante con esta investigación para investigar más a fondo lo sucedido. Y me alegro de que lo hicieran».
Sustancias peligrosas
En un mundo donde las drogas altamente tóxicas se han extendido por Estados Unidos, evitar que los niños sufran sobredosis puede ser más difícil que nunca, dijo Wright.
En 2022, la DEA incautó 379 millones de dosis de fentanilo potencialmente letales. La administradora de la DEA, Anne Milgram, dijo que esta cantidad es suficiente para matar a todos los estadounidenses.
Según la DEA, la mayor parte del fentanilo se fabrica en fábricas mexicanas a partir de productos químicos chinos. Después, los cárteles lo envían a través de la frontera.
A menudo, los cárteles disfrazan el fentanilo para que parezca un medicamento de venta con receta, explica la DEA en su sitio web.
«Ninguna píldora farmacéutica comprada en las redes sociales es segura», afirma la DEA. «Los únicos medicamentos seguros son los recetados directamente a usted por un profesional médico de confianza y dispensados por un farmacéutico autorizado».
Wright aconsejó a los padres que presten mucha atención a lo que comen y beben sus hijos en la escuela.
«Hablen con sus hijos. Háganles saber lo que está pasando; háganles saber lo grave que puede ser. Háganles saber que deben estar atentos a lo que les rodea cuando se trata de que alguien les entregue algo».
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