¿Por qué tantas personas no se mantienen sanas?
Hay mucha información sobre cómo reducir el dolor de las articulaciones, limitar la inflamación, mejorar la salud del corazón y limitar el riesgo y el impacto de las enfermedades crónicas. Y en la superficie, todo parece bastante sencillo.
Pero saber que algo es saludable es una cosa, hacerlo es otra. La verdad es que es difícil implementar hábitos nuevos y saludables en su estilo de vida.
Las acciones necesarias para realizar estos cambios suelen ser ajustes importantes en el estilo de vida. Cambiar sus hábitos alimenticios después de haber comido de una manera particular durante décadas no es exactamente sencillo. Tampoco lo es adoptar una rutina de ejercicios si la mayor parte de su vida ha sido relativamente inactiva.
Pero eso no significa que no pueda reemplazar sus viejos hábitos con otros nuevos.
Los hábitos son el resultado de un comportamiento repetitivo. Cuando usted hace algo durante el tiempo suficiente, el comportamiento puede volverse automático. Por ejemplo, sentarse en el sofá durante horas al día. Tratar el dolor de espalda procurando no estar de pie. Buscar galletas cuando tiene hambre.
Los nuevos hábitos pueden formarse de la misma manera; solo que es más difícil comenzar. Después de todo, hay que reprogramar. Pero poco a poco, con mucho esfuerzo, puede adoptar hábitos que a la larga pueden mejorar su salud. He aquí cómo.
Sepa lo que quiere: Identificar el objetivo, y por qué lo haces, es un factor significativo para lograr el éxito. Si su objetivo, por ejemplo, es llevar una dieta más saludable para reducir la inflamación y mejorar la salud del corazón, entonces sepa por qué y crea en ello. El simple hecho de querer comer mejor no le dará la motivación. Pero cambiar una mayor probabilidad de sufrir un ataque cardíaco por una vida más larga y más activa es algo que probablemente pueda respaldar con convicción.
Establezca metas incrementales: Usando el ejemplo de arriba, puede que tenga algunas metas elevadas que subrayen sus decisiones. Pero ganar las batallas diarias es lo que en última instancia forma nuevos hábitos para que usted alcance sus metas a largo plazo. Establecer metas diarias más pequeñas -comer otra porción de frutas y verduras, limitar el consumo de refrescos o deshacerse de un bocadillo procesado- puede ayudar a tomar las decisiones correctas de manera más reflexiva con el tiempo.
Lleve un diario y registre el progreso: Si está tratando de implementar más ejercicio en su vida para reducir la presión sanguínea, sofocar el dolor de espalda o mejorar la circulación, entonces anote en un diario lo que está haciendo. Anote cuánto tiempo caminó, a dónde fue y cómo se sintió. De esa manera, cuando sienta que no está progresando, puede volverse atrás y ver lo lejos que ha llegado. Además, escribir sus esfuerzos puede aumentar la responsabilidad hasta que se haya formado un nuevo hábito.
Perdónese a sí mismo: Si se cae de los rieles por un día o dos, perdónese y siga donde lo dejó. Aquí es donde es esencial haber seguido adelante, centrarse en su batalla diaria y recordar su objetivo a largo plazo.
Enseñarse a sí mismo nuevos hábitos toma tiempo, pero se puede hacer.
Mohan Garikiparithi es licenciado en medicina por la Universidad de Osmania (Universidad de Ciencias de la Salud). Practicó la medicina clínica durante más de una década. Durante un programa de comunicación de tres años en Alemania, desarrolló un interés en la medicina alemana (homeopatía) y otros sistemas alternativos de medicina. Este artículo fue publicado originalmente en Bel Marra Health..
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