La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) celebró una audiencia virtual el 14 de diciembre para analizar las violaciones de la libertad religiosa cometidas por el Partido Comunista Chino (PCCh) en China y en el extranjero, al mismo tiempo que puso de relieve cómo Beijing avanza en su represión a través de la tecnología y amplifica su influencia maligna en el extranjero a través de los grupos de presión. Cinco expertos de organizaciones de derechos humanos ofrecieron sus puntos de vista.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, los testigos expertos ofrecieron un momento aleccionador al responder afirmativamente a todas las preguntas planteadas por el comisionado del USCIRF, Frank Wolf.
«¿Es correcto decir que las cámaras Hikvision están en los campos que persiguen a los uigures?».
«¿Estamos de acuerdo en que existe un genocidio contra los uigures?».
«¿Es correcto decir que Hikvision tiene a exmiembros del Congreso cabildeando para ellos?»
Cabildeo
«También me preocupa mucho la influencia maligna de China aquí en Estados Unidos, más insidiosamente a través de sus actividades de lobby en el Capitolio», dijo el comisario Wolf sobre las actividades de lobby del PCCh en su discurso de apertura. «Estoy muy decepcionado por el hecho de que algunos exmiembros del Congreso hayan decidido trabajar como agentes de presión para el gobierno chino y sus empresas estatales, como Hikvision e iFlytek, sospechosas de complicidad en la persecución de los musulmanes uigures en Xinjiang. Su implicación en tales esfuerzos es sencillamente escandalosa».
Zack Smith, miembro jurídico de la Fundación Heritage, afirmó que el PCCh no solo ha estado aumentando su influencia en Estados Unidos mediante actividades de presión, sino que también «ha intentado influir en las políticas estadounidenses a nivel estatal y local».
«Un reciente informe de la Fundación Heritage deja claro que los intentos de China de influir en los gobiernos estatales y locales llevan décadas produciéndose y están muy extendidos», afirmó Smith. «Nunca antes en la historia de nuestra nación ha tenido un adversario extranjero incursiones tan profundas en la política estatal y local de Estados Unidos».
Tecnoautoritarismo
En su discurso de apertura, Nury Turkel, presidente del USCIRF, dijo: «Los musulmanes uigures, por ejemplo, llevan mucho tiempo siendo víctimas del tecnoautoritarismo y la represión transnacional de China».
Afirmó que el régimen chino «ha utilizado tecnología de vigilancia avanzada como parte integral de su represión en Xinjiang». Las empresas tecnológicas chinas, tanto las estatales como las privadas, como Huawei y otras, desempeñan un papel vital a la hora de facilitar y aplicar las políticas opresivas del PCCh en la región uigur.
Yaqiu Wang, investigador principal de China en Human Rights Watch, dijo que desde 2016 bajo el jefe del PCCh, Xi Jinping, la represión religiosa de China se intensificó, y que «la censura y la vigilancia con la tecnología son esenciales para la represión religiosa en China».
La app WeChat proporciona una poderosa herramienta para que el régimen chino censure y vigile a los chinos en el extranjero. «Casi todo el mundo que tiene un teléfono inteligente en China tiene que utilizar esta app», explicó, porque el régimen chino ha prohibido muchas redes sociales y aplicaciones de mensajería internacionales.
«Así que cualquiera fuera de China que quiera conectar con alguien en China tiene que usar WeChat», dijo, añadiendo que entonces caen en la «máquina de censura y vigilancia» del régimen.
Wang también dio ejemplos de empresas tecnológicas estadounidenses que contribuyen a la represión del régimen chino.
«En 2021, Apple retiró una popular aplicación del Corán y de la Biblia de la App Store de China a petición de funcionarios chinos. … Apple, a lo largo de los años, ha retirado cientos de VPN, obstaculizando seriamente la capacidad de los usuarios en China para acceder a información libre».
En diciembre de 2017, Human Rights Watch reveló que la empresa médica estadounidense Thermo Fisher Scientific había vendido secuenciadores de ADN a la policía de Xinjiang. Poco más de un año después, a principios de 2019, Thermo Fisher Scientific anunció que pondría fin a las ventas.
Wang dijo que más tarde también descubrieron que Thermo Fisher Scientific también vendió la tecnología a la policía en el Tíbet.
Ella dijo: «Los practicantes de Falun gong continúan enfrentando una severa represión. En enero, un practicante [de Falun Gong], Xu Na, fue condenado a ocho años de prisión por el mero hecho de enviar información sobre la restricción de COVID-19 a un sitio web extranjero afiliado a Falun Gong».
Bob Fu, presidente y fundador de la Asociación ChinaAid, destacó el «aumento de la opresión y el control de los cristianos» a través de la tecnología.
«El tecnoautoritarismo en China ha comenzado a alcanzar un nuevo extremo bajo Xi Jinping», afirmó Fu, añadiendo que la nueva regulación de las redes sociales en China prohíbe a individuos y organizaciones «publicar cualquier información religiosa en Internet a menos que obtengan permiso del gobierno a nivel provincial».
Dijo que el contenido publicado debe ajustarse a la agenda política del PCCh, y debe animar a otros a «amar al país y cumplir la ley».
Matrimonio interétnico forzado
Louisa Greve, directora de Global Advocacy del Uyghur Human Rights Project (UHRP), destacó un aspecto del genocidio del PCCh contra los uigures.
«UHRP ha publicado un informe sobre el matrimonio interétnico interreligioso forzado e incentivado. Encontramos amplia documentación de que los funcionarios de la región uigur habían recibido instrucciones de promover el ‘contacto, intercambio y mezcla’ interétnicos, al igual que en el Tíbet».
Greve mostró una foto de boda del informe del UHRP en la que aparecen una novia uigur y un novio han posando con funcionarios del pueblo. Llevaban carteles con la recompensa de 10,000 yuanes (1434 dólares) que la pareja recibe como incentivo por el matrimonio interétnico.
«El presupuesto de estos pagos aparece en documentos del gobierno del condado», dijo Greve.
La opresión está en su ADN
En un video pregrabado, el senador Marco Rubio (R-Fla.) señaló que «el PCCh lleva atacando la libertad religiosa desde su fundación hace un siglo. La opresión está en su ADN».
«Hoy el ataque de Beijing es más violento y sistemático que nunca. … Los agentes del partido también tienen en el punto de mira a los creyentes de etnia china aquí en Estados Unidos, porque creen que la fe socava la legitimidad del partido comunista», afirmó.
«Se trata de una amenaza para la seguridad nacional estadounidense y los derechos humanos básicos. Debemos hacer todo lo posible para contrarrestarlo».
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