Un juez de la Corte Superior de Georgia escuchó las declaraciones iniciales de los abogados el viernes en un juicio sin jurado en curso sobre un inmigrante ilegal que presuntamente mató a la estudiante de enfermería de Athens, Georgia, Laken Riley.
El sospechoso Jose Ibarra, de Venezuela, tenía 26 años cuando entró en el país 18 meses antes del asesinato en febrero de 2024 de la joven de 22 años en la Universidad de Augusta.
Renunció a su derecho a un juicio con jurado el martes, lo que llevó al juicio sin jurado ante el juez de la Corte Superior del Condado de Athens-Clarke, H. Patrick Haggard, el viernes.
La fiscal especial Sheila Ross presentó el argumento de que el sospechoso golpeó a Riley en la cabeza y la estranguló con la intención de agredirla sexualmente. Ross ha pedido que Ibarra sea condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.
Ross alegó que Ibarra se vistió de negro la mañana del 22 de febrero de 2024 y «fue a la caza de mujeres en el campus de la Universidad de Georgia (UGA)».
«Y en su cacería, se encontró con Laken Riley, de 22 años, en su trote matutino, y cuando Laken Riley se negó a ser su víctima de violación, la golpeó el cráneo con una roca, repetidamente», dijo. «De eso se trata este caso».
Dijo que la evidencia mostrará que Riley «luchó por su vida», y en esa lucha hizo que el sospechoso dejara evidencia forense.
«Ella también marcó a su asesino para que todo el mundo lo viera», dijo Ross. «La evidencia forense que dejó atrás en esta pelea es su ADN y solo su ADN debajo de las uñas derechas de Laken».
Añadió que el sospechoso también dejó la huella de su pulgar en el teléfono de Riley, que fue arrojado desde la escena del crimen.
Riley desapareció después de esa mañana, lo que llevó a una búsqueda durante la cual se descubrió su cuerpo a lo largo de su ruta a la 1 p.m. del 22 de febrero.
El jefe de policía de la UGA, Jeff Clark, lo calificó de «crimen de oportunidad» en el que el sospechoso vio a Riley, «y pasaron cosas malas», dijo.
El vídeo del campus condujo a los agentes de seguridad hasta Ibarra, que vivía en un complejo de departamentos de la universidad.
Ibarra ha sido acusado de homicidio malicioso, homicidio culposo, agresión agravada, asalto agravado, detención ilegal, secuestro, obstrucción al 911 y ocultación de una muerte.
Según la información que figura en la declaración jurada, el sospechoso cometió «el delito de agresión agravada cuando maliciosamente causa daño corporal a otra persona al desfigurar gravemente su cuerpo o un miembro del mismo al desfigurar su cráneo».
Además, el cargo de ocultación de la muerte de otro implicaba que el sospechoso «arrastró a la víctima a una zona apartada».
Los registros judiciales informaron que el Departamento de Policía del Condado de Athens-Clarke pudo localizar al sospechoso a través de las imágenes de las cámaras de vigilancia en febrero de 2024.
Finalmente, se descubrió después de una búsqueda en su apartamento y un análisis de su identificación que había ingresado ilegalmente al país cerca de Eagle Pass, Texas, y fue aprehendido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
«Ibarra fue devuelto a México por la CBP ese mismo día», informaron los registros judiciales . «Sin embargo, Ibarra volvería a entrar ilegalmente a Estados Unidos solo 27 días después».
Ibarra finalmente emigró a Atenas, donde «tuvo contacto frecuente con agentes de la ley locales» a través de arrestos por conducir ebrio y robo en tiendas, según los registros judiciales.
También se sabía que estaba afiliado a la banda venezolana Tren de Aragua, que «ha estado implicada en recientes enfrentamientos violentos con las fuerzas policiales y con víctimas civiles en Nueva York y en otros lugares de Estados Unidos», según los registros judiciales.
Tren de Aragua también tiene una presencia significativa en Texas, Illinois, Florida y Georgia.
La muerte de Riley pone de relieve la división entre los legisladores demócratas y republicanos sobre las leyes de inmigración.
El presidente electo Donald Trump dijo que su elegido para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Tom Homan —a quien se refirió como el «zar de la Frontera»— «estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales de vuelta a su país de origen».
Con información de The Associated Press
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