El Comité Olímpico Internacional (COI) rechazó un llamado de los activistas de Hong Kong en Australia para que los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 se celebren fuera de China, en un país que no esté manchado por el genocidio y las violaciones de los derechos humanos.
Australia-Hong Kong Link, un grupo de apoyo a la democracia, la libertad, el estado de derecho y los derechos humanos en Hong Kong, declaró a The Epoch Times que, aunque los Juegos Olímpicos de Invierno son un acontecimiento importante para los atletas, China no es un país anfitrión adecuado dados los abusos de los derechos humanos del régimen comunista y la falta de respeto por otras naciones.
«Se supone que los Juegos Olímpicos son un evento que significa y promueve la cohesión en la sociedad global. Con la actitud y los comportamientos mostrados por Beijing en los últimos tiempos, está claro que estos no son valores que tenga como prioridad mantener», dijo un portavoz de Australia-Hong Kong Link. «Permitir que Beijing siga siendo el anfitrión de los próximos juegos es condonar sus acciones al proporcionarle tanto beneficios económicos como una aprobación internacional simbólica».
El grupo dijo que el COI debería boicotear a Beijing como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno y trasladar los Juegos a otro lugar que no se viera empañado por estas cuestiones.
El COI respondió indicando que ellos habían planteado los derechos humanos y otras cuestiones relacionadas con los Juegos a funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) en China.
«Estas cuestiones fueron y son planteadas al gobierno y a las autoridades locales. Hemos recibido garantías de que se respetarán los principios de la Carta Olímpica en el contexto de los Juegos. Nosotros seguiremos discutiendo los temas relacionados con los Juegos con los organizadores como parte del proceso de preparación de los mismos», dijo un portavoz del COI en una declaración a The Epoch Times,
Citando una declaración del COI de hace veintiún años sobre su elección de China como sede de los Juegos Olímpicos de 2008, el portavoz del COI dijo que el COI y los Juegos deben permanecer neutrales cuando se trata de cuestiones políticas mundiales, dado que los Juegos son el único acontecimiento que reúne al mundo entero para participar en una competición pacífica.
«Estos son el símbolo más poderoso de la unidad en toda nuestra diversidad que el mundo conoce. En nuestro frágil mundo, el poder del deporte para unir al mundo entero, a pesar de todas las diferencias existentes, nos da a todos la esperanza de un futuro mejor», dijo el COI. «Conceder los Juegos Olímpicos a un Comité Olímpico Nacional (CON) no significa que el COI esté de acuerdo con la estructura política, las circunstancias sociales o las normas de derechos humanos de su país».
El portavoz del COI dijo que defiende los derechos humanos consagrados tanto en los Principios Fundamentales de la Carta Olímpica como en su Código de Ética y señaló que los boicots a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984 solo perjudicaron a los atletas a los que se les impidió asistir.
«Estos dos boicots destruyeron los sueños y las carreras de miles de atletas de todo el mundo y privaron a esos atletas de sus derechos, pero nunca lograron ninguno de los objetivos políticos que pretendían los gobiernos», dijo el COI.
Sin embargo, un experto en China cuestionó la pretensión de neutralidad del COI.
Gordon Chang, autor de «The Coming Collapse of China», señaló en una reciente entrevista con The Epoch Times que el COI ya había empleado los Juegos como vehículo para simbolizar la desaprobación internacional en 1964, cuando el COI prohibió a Sudáfrica participar en los Juegos Olímpicos de verano de 1964 en Tokio, debido a sus políticas de apartheid.
Las políticas del gobierno implicaban que solo los atletas sudafricanos blancos podían representar al país.
Chang dijo que se debería prohibir a China de forma similar, ya que «una población importante de China no puede participar en el deporte» porque son perseguidos o están recluidos en campos de reclusión.
«No necesitamos otros Juegos Olímpicos de 1936», dijo Chang, en referencia a cuando la Alemania nazi organizó los Juegos. «No necesitamos otras Olimpiadas de 2008, que básicamente promovieron el totalitarismo con esas espantosas exhibiciones. No necesitamos volver a hacer esto».
Existe una creciente presión internacional sobre el COI por parte de políticos y grupos de derechos humanos de Reino Unido, Estados Unidos y Canadá para que traslade los Juegos Olímpicos a una sede alternativa o boicotee el evento.
La exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo en un reciente artículo de opinión para Fox News que «ignorar las acciones malvadas de China no es una forma de detener esas acciones en el futuro, y mucho menos de avanzar en otras cuestiones críticas de seguridad y económicas».
«Si Estados Unidos boicotea los Juegos Olímpicos de Invierno, enviará un mensaje inequívoco de que la tiranía y las amenazas de China son inaceptables», dijo Haley. «Esto demostrará que las acciones tienen consecuencias».
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