Surgen más evidencias e información oficial de que el régimen de Nicolás Maduro atrincherado en Venezuela, reparte gente sospechosa y peligrosa para desestabilizar a los Gobiernos democráticos de la región. De acuerdo con el director de Migración Colombia, la tiranía ha otorgado pasaportes venezolanos a extranjeros que podrían estar ligados al terrorismo internacional.
Desde hace aproximadamente dos meses, cuando iniciaron las manifestaciones violentas en países como Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia, se conoció que la dictadura de Maduro habría enviado a grupos de personas para atentar contra la seguridad de esos países; sin embargo, este viernes 15 de noviembre salió a la luz que además de estas personas, que han sido pagadas para protestar de manera violenta, también hay registro de ciudadanos extranjeros que no hablan español y que cuentan con pasaporte venezolano.
En entrevista para la Voz de América, el director de Migración Colombia, Christian Krugüer, alertó que se trata de un fenómeno que puede representar un riesgo para la seguridad global.
“Es un gran riesgo, no sólo para la seguridad de Colombia, sino para la seguridad del mundo. Estoy hablando desde el punto de vista del terrorismo”, señaló.
No es primera vez que el régimen de Nicolás Maduro realiza una acción como esta que amenaza con la seguridad de la región y que además podría estar vinculada al terrorismo, ya existen antecedentes donde la dictadura ha otorgado pasaportes venezolanos a iraníes relacionados con el grupo islámico Hezbollah; una situación que ocurre desde el Gobierno de Hugo Chávez Frías.
Pasaportes a terroristas
En 2017 se conoció que Chávez propició el tráfico humano en el mundo con la entrega ilegal de al menos 10 000 pasaportes venezolanos a ciudadanos de Siria, Irán y otros países del Medio Oriente.
El coronel venezolano Vladimir Medrano Rengifo, exdirector general de la Oficina de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela; dijo a El Nuevo Herald que al país suramericano llegaban al menos 800 personas mensuales —entre mayo del 2008 y octubre del 2009— con pasaporte ilegal.
En 2015 un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), identificado como Misael López Soto, quien supuestamente fue consejero de la embajada venezolana en Irak, confesó que fue testigo de que el Gobierno venezolano entregó documentos diplomáticos a terroristas del Medio Oriente.
López explicó en un video que empleados de la embajada venden visas, pasaportes, cédulas de identidad y certificados de nacimiento venezolanos a personas de Siria, Palestina, Irak y Pakistán, que pagaron entre USD $5.000 y USD $15.000 para obtener los documentos “bajo la mirada complaciente de las autoridades diplomáticas venezolanas”.
En 2003 fue detenido Hasil Mohammed Rahaham-Alan, quien viajaba con un presunto pasaporte venezolano, llegó en un vuelo de British Airways al aeropuerto de Heathrow muy cerca de Londres.
Su vuelo partió de Caracas e hizo escalas en Colombia y Barbados; con él llevaba una granada en su equipaje lo que ameritó la evacuación del terminal y el movimiento de militares.
Espías venezolanos y agentes desestabilizadores
Además de existir el riesgo de que Maduro esté facilitando el tránsito de terroristas por la región, el director de Migración Colombia también advirtió sobre la existencia de espías chavistas en territorio colombiano.
Durante la entrevista con La Voz de América, Christian Krugüer informó sobre tareas de espionaje emprendidas por agentes enviados por el chavismo.
#Colombia expulsó a dos venezolanos que pretendían generar disturbios durante la marcha prevista para #21Nov, tal como ha pasado en las últimas semanas en #Chile, #Ecuador y #Bolivia. En total han expulsado a 9 venezolanos en los últimos días, precisó el director de @MigracionCol pic.twitter.com/UNghRYEaf5
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) November 15, 2019
“Hemos sacado por casos de espionaje unos 10 desde principios de año, de Cúcuta. Esta es una herramienta que tienen las dictaduras para ver qué está pasando en otros países”, agregó el funcionario. Señaló que los ciudadanos expulsados buscaban afectar la seguridad y el orden público del Estado colombiano.
Y es que esto que denuncia Krugüer se ha replicado recientemente en los diferentes países de la región, donde han sido deportados decenas de venezolanos que no solo estarían implicados en tareas de espionaje sino en labores de revueltas sociales auspiciadas por la izquierda.
#Colombia expulsó a dos venezolanos que pretendían generar disturbios durante la marcha prevista para #21Nov, tal como ha pasado en las últimas semanas en #Chile, #Ecuador y #Bolivia. En total han expulsado a 9 venezolanos en los últimos días, precisó el director de @MigracionCol pic.twitter.com/UNghRYEaf5
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) November 15, 2019
Justamente este viernes 15 de noviembre se conoció que expulsó a cubanos y venezolanos que no solo contaban con uniforme policial boliviano, sino que además tenían unos 13.000 dólares en un bolso para presuntamente financiar protestas.
La ministra de Comunicación de Bolivia, Roxana Lizárraga, declaró que hay un grupo de agentes cubanos y venezolanos movilizando a sectores de la población para provocar violencia y evitar la pacificación con dinero de los bolivianos.
Lo mismo habría sucedido en Chile donde fuentes de Inteligencia policial confirmaron la participación de ciudadanos cubanos y venezolanos en las manifestaciones de ese país.
En Ecuador sucedió algo similar, el pasado 11 de octubre el mismo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, aseguró que en las protestas de su país estuvieron infiltrados miembros de la guerrilla FARC y del chavismo en Venezuela.
Migración, un arma desestabilizadora
Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, señaló a PanAm Post que para él, «la migración de venezolanos está siendo utilizada como una arma de guerra de cuarta generación» para atentar contra la seguridad de la región.
Asegura que no se trata solamente de una iniciativa desestabilizadora de la izquierda o el Foro de Sao Paulo, sino también de la influencia y participación que mantienen Rusia, China, Irán y Turquía para penetrar en la región.
Humire asegura que para atacar lo que está sucediendo es necesario que los gobiernos democráticos tomen acciones y sanciones contra estos aliados de Maduro. Y que además deberían reforzar sus servicios de contrainteligencia en Migración para evitar el ingreso de personas que pueden convertirse en una amenaza.
Señaló que Estados Unidos podría tener un papel importante al ayudar y asesorar a los Gobiernos en materia de contrainteligencia.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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