El cambio es estresante para todos nosotros. Por lo tanto, no es una sorpresa que, en general, la gente tenga dificultades para hacer frente a las restricciones de COVID-19. Ninguno de nosotros sabe exactamente cómo hacer frente a las consecuencias de esta situación sin precedentes.
Mientras que los adultos encuentran difícil este confinamiento forzoso, los adultos jóvenes que estaban a punto de embarcarse en un nuevo capítulo de sus vidas encuentran la interrupción de los acontecimientos de la vida normal particularmente estresante.
No solo están perdiendo cosas como bailes o ceremonias de graduación, sino que también se están perdiendo otros eventos que podrían alterar sus vidas: el campeonato de atletismo por el que habían trabajado duro todo el año solo para poder competir; el examen del conservatorio para evaluar cuánto habían mejorado sus habilidades musicales; o el trabajo de verano que les ayudaría a ganar dinero y elaborar un currículum para un futuro empleo.
Hitos del desarrollo
Y ahora, el peor corte de todos, en muchos casos, no hay clases de otoño en persona en la universidad. Esto significa que no hay inicio formal en la clase de primer año de 2020 para los estudiantes.
Significa no tener que decidir qué recuerdos personales llevar al salir de casa o no despedirse llorando con los padres. Para aquellos que planean vivir en casa, significa no empacar cuidadosamente la mochila para el primer día de orientación en el campus y no crear lazos con los compañeros de clase. Ahora, este próximo capítulo probablemente sucederá en su actual dormitorio, virtualmente.
Estos hitos del desarrollo ayudan a los jóvenes adultos a marcar su progreso en la transición de niño a adulto, y sin embargo, ahora, estos importantes eventos han sido archivados —al menos hasta que la pandemia termine.
Nuestro centro cuenta con un programa de transición online para estudiantes con discapacidades de aprendizaje o de salud mental que van a ir a la universidad el próximo otoño. Estamos escuchando mucho de estos estudiantes sobre el estrés que los actuales cierres y el distanciamiento social les están causando. En mi papel de directora clínica del Centro Regional de Evaluación y Recursos de la Universidad de Queen en Kingston, Canadá, escucho a diario cómo la pandemia está afectando la salud mental de los estudiantes de último año de preparatoria.
No fue para lo que se inscribieron
Esta interrupción ha significado no solo que tienen que cambiar la forma en que aprenden en la escuela preparatoria, sino también que tienen que asumir más responsabilidad personal para participar en el aprendizaje.
Esto no fue para lo que se inscribieron, y encuentran que sus profesores son (en general) menos expertos en la gestión del entorno de aprendizaje online que ellos. Estos estudiantes están aprendiendo que es difícil cambiar de un ambiente de aprendizaje en persona a uno en internet. De algunos de sus padres, también estamos escuchando que presionar a sus hijos para que hagan los deberes virtuales que se les asignan está causando fricciones en sus relaciones padres-hijos.
A varios de los estudiantes de secundaria con los que trabajamos también les preocupa que el cambio al aprendizaje online pueda significar que se pierdan algunos de los conocimientos fundamentales clave necesarios para ayudarles a tener éxito. Les preocupa, con razón, que no tengan el conocimiento y las habilidades necesarias para enfrentarse con éxito a los planes de estudio de primer año.
Lo que los padres y los seres queridos pueden hacer
Entonces, ¿qué pueden hacer ahora mismo los padres y los seres queridos en la vida de estos jóvenes adultos para ayudar a los estudiantes del último año de la escuela secundaria a sobrellevar la situación?
1. No se lance a arreglar las cosas. Acuerden y aprecien que este es un momento estresante para ellos, pero no se precipiten y traten de arreglar las cosas. Permítales tener sus sentimientos y averiguar cómo hacer frente a esos sentimientos. Pregúnteles: «¿Qué le gustaría que hiciera para ayudarlo en este momento?», ofrezca sugerencias si se lo piden. Dénle el mensaje de que tienen fe en que encontrarán una forma de hacer frente a la situación.
2. Ayude a los jóvenes a encontrar estrategias positivas para manejar la decepción. En la vida, todos tenemos que lidiar con la pérdida y la decepción, y cuanto más podamos ayudar a los jóvenes adultos a aprender estrategias positivas de sobrellevar la situación en estos momentos, mejor preparados estarán para lidiar con tales situaciones negativas en el futuro. El aprendizaje de habilidades como la meditación de atención plena o la respiración profunda y la relajación pueden ayudar, así como aprender a crear una lista de preocupaciones para contener la ansiedad y la preocupación.
3. Honrar sus logros, aunque sea virtualmente. Ayudarles a identificar lo que más querían o deseaban que hubiera sucedido estos últimos meses. ¿Cómo pueden honrar lo que han logrado? ¿Pueden ellos o su familia encontrar formas de celebrar ahora? ¿Planear una gran fiesta una vez que el distanciamiento social haya terminado? Considere la posibilidad de organizar una reunión por videoconferencia con miembros importantes de su círculo social y dar discursos. Que todos digan al joven adulto lo orgullosos que están de sus logros y que refuercen para ellos lo que significa ser parte de sus vidas para ese individuo en particular.
4. Considerar los actuales desafíos de la pandemia como una oportunidad para desarrollar la capacidad de resistencia. Los centros de asesoramiento para estudios superiores en América del Norte han visto un aumento en los problemas de salud mental de los estudiantes, en parte debido a la falta de resistencia, porque muchos de estos estudiantes no han lidiado anteriormente con la decepción o incluso con eventos estresantes menores.
La crisis de COVID tiene el potencial de actuar como un parámetro para los estudiantes. Una vez que superen esto, se sentirán más capaces de hacer frente a otras situaciones estresantes futuras.
5. Concéntrese en lo positivo. Tienen que aprender a administrar su propio tiempo, aprender de los contenidos online y establecer su propio horario, todas estas son habilidades de transición valiosas que los estudiantes necesitan, ya sea que vayan de la escuela preparatoria a la educación de estudios superiores o eventualmente a un trabajo. Existen muchos y muy buenos recursos sobre cómo hacer frente a las demandas del aprendizaje online o a la falta de estructura en los entornos de aprendizaje, y muchos sitios web de bibliotecas han compartido este tipo de contenido.
6. Limitar el consumo de medios de comunicación. Los adultos jóvenes pasan mucho tiempo en internet y ésta es una buena manera de mantenerse en contacto; pero demasiado no es bueno, especialmente si algunas de esas interacciones tienen el potencial de ser negativas o aumentar la ansiedad. Los estudios han demostrado una fuerte relación entre el tiempo que se pasa en internet y los síntomas negativos del estado de ánimo.
Uno de los mayores desafíos que escuchamos de los estudiantes de estudios superiores que vemos en nuestro centro es que los estudiantes con problemas de atención se preguntan: ¿Cómo puedo limitar el uso de dispositivos electrónicos? Este podría ser el momento de investigar la instalación de aplicaciones que limiten la cantidad de tiempo que puede estar conectado.
Recuerde, los adolescentes y los adultos jóvenes, en general, pueden aprender a ser bastante resistentes si se les deja que resuelvan las cosas por sí mismos y se les da un apoyo positivo. Envíe el mensaje de que tiene fe en que tendrán éxito, no que está esperando a rescatarlos cuando se desmoronen.
Allyson G. Harrison es profesora adjunta de psicología y directora clínica del Centro de Evaluación y Recursos Regionales de la Universidad de Queen en Ontario, Canadá. Este artículo fue publicado por primera vez en The Conversation.
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