Una investigación australiana y sueca ha descubierto que, entre los cientos de trabajos de investigación sobre COVID-19 que han sido retirados, un estudio retractado que relacionaba el fármaco hidroxicloroquina con un aumento de la mortalidad era el trabajo más citado.
Con 1360 citas en el momento de la extracción de datos, los investigadores del campo seguían refiriéndose al artículo «Hidroxicloroquina o cloroquina con o sin un macrólido para el tratamiento de COVID-19: un análisis de registro multinacional» mucho después de que fuera retractado.
Los autores del análisis, en el que participaron la Universidad de Wollongong, la Universidad de Linköping y el Distrito Sanitario Local de Sídney Occidental, escribieron (pdf) que «la mayoría de los investigadores que citan investigaciones retractadas no identifican que el artículo está retractado, ni siquiera cuando lo presentan mucho después de que el artículo haya sido retirado».
«Esto tiene graves implicaciones para la fiabilidad de la investigación publicada y la literatura académica, que es necesario abordar», dijeron.
«La retractación es la última salvaguarda contra el error académico y la mala conducta, y por tanto una piedra angular de todo el proceso de generación de conocimiento».
Los científicos cuestionan los hallazgos
Más de 100 profesionales de la medicina escribieron una carta abierta en la que planteaban diez cuestiones importantes relacionadas con el artículo.
Entre ellos, el hecho de que «no se realizara una revisión ética» y que «las variaciones notificadas en las variables de referencia, las intervenciones y los resultados fueran inusualmente pequeñas», así como que «no se mencionaran los países u hospitales que contribuyeron a la fuente de datos ni se reconocieran sus aportaciones».
Otros motivos de preocupación eran que las dosis medias diarias de hidroxicloroquina eran superiores a las recomendadas por la FDA, lo que podría sesgar los resultados.
También descubrieron que los datos que supuestamente procedían de pacientes australianos no parecían coincidir con los del gobierno australiano.
Finalmente, el estudio llevó a la Organización Mundial de la Salud a suspender temporalmente el ensayo de hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19 y al organismo regulador británico, MHRA, a solicitar la pausa temporal del reclutamiento en todos los ensayos de hidroxicloroquina en el Reino Unido.
Francia también cambió su recomendación nacional del fármaco en los tratamientos COVID-19 y detuvo todos los ensayos.
Según Retraction Watch, en la actualidad se han retractado un total de 337 artículos de investigación sobre COVID-19.
Se esperan más retractaciones a medida que avance la investigación.
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