El número de niños estadounidenses que enferman en Estados Unidos por comer golosinas con marihuana aumentó en los últimos cinco años, según un nuevo estudio publicado en la Academia Americana de Pediatría (AAP), lo que coincide con la legalización del consumo de la hierba en más lugares del país.
El estudio consistió en un análisis retrospectivo del Sistema Nacional de Datos de Envenenamiento (NPDS) de niños menores de seis años que estuvieron expuestos a productos comestibles de marihuana entre 2017 y 2021. Durante este período se encontró, que hubo 7043 exposiciones. El número de casos pasó de 207 niños en 2017 a 3025 niños afectados en 2021, un aumento del 1375 %. La gran mayoría de los casos, casi el 98 % del total, se produjeron en un entorno residencial.
De todos los incidentes reportados, el 22.7 % de los niños fueron hospitalizados. Los investigadores constataron un «aumento significativo» en ambos tipos de ingresos, tanto a la unidad de cuidados intensivo (UCI) como sin cuidados intensivos.
El número de pacientes que fueron tratados y dados de alta disminuyó durante los años de COVID-19, de 2020 a 2021, en comparación con los años pre-COVID, de 2017 a 2019. El estudio encontró que tanto los efectos mayores como los moderados del consumo de comestibles de marihuana «aumentaron significativamente» en los años previos a la pandemia.
«Ha habido un aumento consistente a las exposiciones pediátricas a la marihuana comestible en los últimos cinco años, con el potencial de toxicidad significativa. Es importante que los proveedores sean conscientes de esto en su ejercicio, lo cual presenta una importante oportunidad para la educación y la prevención», señala el estudio.
Efectos sobre la salud
Según el estudio, el síntoma más común entre los niños expuestos a la marihuana fue la depresión del sistema nervioso central (SNC), en un 70 % de los casos; seguido de taquicardia, en un 11.4 %; vómitos, en un 9,5 %; ataxia, en un 7.4 %; agitación, en un 7,1 %; confusión, con un 6.1 %; y midriasis, en un 5.9 %.
La taquicardia es un trastorno en el que la frecuencia cardíaca es superior a 100 latidos por minuto, mientras que la ataxia se refiere a un control muscular deficiente debido al cual los movimientos voluntarios se vuelven torpes. La midriasis es la dilatación de la pupila.
En 2017, la marihuana comestible contribuyó a solo 0.2 casos por cada 1000 casos pediátricos del Sistema Nacional de Datos de Envenenamiento (NPDS). Estos aumentaron a 3.6 casos por 1000 en 2021. El estudio encontró que los niños de 2 años constituían el mayor número de pacientes, alcanzando un 27.7 % de los casos, seguidos por los niños de tres años con un 24.6 %.
«Mi mayor temor es que si empiezan a una edad mucho más temprana, tienen más posibilidades de volverse adictos. Si fuman a una edad temprana, pueden llegar a reducir su coeficiente intelectual en ocho puntos y este cociente intelectual no es algo que se pueda recuperar», declaró a Fox News la doctora Cathy Ward, de Big Apple Pediatrics.
Legalización, mayores riesgos para los niños
En 2017, 30 estados norteamericanos, junto con el Distrito de Columbia, legalizaron la marihuana con fines medicinales. De ellos, ocho estados, más el Distrito de Columbia, permitieron el uso recreativo para adultos.
En mayo de 2022, 39 estados, incluido el Distrito de Columbia, permitieron el uso medicinal de la marihuana. En cuanto al uso recreativo, 18 estados, incluido el Distrito de Columbia, lo permitieron.
Se cree que una razón clave por la que los niños se vean tan afectados por los comestibles de marihuana es el hecho de que sin saberlo tienden a consumir más de la dosis recomendada. Los comestibles suelen contener varias dosis en una sola golosina o envase, y los envases suelen estar destinados al consumo de adultos.
Por ejemplo, una tableta de chocolate puede contener varias raciones. Es menos probable que un niño sepa que tiene que parar después de dar un solo mordisco. Al ser de menor tamaño, los niños acaban consumiendo una dosis más alta de miligramos de marihuana por kilogramo, lo que les pone inmediatamente en peligro.
En una entrevista con The Washington Post, el toxicólogo Kevin Osterhoudt, director médico del Centro de Control de Intoxicaciones del Hospital Infantil de Filadelfia, confirmó que han observado un aumento de estos casos entre los niños.
«Para los médicos que trabajaron desde el año 2000 hasta el año 2015, era bastante inusual ver alguna vez a niños envenenados por comestibles de marihuana», dijo el Dr. Osterhoudt. «En 2015, empezaron a ver estos casos y ahora son cada vez más comunes».
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