La cancillería de Colombia ordenó este miércoles el regreso de su embajador en Nicaragua tras la declaración de Daniel Ortega quien el lunes dijo que el país andino es un «narco-Estado».
El lunes el líder del régimen de Nicaragua, Daniel Ortega, dio sus declaraciones acerca de que el narcotráfico «tiene tomado a EE. UU.» y Colombia es un «narco-Estado» este lunes en el marco del 88° aniversario de la muerte del líder guerrillero nicaragüense Augusto Sandino.
«Ante declaraciones de Daniel Ortega de Nicaragua, en contra del Estado colombiano y del país, ordenamos al [embajador] Alfredo Rangel, presentar una nota de protesta rechazando contundentemente esta nueva ofensa al honor de nuestra Nación y le solicitamos regresar de inmediato al país», escribió la Cancillería de Colombia a través de Twitter, el 23 de febrero.
Y agregó que Colombia además de ser víctima del narcotráfico producto de la demanda internacional de drogas, también ha sufrido por las amenazas a la seguridad nacional «alimentadas por dineros provenientes de esa actividad ilícita, que desafortunadamente se apoya en las dictaduras en la región».
La cancillería dijo que Colombia «es un país que siempre ha defendido el valor de la democracia, el Estado de Derecho, las libertades y los derechos humanos, así como el fortalecimiento y la estabilidad institucional».
Además, la canciller y vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, dijo «rechazamos las declaraciones de Daniel Ortega y obviamente sabemos que esas declaraciones buscan distraer la atención de la comunidad internacional frente a un régimen que sabemos no tiene ninguna legitimidad», en un mensaje videograbado transmitido el 23 de febrero.
«Es un régimen de facto que está en el poder precisamente por haber encarcelado a todos los opositores políticos, por cerrar todos los medios de comunicación, por acabar con todos los partidos políticos, por impedir que haya desarrollo democrático en Nicaragua», agregó.
El 21 de febrero Ortega dijo: «El narcotráfico tiene tomado a los Estados Unidos de Norteamérica, ahí están los más grandes consumidores, y en lo que es la producción—Colombia. Colombia es un narcoestado. Y en Estados Unidos la droga penetra por los puertos, penetra a través de la aviación, penetra también».
Ortega emitió las declaraciones durante el acto público de conmemoración al líder guerrillero nicaragüense Sandino, y un día antes que Nicaragua suscribiera tres acuerdos con China sobre grupos de medios y agencias de noticias.
«No podemos dejar de señalar a Colombia, es un país que es un narcoestado, donde asesinan todos los días a líderes sociales, a trabajadores. Es algo realmente impresionante la forma en que se asesina a los hermanos colombianos», agregó Ortega.
Luego del anunció de Colombia, el ministro de Relaciones Exteriores del régimen, Denis Moncada, dijo que Rangel le remitió una carta «en la que insolentemente se emite juicios de valor sobre los asuntos internos de Nicaragua y se ofende impúdicamente al Estado nicaragüense y su pueblo».
Señalando que «estas declaraciones evidencian que su embajador no está cumpliendo con los objetivos para los cuales le fue concedida su acreditación en Nicaragua, por lo que estamos procediendo a retirarle las credenciales».
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha agravado tras las elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega tras encarcelar y perseguir a sus opositores—procesando a la mayoría de ellos, los cuales algunos ya tienen sentencias—tomó el poder, ejerciendo de facto un quinto mandato, que Colombia no reconoció y consideró un «fraude anunciado».
Con información de EFE.
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