Citigroup mantiene la fecha límite del 14 de enero en la que espera que sus empleados estén totalmente vacunados o reciban una exención aprobada, según ha declarado la jefa de recursos humanos de la empresa en un comunicado. La declaración se ha producido después que el Tribunal Supremo anuló el requisito de vacunación o prueba de la administración Biden para las grandes empresas.
Sara Wechter, directora de Recursos Humanos de Citi, dijo en un comunicado que, un día antes de la fecha límite del viernes, la compañía logró una tasa de cumplimiento del 99 por ciento con su política de vacunación contra el COVID-19.
“Este nivel de cumplimiento nos ayuda a crear un lugar de trabajo más seguro, proteger a sus familias y nuestras comunidades y garantizar la continuidad de nuestras operaciones comerciales”, dijo Wechter.
La política de Citi, anunciada hace varios meses, exige que el personal radicado en Estados Unidos se vacune contra el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como SARS-CoV-2, o que obtenga una exención permitida por el Estado o una adaptación por motivos médicos o religiosos.
“Al llegar al último día, esperamos que la cantidad de empleados que no han cumplido disminuya aún más”, agregó Wechter.
El anuncio de Wechter se produjo inmediatamente después de un veredicto de la Corte Suprema el jueves, que bloquea la orden de vacunación o prueba para COVID-19 de la administración Biden para empresas privadas que emplean a 100 o más empleados. El fallo significa que el mandato está bloqueado mientras el caso vuelve a ser considerado por la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito de Estados Unidos.
El gobierno de Biden ha argumentado que no hay nada en la ley federal que impida a las empresas privadas imponer sus propios requisitos de vacunación, aunque las empresas que opten por hacerlo podrían toparse con las prohibiciones de los mandatos a nivel estatal, que algunos estados liderados por el Partido Republicano han impuesto.
La Federación Nacional de Minoristas, la organización comercial minorista más grande de Estados Unidos y uno de los grupos que impugnó el mandato de vacuna o prueba de la administración Biden, calificó la decisión de la corte como “una victoria significativa para los empleadores”. Otros grupos que se opusieron al mandato, como las Asociaciones Estadounidenses de Camiones y la Federación Nacional de Empresas Independientes, también celebraron la decisión de la corte.
El presidente Joe Biden expresó su decepción con el fallo de la Corte Suprema en un comunicado y dijo que la decisión no le impide presionar a las empresas para que impongan mandatos.
“La Corte ha dictaminado que mi administración no puede usar la autoridad que le otorgó el Congreso para exigir esta medida, pero eso no me impide usar mi voz como presidente para abogar por que los empleadores hagan lo correcto para proteger la salud y la economía de los estadounidenses”, dijo Biden.
“Hago un llamado a los líderes empresariales para que se unan de inmediato a los que ya han dado un paso adelante, incluido un tercio de las empresas Fortune 100, e instituyan requisitos de vacunación para proteger a sus trabajadores, clientes y comunidades”, agregó Biden.
Los empleadores han estado divididos sobre qué hacer con sus trabajadores no vacunados, con una encuesta de noviembre realizada por la corredora de seguros y consultora Willis Towers Watson que encontró que, entre 543 empresas estadounidenses encuestadas, menos de una de cada cinco estaba exigiendo la vacunación. Dos tercios de las empresas encuestadas dijeron que no tenían planes de exigir vacunas a menos que los tribunales confirmaran el mandato de la administración Biden.
Con información de Associated Press.
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