Los trabajadores de la salud de Colorado en unos 3800 centros en todo el estado deben vacunarse contra COVID-19 para fines de octubre como condición de empleo bajo una regla de emergencia temporal aprobada por la junta de salud estatal el lunes por la noche.
El mandato fue aprobado en una votación de 6 a 1 en una sesión de emergencia, y se produce pocas semanas después de que el gobernador Jared Polis enviara una carta a la junta solicitando que se considere de inmediato la reglamentación que exige la vacunación contra COVID-19 para todas las personas «involucradas en la atención médica» y personal de apoyo que regularmente entra en contacto y comparte espacios con poblaciones vulnerables, incluyendo a pacientes que buscan atención médica en entornos médicos esenciales y en instalaciones para adultos mayores concentrados».
El gobernador, un demócrata, citó un aumento en los casos de la variante Delta altamente infecciosa de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), para justificar una orden de vacunación.
“La pandemia que enfrentamos hoy es en gran medida una pandemia de personas no vacunadas”, escribió Polis el 17 de agosto. “El Estado puede enfrentar este desafío haciendo que más personas se vacunen y protegiendo a las que están en mayor riesgo”.
La orden de vacunación se implementa al personal y a los trabajadores contratados que trabajan con pacientes o clientes en centros autorizados regulados por la junta, incluidas las residencias de vida asistida, hogares de ancianos, hospitales, hospicios y clínicas comunitarias. No se aplica a médicos particulares, consultorios médicos ni centros de atención de urgencia. Los centros ya no podrán contratar a trabajadores no vacunados después del 31 de octubre.
Según The Denver Post, durante una audiencia virtual de dos horas a la que asistieron al menos 1000 personas, hubo aproximadamente el doble de personas que se pronunciaron en contra del mandato que a favor. Algunos dijeron que la medida podría provocar una escasez de personal si los trabajadores optan por renunciar en lugar de vacunarse contra el COVID-19.
«Si mi trabajo puede obligarme a tomar un fármaco bajo coacción o perder mi trabajo, ¿Qué más me pueden obligar a hacer?», preguntó Lorissa ArgoRay, una enfermera titulada, informó el Post. «En nombre de todos los trabajadores de la salud, nos merecemos algo mejor».
Las personas pueden solicitar exenciones médicas o religiosas a sus empleadores.
Aproximadamente el 30 % de la fuerza laboral de atención médica en los centros y agencias afectadas no está vacunada, según el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del estado.
«Con el incremento de la variante delta, garantizar que todos los trabajadores de los centros de atención médica autorizados estén vacunados es uno de los medios más efectivos que puede tomar el estado para proteger la salud pública, la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de Colorado y poner fin a esta pandemia persistente», dijo el departamento en un comunicado de prensa.
Según The Denver Channel, la junta se reunirá el próximo mes para votar respecto a normas permanentes.
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