Las distancias entre la candidata de derecha Keiko Fujimori y su rival de izquierda extrema Pedro Castillo se van acortando, marcando el clima electoral a pocos días de las elecciones en Perú. Según los analistas, estos resultados podrían cambiar en los próximos días y advierten sobre las acciones que tomarían los grupos izquierdistas de no ganar los comicios.
De acuerdo con un último sondeo de Ipsos publicado por El Comercio el domingo, Castillo cuenta con un 51.1% de posibles votantes, mientras que Keiko muestra un 48.9%.
El analista político Jorge Villena dijo a The Epoch Times que esta segunda vuelta ha sido la más polarizada en los últimos años, ya que ambos partidos representan los extremos del espectro político peruano. Sin embargo, una gran mayoría de electores se han «visto forzados a tomar una posición» en estas elecciones.
«Keiko Fujimori–con todos sus aciertos y sobretodo desaciertos–representa un sistema de libertad y democracia que ha permitido que nuestro país pueda crecer en los últimos años», dijo Villena.
«No obstante, Castillo ha mostrado–sin ningún tipo de camuflaje–su adhesión a las ideas del chavismo, del socialismo del siglo XXI–las cuales reivindican a la figura de Chávez, Maduro, Evo Morales, y del Grupo de Puebla», agregó.
Pero a pesar de ello, señaló Villena, el anti-fujimorismo es «tan fuerte» que ha servido de base de voto duro a la candidatura Castillo, por lo que la polarización de esta segunda vuelta «ha sido muy profunda y marcada».
«El programa de Castillo es prácticamente un manual chavista elaborado por Vladimir Cerrón, quien es líder del partido Perú Libre y es el nexo internacional con los grupos del socialismo del siglo XXI».
El plan de gobierno de Castillo incluyen expropiaciones, elevación de impuestos a niveles confiscatorios, sustitución de importaciones, y un plan para modificar el régimen económico en la Constitución.
«Creo que todo eso es la receta segura para el desastre», dijo. «Es el camino que han escogido estos países que ahora viven en la miseria».
Para el analista, no cabe duda que un eventual gobierno de Castillo instauraría un proceso revolucionario.
«El método de todos los países donde han anidado dicho proceso, es hacer un dispendio populista durante su primer año para poder buscar el apoyo popular suficiente y así obtener mayoría en una Asamblea Constitucional y modificar la Constitución», agregó.
Villena señaló que eso significaría un gran retroceso en materia económica, de derechos humanos, y de democracia, y que sería un país más «alineando al eje bolivariano» de Venezuela, Cuba, Nicaragua.
«Creo que ese sería un camino nefasto–lo peor que le podría pasar al país», agregó.
Aunque Villena dijo que aún existen dudas en cuanto a la actuación de Fujimori, la estabilidad económica no estaría en juego. Si la tendencia se mantiene, Villena estimó que Fujimori podría sobrepasar a Castillo en los próximos días, ya que Castillo no ha hecho mucho para recuperar su imagen o aclarar dudas sobre su partido.
«En segunda vuelta normalmente gana el que comete menos errores, y la posibilidad de cometer errores está en función también a la capacidad de organización en la que estás montando tu campaña electoral», dijo.
Por otro lado, el analista advirtió que en un posible triunfo de Fujimori, el resultado sería «duramente cuestionado» por los grupos de izquierda radical, quienes anunciaron anticipadamente que no reconocerían la victoria de su oponente.
«Lo más probable es que tengamos alguna especie de ‘exit pool’ el domingo, pero el conteo y la definición final va a venir muchos días después, luego de una larga disputa legal entre abogados, personeros, y figuras que están vinculadas al tema de la revisión de los votos», predijo Villena.
Sin embargo, dijo que si Fujimori sale ganadora, la candidata de Fuerza Popular tendrá que enfrentar un reto muy grande contra estos grupos que buscarán desestabilizar su gobierno.
El analista dijo que las diversas manifestaciones a favor de la democracia que se realizaron en varias partes del país expresan la forma de sentir de muchas personas que son conscientes que «no existe nada peor que el comunismo».
«Creo que es un acto de amor a la patria que aquellos quienes no tenemos ni hemos tenido una militancia fujimorista–y que en algunos casos hemos discrepado con mucha oposición al fujimorismo–vayamos a votar porque queremos evitar que nuestro país caiga en el comunismo».
Agregó que incluso muchos adultos mayores de 65 años–quienes no tienen la obligación legal de ir a votar–acudirán a las urnas este domingo.
«Si hay algo que roba el socialismo es la esperanza, la voluntad, y los sueños a la gente–sobre todo a los más jóvenes», dijo. «Creo que ese es el más grande daño que le pueden hacer a las sociedades».
«Con Keiko Fujimori puedes discrepar en muchos aspectos, pero sabemos que dejará el poder dentro de cinco años. En cambio, si entra el socialismo del siglo XXI, ya no habrá forma de sacarlos», continuó.
«Al menos no democráticamente».
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