Con los rumores de que el expresidente Donald Trump pronto podría ser acusado por su manejo de documentos clasificados, ni los republicanos ni los demócratas parecían sorprendidos por esos informes el 7 de junio, aunque por razones muy diferentes.
Más temprano ese día, Just the News informó que los fiscales federales habían notificado a Trump que era un “objetivo criminal” y que probablemente sería acusado esta semana. El informe, que no ha sido confirmado por The Epoch Times, cita fuentes anónimas que afirman estar familiarizadas con el caso.
A medida que la noticia del informe se difundió en el Capitolio, los legisladores sopesaron la posibilidad de que el presidente número 45 pudiera enfrentar cargos federales.
“Nada me sorprendería de ese Departamento de Justicia, nada”, dijo el senador Kevin Cramer (R-N.D.) a The Epoch Times. “Quiero decir, han demostrado ser extremadamente partidistas y políticos… algo trágico”.
Haciéndose eco de ese sentimiento, el senador Marco Rubio (R-Fla.) dijo que no creía que fuera una sorpresa que el Departamento de Justicia estuviera persiguiendo a Trump.
“Todo se reduce a esta creciente desconfianza fundamental en las instituciones de nuestro país debido a cómo han instrumentalizado el sistema de justicia penal”, dijo. “Y ahora, es solo una larga lista de intentos de perseguirlo, así que creo que van a encontrar mucha resistencia y mucho escepticismo”.
El expresidente es actualmente objeto de cuatro investigaciones penales, incluidas dos investigaciones federales dirigidas por el fiscal especial Jack Smith.
Smith fue designado en noviembre por el fiscal general Merrick Garland para dirigir no solo la investigación de documentos, sino también la investigación del Departamento de Justicia sobre si Trump u otros interfirieron en la transferencia pacífica del poder después de las elecciones de 2020.
Trump también es el objetivo de una investigación electoral similar en Georgia y está siendo procesado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, por cargos que alegan la falsificación de registros comerciales.
El senador Dick Durbin (D-Ill.), aunque tampoco estaba sorprendido por los rumores de que Trump podría enfrentar otra acusación, tenía una razón diferente a la de sus colegas.
“Tiene que rendir cuentas”, dijo Durbin, asumiendo la culpa. «Nadie está por encima de la ley».
Otros, como los senadores Lindsey Graham (R-S.C.) y Mazie Hirono (D-Hawaii), se negaron a especular sobre el asunto y optaron por esperar y ver cuál será la decisión del fiscal especial.
“Se deben tomar los siguientes pasos apropiados”, dijo Hirono. “Y si eso significa una acusación, eso es lo que debería suceder”.
El informe
Según fuentes no identificadas de Just the News, recientemente se informó al equipo legal de Trump que los posibles cargos en su contra podrían incluir declaraciones falsas, obstrucción a la justicia y una violación a la Sección 793 del Capítulo 37 del Código 18 de EE.UU., que prohíbe la “recopilación, transmisión, o pérdida” de información de defensa nacional.
Trump, por su parte, se ha declarado inocente ante todas las acusaciones penales que se han formulado en su contra.
Además, el medio informó que el Departamento de Justicia rechazó una solicitud del equipo legal de Trump para retrasar los cargos a la luz de las acusaciones de que un fiscal superior en el caso participó en la manipulación de testigos.
Presuntamente, el fiscal en cuestión intentó influir en un testigo discutiendo un puesto de juez con el abogado del testigo.
Según los informes, esa acusación está pendiente ante el juez principal de distrito de EE.UU., James E. Boasberg.
Trump niega las acusaciones
En una aparente respuesta al informe de Just the News, Trump negó el miércoles haber sido notificado de una acusación inminente.
“Nadie me ha dicho que estoy siendo acusado, y no debería estarlo porque no hice nada malo”, escribió en una publicación de Truth Social.
En cuanto a ser un «objetivo criminal», el expresidente señaló que lo había asumido durante años, «comenzando con Rusia, Rusia, el engaño de Rusia, el Informe Mueller ‘No collusion’, engaño de impeachment # 1, engaño de mpeachment # 2, la llamada telefónica perfecta de Ucrania y otras estafas y cacerías de brujas”.
Denunciando las numerosas investigaciones como una “parodia de la justicia” y un ejemplo de interferencia electoral, instó a los republicanos del Congreso a hacer de la rectificación de la situación su máxima prioridad.
En el Comité Judicial de la Cámara, parecen estar prestando atención a ese llamado.
En los últimos meses, el presidente del comité, Jim Jordan (R-Ohio), inició investigaciones sobre si el sesgo político ha infectado las investigaciones dirigidas por Smith y Bragg.
En una carta (pdf) del 1 de junio al fiscal general, Jordan expresó su preocupación sobre la posible participación de agentes partidistas del FBI que estuvieron involucrados en investigaciones previas a Trump, como la investigación acerca de Rusia.
“Está claro que el Congreso debe considerar reformas legislativas al FBI, y el Comité se ha involucrado en una sólida supervisión para informar esas propuestas legislativas”, escribió. “Mientras tanto, sin embargo, debido al sesgo político documentado del FBI, el Departamento de Justicia debe asegurarse de que ninguna investigación en curso se vea envenenada por esta misma politización”.
Hablando con los periodistas el miércoles, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), sugirió que cualquier acusación futura a Trump probablemente sería el resultado de que los demócratas instrumentalicen el sistema de justicia contra él.
“No sabría por qué se acusaría al presidente Trump”, dijo McCarthy. “Espero que los demócratas dejen de jugar a la política. Sé que están preocupados por la presidencia del presidente Trump, su capacidad para postularse nuevamente, cuán fuerte se encuentra en las encuestas, superando a Biden. Pero que continúen usando el sistema contra el presidente Trump está mal”.
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