Las comisiones del Senado mexicano aprobaron el domingo el dictamen de reforma al Poder Judicial, la cual busca la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia.
El pasado miércoles, la iniciativa de reforma se aprobó en la Cámara de Diputados con 357 votos a favor, 130 en contra y 0 abstenciones. Esto abrió paso para su discusión y posible aprobación en el Senado.
El proyecto de decreto fue aprobado el 9 de septiembre en las comisiones unidas de puntos constitucionales y estudios legislativos del Senado tras más de ocho horas de discusión.
Durante la discusión, se rechazaron las reservas que tenían el propósito de eliminar «la creación del Tribunal de Disciplina Judicial y modificar temas relativos al juicio de amparo, financiamiento para campañas de los candidatos a ministros y magistrados, carrera judicial, presupuesto para los nuevos órganos que plantea la reforma, principios de transparencia, imparcialidad e independencia del Poder Judicial».
Con esta aprobación en las comisiones, el proyecto de decreto pasará el 10 de septiembre al Pleno del Senado para su primera lectura.
Además de la elección popular de las personas juzgadoras, la reforma también contempla la reducción de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a 9 integrantes, reduce su período de encargo de 15 a 12 años, elimina dos salas de la SCJN, suprime el haber de retiro de los ministros, y ajusta sus remuneraciones al tope máximo establecido para el presidente de la república.
Protestas por la reforma
La aprobación de la reforma ocurrió en medio de protestas a favor y en contra en la Ciudad de México. Los inconformes señalaron que protestaron para presionar a los senadores mexicanos para que no aprueben la reforma mientras que la contraparte lo hizo en favor de la iniciativa del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
La protesta en contra de la reforma estuvo conformada por trabajadores del Poder Judicial, organizaciones civiles como el Frente Cívico Nacional que fue conocido por las protestas de Marea Rosa, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, y el ministro en retiro José Ramón Cossío.
Mientras que aquellos que respaldaron la reforma fueron estudiantes quienes hicieron un flashmob con los rostros de los ministros para expresar su descontento con los sueldos y presuntos actos de corrupción.
El Senado comenzó su nuevo período de sesiones el domingo con 85 de los 128 escaños en manos de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México. Esto significa que Morena y sus aliados solo necesitan un voto para alcanzar la mayoría calificada, de dos tercios de la Cámara alta, para modificar la Constitución.
Sin embargo, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, anunció este 9 de septiembre que aprobaran la reforma con 85 senadores ya que consideró son la mayoría calificada y una vez aprobado con ese número, lo mandarán a los congresos estatales para su aprobación.
«Ganamos la elección el 2 de junio, el pueblo nos dio un mandato de hacer esa reforma, el paquete de reformas presentado por el compañero presidente López Obrador», dijo el senador agregando que «la discusión ha terminado».
Por su parte, la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, presentó el domingo una contrapropuesta de reforma judicial en la que se expresa la visión de la Judicatura, los legisladores, organizaciones de la sociedad civil, la academia, estudiantes y víctimas de violencia.
“Esta propuesta parte de un ejercicio amplio de escucha y diálogo con todos los actores de los sistemas de seguridad y justicia federal y locales así como con legisladores, organizaciones de la sociedad civil, academia, estudiantes y víctimas de violencia”, dijo Piña.
El documento contempla promover la desmilitarización, fortalecer el acceso de las autoridades en labores de seguridad, promover la justicia penal, acceso a la justicia y derechos humanos, acceso a la justicia frente al fenómeno de la desigualdad, procesos y recursos judiciales efectivos, la creación de la Ley General de Defensorías Públicas, entre otros.
«La demolición del Poder Judicial no es la vía, como se pretende. Si tenemos el valor y la voluntad real, hoy mismo, podríamos dar pasos firmes para hacer los cambios profundos y necesarios para construir la paz, la justicia, y la reparación que México tanto necesita», señaló la ministra presidenta.
Con información de EFE
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