El régimen cubano restringió a inicios de este mes las operaciones de cobros en efectivo hasta por 5000 pesos cubanos para los cubanos para priorizar los pagos electrónicos, en un intento por controlar la inflación. Sin embargo, algunos expertos señalan que esta medida afectaría a los cubanos más vulnerables y a las empresas privadas.
La medida, anunciada por el Banco Central de Cuba (BCC), que entró en vigor la primera semana de agosto, priorizará los pagos electrónicos para minimizar la circulación de efectivo que es utilizado en el país tanto entre personas como en las empresas. Además, el anuncio se dio en un momento en el que un número de cajeros automáticos en la isla no dispone de billetes.
Las empresas podrán sacar hasta 5000 pesos en cajeros automáticos, cerca de USD 42 al cambio oficial ajustado el año pasado—en caso de que los cajeros tengan efectivo— ya que expertos señalan que actualmente se puede retirar hasta 3000 pesos cubanos, unos USD 25, de los cajeros automáticos.
El doctor cubano en ciencias económicas, Pavel Vidal, explicó a NTD en Español, medio afiliado a The Epoch Times que esta medida afectaría a las familias y al sector privado, ya que desde hace dos años han crecido el número de micro, pequeñas y medianas empresas en Cuba.
«Ese sector trabaja bastante en la informalidad porque no tiene, por ejemplo, acceso a divisas formales y necesita de estos billetes para su operaciones de cambio de monedas», dijo Vidal. «Entonces afecta directamente al sector privado y también afecta a las familias, a los jubilados que cuando van a los cajeros automáticos o van a los bancos, pues no reciben todo el dinero que ellos necesitan».
El economista explicó que la medida tomada por el BCC del régimen se debe a que la isla desde hace tres años tiene una inflación muy alta, mientras que la demanda de efectivo de billetes y monedas en circulación ha aumentado. Por lo que el Banco Central del régimen «se ha quedado sin la capacidad de emitir los billetes que la población efectivamente necesita», explicó.
Por su parte, Jesús Reyes, un joyero, dijo a Reuters que los 5000 pesos que pueda sacar del cajero no le alcanzan para realizar su trabajo.
«Cualquier insumo que compro se pasa de los 5000 pesos [cubanos], cualquier insumo, una herramienta, material, cualquier cosa que necesito comprar, no alcanza», dijo. «Una sola caja de pollo vale 5000 o 7000 pesos. Si compras la caja de pollo y no puedes sacar más dinero del cajero, porque solo son 5000 pesos al día. Y no puedes sacar más, tienes que esperar otro día».
Los economistas señalan que la medida también está afectando a los cubanos más vulnerables, sobre todo a los adultos mayores, ya que posiblemente no cuenten si quiera con un teléfono inteligente o en el mejor escenario, no saben usarlo.
La economista cubana, Tamarys Bahamonde, dijo a EFE que la reducción del efectivo afecta a “los más vulnerables» y a aquellos que «no tienen un teléfono celular inteligente; estamos hablando de ancianos pensionados que sí necesitan el efectivo”.
Cuba es de los países más envejecidos de la región. El 21.6 % de los isleños tenía más de 60 años al cierre de 2022, según datos oficiales.
El economista cubano Omar Everleny dijo a EFE que reconoce que el comercio electrónico es útil, sin embargo «en Cuba no están creadas las condiciones», ya que «la población cubana llegó tarde a este proceso». Teniendo a gran parte de la población muy envejecida, y que además «no está familiarizada con el uso de transfermóvil [banca móvil] o enzona [plataforma de comercio electrónico]”.
Otras advertencias que señalan los economistas es que la falta de flujo de dinero puede provocar más carencias en la población y aumentará los costos al consumidor final.
Everleny advirtió que dicha bancarización del dinero cubano podría provocar un recorte de las importaciones por parte del sector privado y con ello se avecinarían «más carencias porque necesitan efectivo para comprar los insumos en el exterior”.
Vidal, por su parte, dijo a Reuters que la falta de acceso al efectivo por parte de las empresas privadas finalmente tendría repercusión en el consumidor.
«La medida no beneficia a los bancos y no es antiinflacionaria, sino que podría aumentar los precios finales para los consumidores porque las empresas que necesitan efectivo estarían trasladando este costo adicional para el manejo de efectivo porque va a haber un mercado informal de efectivo donde el efectivo tendrá un precio», dijo el economista.
Con información de NTD en Español y de EFE.
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