Una coalición liderada por la Unión Americana de Libertades Civiles insta al gobierno de Biden a no prohibir los cigarrillos mentolados.
Dicha prohibición «tendría graves implicaciones para la justicia racial» y «desencadenaría sanciones penales, que afectarían de forma desproporcionada a las personas de color, además de priorizar la criminalización sobre la salud pública y la reducción de daños», escribió la coalición en una carta enviada esta semana al Secretario de Sanidad, Xavier Becerra, y a la Comisionada en funciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos, Janet Woodcock.
«Una prohibición también dará lugar a una actuación policial inconstitucional y a otras interacciones negativas con las fuerzas policiales locales», añadieron.
La Casa Blanca, el Departamento de Salud y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no respondieron a las solicitudes de comentarios.
El gobierno federal debe responder a una petición ciudadana el 29 de abril. Grupos como el Consejo de Liderazgo Afroamericano para el Control del Tabaco y la Academia Americana de Pediatría pidieron a la FDA en la petición que «retire los cigarrillos mentolados del mercado».
Los grupos elogiaron la medida adoptada en 2009 por los miembros del Congreso de prohibir los cigarrillos con sabor, pero señalaron que los cigarrillos mentolados, que tienen sabor a menta, quedaron excluidos de la prohibición.
La Ley de Prevención del Tabaquismo Familiar y Control del Tabaco permite a la FDA prohibir el mentol.
Los peticionarios afirman que el consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte y enfermedad evitables en Estados Unidos y que las encuestas indican que cerca de la mitad de los fumadores jóvenes fuman cigarrillos mentolados, un porcentaje mayor que el de los fumadores adultos.
«Prohibir el mentol en los cigarrillos es quizás la medida más poderosa que dispone la FDA para mejorar la salud de Estados Unidos», escribieron los grupos.
La Cámara de Representantes aprobó el año pasado un proyecto de ley para prohibir los cigarrillos mentolados, pero no se sometió a votación en el Senado. Varios estados aprobaron prohibiciones del mentol.
Durante el gobierno de Trump, la FDA estaba considerando la posibilidad de prohibir los cigarrillos mentolados. Scott Gottlieb, comisionado de la agencia en ese momento, dijo en un comunicado que «el mentol sirve para enmascarar algunas de las características poco atractivas del tabaquismo que, de otro modo, podrían disuadir a un niño de fumar», y que «los productos mentolados afectan de manera desproporcionada y adversa a las comunidades desatendidas».
La FDA terminó prohibiendo los cigarrillos electrónicos con sabor, pero no tomó medidas con respecto a los cigarrillos electrónicos mentolados o los cigarrillos.
Según datos federales, la mayoría de los jóvenes afroamericanos que fuman usan mentolados, mientras que los adultos afroamericanos tienen el mayor porcentaje de consumo de mentolados en comparación con otras poblaciones.
Se cree que los mentolados son más perjudiciales que los cigarrillos normales porque el mentol hace que las sustancias químicas nocivas se absorban más fácilmente en el cuerpo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Las empresas tabacaleras se oponen a la supuesta prohibición.
«Compartimos el objetivo común de que los fumadores adultos abandonen los cigarrillos y se pasen a alternativas potencialmente menos dañinas, pero la prohibición no funciona», dijo al New York Times Steven Callahan, portavoz de Altria, propietaria de Philip Morris. «Un enfoque mucho mejor es apoyar el establecimiento de un mercado de alternativas no combustibles autorizadas por la FDA que sean atractivas para los fumadores adultos».
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