Cerca de mil miembros de la Fuerza Pública venezolana se han acogido a la constitución de su país y cruzaron hacia Colombia en busca de protección, entregaron su armamento y uniformes, que se encuentran bajo la custodia de las autoridades del país cafetero.
Así lo informó este domingo la Cancillería colombiana, que detalló en un comunicado que junto a ellos llegaron cerca de 400 miembros de sus familias, para lo cual el Gobierno colombiano estableció un procedimiento de «recepción y atención» que tiene como base las disposiciones internacionales sobre derechos humanos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores agregó que los militares venezolanos fueron entrevistados por las autoridades migratorias y recibieron atención en salud, apoyo legal, alojamiento provisional y comida.
También manifestó que «un número significativo de miembros de este grupo» está tramitando solicitudes de refugio; y a quienes ya les fue aprobada esta medida les han entregado los «salvoconductos» que les permitirán permanecer en Colombia mientras la Cancillería realiza los trámites correspondientes.
El Gobierno colombiano también destacó el apoyo logístico que le ha brindado la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
De igual forma, el Ejecutivo trabaja con Humberto Calderón Berti, embajador en Bogotá del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, para tomar decisiones con respecto a las soluciones que se les puede ofrecer a los militares de su país, por lo que mantendrán el alojamiento y alimentación transitoria de estas personas.
«Vale la pena aclarar que el Gobierno colombiano no tolerará ninguna alteración del orden público o amenazas a la seguridad por parte de ningún ciudadano, de ninguna condición o nacionalidad, y estará atento a tomar las decisiones a que haya lugar en caso de presentarse alguna amenaza de esta naturaleza», añadió la Cancillería.
Desde el pasado 23 de febrero, día en el que hubo un intento fallido de ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela desde Colombia y Brasil, miembros de la Fuerza Pública venezolana huyeron a Colombia, algunos de los cuales llegan con uniforme y armamento, mientras que otros lo hacen de civil y en ocasiones acompañados por sus familias.
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