Continúa la tormenta en las redes sociales luego que se descubrieran videos y comentarios sexuales extremadamente gráficos —incluido uno sobre actos lascivos con niños— de la drag queen que el presidente Joe Biden invitó a la Casa Blanca en diciembre para ayudar a celebrar la promulgación de la Ley de Respeto al Matrimonio.
La drag queen, que responde al nombre de Marti Cummings, insiste en que un comentario que varios miles han interpretado como promoción de actos sexuales con niños ha sido sacado de contexto.
Aunque el posteo del 6 de marzo incluía comentarios demasiado gráficos para publicarlos, Cummings posteó en Twitter que no estaba promoviendo el sexo con niños.
No respondió a las preguntas de The Epoch Times, pero publicó una carta en la que daba las gracias a sus seguidores y condenaba a quienes lo tachaban de pervertido y pedófilo.
«Este peligroso y desalentador aluvión de retórica contra mí continúa mientras el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes celebra una audiencia … sobre el aumento de la violencia y el extremismo anti-LGBT, incluido el papel que la retórica peligrosa, especialmente en las redes sociales, desempeña en el daño y la violencia», escribió Cummings.
La polémica también promovía términos del grupo LGBT, como «dragfobia».
Cummings ha retirado los posteos, pero los conserva en varias páginas de redes sociales junto con videos que hizo antes de aparecer en la Casa Blanca para la promulgación por Biden, el 13 de diciembre, de la Ley de Respeto al Matrimonio.
La medida obliga a los estados a reconocer las licencias matrimoniales expedidas en otros estados a parejas homosexuales.
En uno de los videos, Cummings, que va vestido de travesti y lleva maquillaje y pendientes, habla de su deseo por los genitales masculinos, utilizando términos vulgares, mientras suena música de fondo.
Apareció otro video de Cummings en el que se le ve girando de modo que el vestido que lleva se levanta y deja al descubierto su trasero.
Otros videos también han provocado indignación por el hecho de que Cummings fuera una invitada de la Casa Blanca, incluido uno en el que actúa con un leotardo y unas largas botas negras de charol sobre el mostrador de un bar al son de la canción infantil «Baby Shark».
Los posteos en las redes sociales Facebook y Twitter se cuentan por miles.
Sin embargo, muchos también defendieron a Cummings, con T.J. Mair preguntando: «¿Cuál es el comportamiento ilegal que Marti G. Cummings hizo aquí en el clip de nueve segundos?».
La Casa Blanca no había hecho declaraciones sobre los comentarios y videos anteriores de Cumming y no respondió a las preguntas de The Epoch Times.
Cummings, que participa en varias organizaciones LGBT y que el año pasado presentó sin éxito su candidatura a un escaño en el ayuntamiento de Nueva York, es la última de una larga serie de drag queens y eventos de drag queens que han provocado protestas públicas y propuestas de ley para prohibir este tipo de ocasiones a los niños.
Los republicanos de al menos cuatro estados, entre ellos Texas e Idaho, han presentado leyes que prohíben los shows de drag queens en lugares públicos.
Una gira nacional llamada «A Drag Queen Christmas» ha provocado una especial indignación. Entre sus sketches figura una drag queen con una caja de pechos femeninos muy grandes sujetos a su pecho. Hace bromas sexuales sobre ellos. En otros actos se simulan actos sexuales.
Las autoridades municipales de Chesterfield, Misuri, amenazaron con clausurar el show si no cambiaba su descripción de «todas las edades» y «familiar» a «solo adultos».
En San Antonio (Texas), cuando un grupo cristiano protestó contra el espectáculo, aparecieron contramanifestantes al grito de «la vida trans importa».
El congresista Mike Johnson (R-La.) ha pedido una prohibición federal de los eventos de drag queens en cualquier lugar que haya recibido dinero de los contribuyentes federales para financiarlos. También prohibirá los eventos de drag queens en lugares que gocen de exención fiscal, como las iglesias.
En julio, una iglesia episcopal de Manhattan acogió un espectáculo de drag queen para alumnos de un colegio privado.
Con el título «Ley para detener la sexualización de los niños», el amplio proyecto de ley prohíbe utilizar el dinero de los contribuyentes federales para exponer a los menores a materiales o actos de contenido sexual, como los espectáculos de lectura con drag queens en bibliotecas públicas y escuelas que reciban fondos federales.
«El Partido Demócrata y sus aliados culturales están en una cruzada equivocada para sumergir a los niños pequeños en imágenes sexuales e ideología de género radical», dijo Johnson al anunciar el proyecto de ley.
Los demócratas han contraatacado, acusando a conservadores y cristianos de propagar el odio y promover la violencia contra artistas creativos porque no les gusta su actuación.
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