La columnista Julie Szego ha cortado lazos con el sindicato de medios de Australia. La renuncia se dio después que el sindicato respaldara una carta conjunta, junto con la emisora pública nacional, para que los periodistas brinden más cobertura del «inmenso y desproporcionado sufrimiento» de la población de Gaza como resultado de la campaña militar israelí.
La Sra. Szego, excolumnista del periódico The Age, dijo que la carta efectivamente pedía a los periodistas distorsionar la verdad y brindar una cobertura favorable a Hamás.
«En antaño se consideraba que un ‘detector de mentiras’ bien afinado era un atributo del buen periodismo, pero ahora demasiados en los medios progresistas lo ven como una herramienta de opresión y un arma de ‘daño'», escribió en el periódico The Australian el 27 de noviembre.
El 24 de noviembre, la Alianza de Medios, Entretenimiento y Artes (MEAA) envió un correo electrónico a sus miembros pidiendo «informes éticos» sobre la guerra entre Israel y Hamás.
«Nos solidarizamos con nuestros miembros que son judíos y musulmanes, y con todos los periodistas que defienden un periodismo ético y preciso en beneficio del interés público», decía el boletín electrónico.
La propia carta en Internet dice que las acciones de Israel, incluida su campaña de bombardeos y el supuesto bloqueo a los medios de comunicación en Gaza, plantearon una amenaza a «la recopilación de noticias y la libertad de prensa de una manera sin precedentes».
«También pedimos el fin de la violencia contra civiles en Gaza, Cisjordania, Israel y el Líbano; que los perpetradores de crímenes contra periodistas y civiles rindan cuentas; y que los líderes de las redacciones australianas sean tan lúcidos en su cobertura de atrocidades cometidas por Israel, como sobre las cometidas por Hamás».
“La verdad por encima de ‘ambos lados’”
La carta, firmada por varios periodistas, así como por la Australian Broadcasting Corporation y el periódico The Guardian, delineaba ocho pasos para mejorar la cobertura de la guerra.
El mensaje incluye un llamado a los periodistas a centrarse en «la verdad por encima del ‘ambos lados'», no necesariamente para cubrir ambos lados del debate, sino para centrarse en hechos y cifras reales.
«El ‘ambos lados’ no es una información equilibrada o imparcial; actúa como una limitación a la verdad al ocultar la enorme escala del sufrimiento humano que actualmente perpetran las fuerzas israelíes», decía la carta.
Otro paso fue aplicar el escepticismo profesional a fuentes militares y gubernamentales israelíes no corroboradas.
«El gobierno israelí también es un actor en este conflicto, con evidencia creciente de que está cometiendo crímenes de guerra y un historial documentado de compartir información errónea», dijo. «La versión de los acontecimientos del gobierno israelí nunca debe informarse palabra por palabra sin contexto o verificación de hechos. Ésta es nuestra responsabilidad básica como periodistas».
La carta también pedía a los periodistas que proporcionaran un «contexto histórico» a los ataques sorpresa de Hamás del 7 de octubre contra Israel que cobraron la vida de 1200 personas, incluidos múltiples informes de violaciones, así como la toma de cientos de rehenes.
«El conflicto no comenzó el 7 de octubre y es responsabilidad de los medios garantizar que las audiencias estén completamente informadas. Las referencias contextuales importantes incluyen la expulsión de ‘cientos de miles de palestinos de sus tierras nativas en 1948 para dar paso al Estado de Israel'», decía la carta, al tiempo que citaba la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel y el encarcelamiento de 5000 palestinos.
Una columnista afirma que la carta pide a los periodistas que favorezcan a Hamás y a Palestina
La Sra. Szego, una autoproclamada judía sionista progresista, dijo que, si bien estaba de acuerdo con los llamados de la carta a la verdad en lugar de simplemente informar sobre ambos lados del debate, en realidad pedía parcialidad.
«Desafortunadamente, sólo se puede llegar a la versión de la verdad de estos periodistas apagando el detector de mentiras y viendo esta brutal guerra como algo más que una confrontación entre un Estado democrático, con todas sus imperfecciones, y un grupo terrorista yihadista dedicado a su destrucción», escribió.
«La carta es un ejercicio orwelliano que exige la ‘verdad’ mientras vende grandes distorsiones de la misma».
Dijo que, si bien se justificaba una cobertura justa del sufrimiento de los habitantes de Gaza, también debería haber cobertura de las acciones provocadoras de Hamás o de sus partidarios palestinos.
La «cobertura completa y justa» implica estimar el número de asistentes y su procedencia, así como tomar nota de las pancartas «Del río al mar» y «Limpiemos el mundo de basura» junto a una imagen de la estrella de David, símbolo del pueblo judío, arrojada al cubo de la basura», afirmó.
“También informamos sobre los renegados convoyes de automóviles y motocicletas pro-palestinos que tomaron la ruta panorámica a través de los suburbios distintivamente judíos de Sydney, y la turba de 200 personas que descendió sobre Caulfield judío [en Melbourne] en respuesta a una acusación aún no probada de que los ‘sionistas’ habían incendiado un negocio propiedad de palestinos».
También discrepó de la presión para tratar a Hamás con el mismo nivel de escepticismo profesional que al gobierno israelí democráticamente elegido.
«Israel ‘aparentemente’ ataca deliberadamente a los periodistas, según la carta; mientras que Hamás, sólo podemos suponer por omisión, respeta ferozmente el Cuarto Poder», dijo.
La Sra. Szego también dijo que informar sobre la historia de las tensiones entre Israel y Palestina debería incluir «el rechazo de los palestinos a la autodeterminación del pueblo judío durante décadas» desde la fundación de Israel en 1947, lo que desató varias guerras entre los estados árabes e Israel.
Dijo que debido a que el público puede ver a través de la propaganda, algunos en los medios están tratando de «reescribir las reglas del periodismo» para favorecer su versión preferida de los acontecimientos.
«La podredumbre, por desgracia, es muy profunda cuando la sección nacional de medios de comunicación del sindicato de periodistas… respalda una carta como ésta», escribió.
«Siguiendo la moda actual de los grandes pronunciamientos, renuncio por la presente a mi afiliación al sindicato de periodistas, el MEAA, porque sea lo que sea de lo que se trate estos días, ya no es periodismo».
Me in today’s Oz. No longer proud to be union.
“In keeping with the current vogue of grand pronouncements, I hereby renounce my membership of the journalists’ union, the MEAA, because whatever it’s about these days, it’s no longer journalism.”https://t.co/ZLEueqoImM— Julie Szego (@JulieSzego) November 26, 2023
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