El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes ha aprobado la prohibición de enviar fondos al Instituto de Virología de Wuhan, el laboratorio chino en el centro de la controversia sobre el origen del virus que desencadenó la pandemia de COVID-19.
En una votación verbal del 30 de junio, los miembros del Comité adoptaron una enmienda presupuestaria para el año fiscal 2023 (pdf) que excluye explícitamente cualquier financiación al laboratorio de Wuhan, que algunos legisladores estadounidenses sostienen que es donde se originó el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el patógeno que causa el COVID-19.
«Ninguno de los fondos disponibles en virtud de esta ley podrá destinarse al Instituto de Virología de Wuhan ni a ningún otro laboratorio situado en un país que el secretario de Estado considere un adversario extranjero, incluidos China, Rusia, Corea del Norte e Irán», dice la enmienda, propuesta por la presidenta del Comité de Asignaciones, la representante Rosa DeLauro (D-Conn.).
El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes aprobó posteriormente el proyecto de ley de Trabajo, Salud y Servicios Humanos, Educación y Agencias Relacionadas para el año fiscal 2023, que incluirá la enmienda, en una votación de 32 a 24. El proyecto de ley se somete ahora a una votación en ambas cámaras antes de dirigirse al escritorio presidencial para ser firmado.
Aunque el comité dijo en un comunicado que la enmienda de DeLauro introducía cambios «técnicos y no controvertidos» en el proyecto de ley, la inclusión de la instalación de Wuhan es digna de mención, ya que envía una señal de que los legisladores están atentos a la controversia que rodea a los dólares de los contribuyentes estadounidenses que se canalizan al laboratorio.
La medida fue elogiada por la organización sin ánimo de lucro White Coat Waste Project (WCW), que afirmó en un comunicado que esta «legislación histórica» se debe en parte a los esfuerzos de presión e investigación de la WCW sobre lo que describió como «experimentos crueles y derrochadores con animales en países considerados ‘adversarios extranjeros'».
La organización sin ánimo de lucro también afirmó que «una abrumadora mayoría de estadounidenses quiere desfinanciar los laboratorios de animales dirigidos por nuestros adversarios», citando una encuesta que mostraba que el 64 por ciento de los encuestados estadounidenses respaldaba esta opinión.
Según WCW, actualmente hay 32 laboratorios de animales en Rusia y China que pueden recibir dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Polémica por la financiación del laboratorio de Wuhan
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) concedió un total de 1.1 millones de dólares al Instituto de Virología de Wuhan (WIV) entre octubre de 2009 y mayo de 2019, según reconoció la agencia en una carta de mayo de 2021 (pdf) dirigida al representante Guy Reschenthaler (R-Penn.).
Reschenthaler alegó que la financiación se utilizó para un estudio que utilizó la investigación de ganancia de función para crear «un virus híbrido, hecho por el hombre, mediante la inserción de una proteína espicular de un coronavirus salvaje en una columna vertebral del SARS-CoV adaptada a un ratón, que podría infectar las vías respiratorias humanas».
La agencia dijo que los fondos se canalizaron a través de EcoHealth Alliance y que estaban destinados a avanzar en la investigación de virus críticos que podrían suponer una amenaza para los seres humanos. También negó las afirmaciones de que el dinero se utilizó para la investigación de ganancia de función, que busca aumentar la letalidad viral.
«USAID nunca autorizó ni financió ningún trabajo que tuviera como objetivo aumentar la capacidad de los agentes infecciosos para causar enfermedades mediante la mejora de su patogenicidad o el aumento de su transmisibilidad (investigación conocida como estudios de «ganancia de función») en el WIV», dijo la agencia en la carta.
En febrero de 2021, Reschenthaler presentó un proyecto de ley que pretendía prohibir la financiación a EcoHealth Alliance, que fue remitido al Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, donde se ha estancado.
«Prueba irrefutable» de la filtración del laboratorio
En agosto de 2021, un informe elaborado por legisladores republicanos señalaba una «prueba irrefutable» a favor de la teoría de que el virus que causó la pandemia de COVID-19 se filtró desde el laboratorio de Wuhan.
Las autoridades chinas han negado la afirmación de la fuga del laboratorio, insistiendo en que el virus dio un salto natural de los animales a los humanos.
El representante Mike McCaul (R-Texas), dijo en su testimonio ante los republicanos del Subcomité Selecto para Coronavirus que las pruebas apuntan a una fuga del laboratorio como el origen probable del virus, diciendo que «es hora de descartar completamente el mercado húmedo como la fuente del brote» y «la preponderancia de la evidencia de que vino del laboratorio es muy convincente».
Las agencias de inteligencia de EE. UU. dijeron más tarde en un informe que tanto un origen natural como una fuga de laboratorio son hipótesis plausibles en cuanto al origen de la pandemia, pero la falta de pruebas hace imposible una conclusión definitiva en cualquier sentido.
Es una opinión que McCaul repitió en su testimonio.
«Desgraciadamente, es posible que nunca lo sepamos con certeza porque el Partido Comunista Chino hizo todo lo posible por encubrir este brote», dijo.
«Detuvieron a los médicos para silenciarlos. Hicieron desaparecer a los periodistas. Destruyeron muestras de laboratorio. Ocultaron el hecho de que había pruebas claras de la transmisión de persona a persona. Y se han negado a permitir una verdadera investigación sobre los orígenes».
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