La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, aplaudió el jueves a Canadá por su decisión de imponer aranceles elevados a algunas importaciones chinas.
En una declaración emitida por su oficina, Tai dijo que Ottawa había dado «un paso importante para garantizar que los trabajadores y las empresas puedan competir de manera justa en las industrias de vehículos eléctricos, acero y aluminio».
El gobierno canadiense acusó al régimen chino de inundar intencionadamente el mercado mundial de vehículos eléctricos (VE) con un exceso de oferta y de no mantener rigurosas normas laborales y medioambientales.
El lunes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció un arancel del 100% sobre los VE fabricados en China, que entrará en vigor el 1 de octubre, y un arancel del 25% sobre los productos chinos de acero y aluminio a partir del 15 de octubre.
Con estas medidas, Canadá se alineará con Estados Unidos, que ha anunciado recientemente los mismos aranceles para los vehículos eléctricos y los productos de acero y aluminio chinos.
La Casa Blanca también aumentó los aranceles sobre otras importaciones chinas, incluidos los semiconductores y las baterías.
El gobierno canadiense anunció que está a punto de lanzar una consulta de 30 días sobre las medidas relativas a baterías, piezas de baterías, semiconductores, productos solares y minerales críticos procedentes de China.
Alabando la decisión de Canadá, Tai dijo que los nuevos aranceles protegerán a los trabajadores y a las industrias clave de las «políticas y prácticas no de mercado, dirigidas por el Estado, injustas y anticompetitivas del régimen chino, que amenazan la existencia de nuestras industrias orientadas al mercado».
La responsable de comercio de Estados Unidos también dijo que Beijing no ha defendido los derechos laborales, no ha hecho cumplir las protecciones medioambientales y no ha promovido una competencia justa y orientada al mercado.
«Estoy deseando trabajar con la ministra Mary Ng mientras Estados Unidos y Canadá continúan, sobre la base de nuestros valores compartidos como democracias de mercado, promoviendo el empleo, la inversión y la prosperidad en Norteamérica, y defendiendo a nuestros trabajadores de las acciones injustas y ajenas al mercado», declaró a continuación.
La decisión del Gobierno canadiense de imponer aranceles elevados a las importaciones chinas se produjo después de que el líder de la oposición, Pierre Poilievre, prometiera hacerlo si el Partido Conservador llegaba al poder, y después de que el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, dijera que Estados Unidos cree que un enfoque coordinado en estas cuestiones «nos beneficia a todos».
Hablando un día antes del anuncio de Trudeau, el Sr. Sullivan destacó la decisión de la Unión Europea de aplicar aranceles a los vehículos eléctricos chinos y la preocupación del G7 por el exceso de capacidad china, que el líder chino Xi Jinping negó previamente.
La Comisión Europea anunció la imposición de aranceles provisionales a las importaciones de vehículos eléctricos de batería (BEV) procedentes de China tras una investigación de ocho meses en la que se descubrió que «la cadena de valor de los BEV en China se beneficia de subvenciones injustas, lo que está causando una amenaza de perjuicio económico a los productores de BEV de la UE».
Las tasas se fijaron inicialmente entre el 17.4% y el 37.6%. La semana pasada, el bloque declaró su intención de revisarlos a la baja hasta situarlos entre el 17% y el 36.3%.
También tiene intención de dar luz verde a un tipo impositivo individual del 9% para los vehículos eléctricos Tesla fabricados en China, tras aceptar que la empresa estadounidense no recibe tantas subvenciones en China.
Se espera que la Comisión Europea concluya su investigación antisubvenciones con las decisiones finales previstas para noviembre.
A principios de este mes, el régimen chino impugnó la decisión provisional de la Unión Europea y solicitó una consulta a la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre si cumplía las normas comerciales mundiales.
En respuesta, la Comisión Europea dijo que la denuncia no afectará a su investigación en curso sobre las subvenciones chinas y que «confía en la compatibilidad con la OMC de su investigación y sus medidas provisionales».
En julio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dieron a conocer medidas para cerrar los vacíos legales que permiten a México convertirse en una puerta trasera para la entrada de productos chinos de acero y aluminio en Estados Unidos.
Según el plan, México está exigiendo a los importadores que faciliten más información sobre el país de origen de los productos siderúrgicos, en tanto, solo los productos fundidos y colados en México podrán exportarse libres de aranceles a Estados Unidos.
El anuncio se produjo después de que México aumentara los aranceles sobre una serie de productos, incluidos el acero y el aluminio, importados de China y otros países que no tienen un Tratado de Libre Comercio con México.
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