Los traficantes de mujeres en Tlaxcala, México, mejor conocidos como padrotes, han extendido su negocio por grandes ciudades de México y de Estados Unidos. Los padrotes enganchan a sus víctimas con las técnicas usuales de secuestro y violencia, pero también se les caracteriza por utilizar tácticas de psicología criminal, según explicó una experta en el tema.
Marisol Flores García, coordinadora del programa de Proceso Organizativos Comunitarios Socioambientales, del Centro Fray Julián Gárces, organización sin fines de lucro que lucha contra la trata, explicó en una entrevista con The Epoch Times cómo los tratantes captan a niñas y mujeres en el estado más pequeño del país.
Flores García dijo que las redes de tratantes de primera generación utilizaban demasiado la violencia física. Sin embargo, después de darse cuenta que eran denunciados y señalados, cambiaron su estrategia de enganche para manipular a sus víctimas a través del cortejo romántico.
«Los tratantes empiezan con el mecanismo de enganche al tener este acercamiento con adolescentes, con jóvenes que identifiquen con ciertas condiciones de vulnerabilidad», señaló la experta, explicando que dichas condiciones van desde «problemas familiares, desintegración familiar, crisis económicas [y] afectaciones a la salud de las familias».
«A partir de ello justo se convierten en sus principales salvadores. (…) Empiezan estableciendo una relación de noviazgo, de amistad. (…) Generan toda una dependencia a ellos y las alejan de sus redes afectivas más cercanas, amistades, familias», agregó.
La coordinadora de la ONG señaló que una vez establecida la relación sentimental con la víctima, los tratantes trasladan a las jóvenes a otros municipios de Tlaxcala y estados de México para romper sus vínculos familiares.
«Ahí les proponen que los ayuden a salir de situaciones complicadas, es decir, que tienen grandes deudas o que tienen amenazas en su vida. O que necesitan el apoyo de ellas para poder [construir] una casa, tener un lugar donde vivir [y] ser felices (…) Con toda esta manipulación [las jóvenes] entran a la prostitución]».
Flores García explicó que una vez que las víctimas quieren salir de la prostitución, los tratantes las amenazan con hacerles daño a ellas y sus familias o a los hijos que tienen con ellos.
«Los hijos y las hijas son un mecanismo de manipulación, de amenaza hacia ellas. Entonces eso es lo que las sostiene siendo víctimas de trata», reflexionó la experta agregando que las víctimas piensan que lo que están haciendo es para apoyar a su esposo o pareja, quien las quiere.
Dijo que el Centro Fray Julián Garcés hizo un análisis de los tratantes detenidos de 2009 a octubre de 2023 que reveló que los proxenetas de Tlaxcala están enganchando a mujeres y niñas de 17 estados y las están obligando a prostituirse en 21 estados de México y en 7 estados de Estados Unidos que son Nueva York, Texas, Georgia, Carolina del Sur, Florida, Illinois y Alabama.
De acuerdo con la tesis doctoral (pdf) «El lado obscuro de México» del Dr. Oscar Montiel Torres, la trata de personas en Tlaxcala comenzó en los años 50 cuando los trabajadores agrícolas migraron a la Ciudad de México en busca de empleos en las fábricas. Fue allí que los primeros proxenetas tlaxcaltecas aprendieron el oficio de las redes que ya existían en la ciudad.
«Los primeros padrotes, la mayoría ya han de haber muerto porque sí comenzaron a prostituir a mujeres en la década de 1950 y tenían como mínimo 20 años. En la actualidad deberían tener entre 80 y 90 años», señaló Montiel Torres en su estudio.
Según esta investigación, los proxenetas incluso instruyen a otras mujeres para hacerse amigas de sus víctimas y sacarles información de su vida íntima. Luego esta información es utilizada para prostituirlas.
Para Flores García, hay tres formas en las que las víctimas logran escapar de los proxenetas. La primera es que las autoridades realicen redadas para rescatar a las víctimas y llevarlas a refugios; la segunda es que las víctimas hagan una denuncia; la tercera es que las familias de las víctimas las ayuden a escapar y denunciar.
Pero, según Flores García, la tercera vía es muy poco factible ya que los tratantes mueven demasiado rápido a las víctimas para que sus familiares no puedan encontrarlas. Además, muchas de las víctimas son vistas como «mujeres malas» por eso «no regresan con sus familias o no les piden apoyo «porque tienen miedo y vergüenza.
«Tienen en la cabeza mucho esto, frases que recuerdan de sus familias, como eso de ‘quien sale sin mi permiso de casa es una hija muerta para mí’, ‘ya se quedó embarazada’, ‘es la mujer echada a perder’. Entonces todas esas frases construidas socioculturalmente se van quedando en el corazón y en la mente de las mujeres víctimas de trata y eso es un impedimento para que pidan ayuda a sus familias».
La gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, ha dicho que el delito de la trata de personas disminuyó en el estado en un 83 %, durante declaraciones a la prensa el 2 de febrero de 2022.
«En materia de trata, es nuestro deber proteger a las niñas y mujeres. Por eso, hemos puesto un gran esfuerzo para tener una estrategia clara y contundente», aseguró la gobernadora.
Sin embargo, Flores García dijo que el problema sigue existiendo y que desde el Centro Fray Julián Gárces ven una postura en el gobierno del estado «de negar la existencia de la trata de mujeres y niñas».
Actualmente la organización trabaja en programas de cultura de la prevención para que las jóvenes puedan identificar signos de violencia en las relaciones afectivas que las puedan llevar a ser víctimas de trata. También buscan prevenir que los jóvenes varones busquen ser proxenetas de adultos o incluso busquen los servicios de estas redes de trata de blancas.
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