Las artes marciales tradicionales chinas son hermosas, afirma Li Youfu, presidente de la Competencia Internacional de Artes Marciales Tradicionales Chinas de NTD. El 30 de agosto, la competición de 2024 dio la bienvenida a 91 artistas marciales de 11 países en Nueva Jersey. Las preliminares están en marcha, con las semifinales programadas para el 1 de septiembre y la retransmisión en directo de las finales el 2 de septiembre.
Li defiende el concepto de virtud marcial, inseparable de las verdaderas artes marciales tradicionales. Hoy, estos estilos de artes marciales tradicionales chinas transmitidos durante miles de años casi se han perdido. Por eso, a menudo preguntan a Li cómo reconocer las auténticas artes marciales tradicionales.
Son una forma hermosa, dice, pues requieren mover el cuerpo de manera armoniosa y eficaz. No se refiere a formas simplemente llamativas, vistosas o deslumbrantes. La belleza que menciona es tanto estética como trascendental, e intenta dar algunos ejemplos.
Li, nacido antes de la Revolución Cultural del Partido Comunista Chino (PCCh), aprendió de un maestro de artes marciales tradicionales chinas antes de que la mayoría fueran ejecutados o huyeran a las montañas para preservar sus secretos.
Estos estilos tradicionales no solo se han perdido, sino que algunos fueron destruidos deliberadamente, según Li.
Después de que famosas aldeas de artes marciales como Wudang y Shaolin quedaran vacías por las violentas revoluciones comunistas, nueva gente se asentó allí, practicando artes marciales mixtas y formas contemporáneas.
El PCCh siguió promoviendo las artes marciales, pero sin virtudes, centrándose en el combate y la lucha. Había mucha gente capaz de dar palizas sangrientas, decía, pero ¿cuántos podían proteger a los inocentes y detener a los cuadros malvados que se cebaban con ellos durante las numerosas campañas violentas comunistas a lo largo de las décadas? «El poder hace el derecho» es una ideología fea, y estas nuevas formas son bajas y feas, dijo Li; movimientos como sacar los ojos a un oponente no existen en las artes marciales tradicionales.
Li puso como ejemplo el Tai Chi Chuan, un estilo cuyos últimos maestros han fallecido y ya no se practica en su forma original, donde era una proeza incluso seguir los movimientos de un maestro a simple vista, por su rapidez que lo hacía intocable.
Se puede reconocer a un practicante experto de artes marciales tradicionales por sus movimientos de aspecto natural, afirmaba Li.
Esto no significa que las artes marciales no se usen en combate. Las artes marciales tradicionales chinas se practican desde hace miles de años, se transmiten principalmente en templos budistas y taoístas, y se dice que su origen se remonta al Emperador Amarillo, cuyo reinado se estima comenzó en el 2698 a.C. La virtud marcial enseña a los practicantes a diferenciar entre el bien y el mal, y a detener el mal protegiendo a los bondadosos. En la antigua China, también se usaba en la guerra.
Y como las artes marciales se utilizaban en situaciones de alto riesgo, las formas y los conjuntos de cada estilo eran sacrosantos. Alterar la forma solo aumentaba el riesgo de error en una situación de vida o muerte.
Alina Jin es alumna de una nueva escuela de artes marciales llamada Fuxin College, cuya misión es participar en el renacimiento de las artes marciales tradicionales.
Jin, que participaba en la competición por primera vez, dijo que los profesores de Fuxin enseñan mucho más que los movimientos; explican a los alumnos la historia, la cultura y el significado detrás de los movimientos. La fisiología se explica desde la perspectiva de la cultura tradicional china, de inspiración divina, y puede entenderse desde la perspectiva de los puntos de acupuntura y los meridianos, el yin y el yang, o el flujo de energía.
Un beneficio de este profundo estudio del cuerpo humano es la buena salud, y varios participantes en la competencia de NTD compartieron cómo su salud había mejorado enormemente tras iniciarse en las artes marciales tradicionales.
Uno dijo que ya no sufría el tipo de lesiones que tenía cuando practicaba artes marciales contemporáneas, pues entender y respetar cómo debe moverse el cuerpo evitaba esforzarse demasiado en ciertos movimientos o moverse de forma poco saludable. Otra contó que había perdido 60 libras en un año desde que empezó a practicar artes marciales, pasando de obesidad a un peso manejable mientras se ponía en forma.
Mauricio Pinzón afirma que no ha tenido problemas de salud desde que empezó a practicar artes marciales tradicionales en un monasterio taoísta de Colombia hace 20 años. Los monjes enseñan a la comunidad a respetar a los demás, a la vida y a la naturaleza, lo cual concuerda con la virtud marcial.
Pinzón dijo que los artistas marciales taoístas del templo son conocidos por su buena salud, por lo que a menudo reciben visitantes que buscan curarse de dolencias que han desconcertado a sus médicos. A estas personas no solo les enseñan artes marciales, explica Pinzón, sino el modo de vida holístico y saludable que exigen las artes marciales tradicionales. Allí llevan una vida limpia, dijo, y están estrictamente prohibidas las drogas recreativas, maldecir, mentir, robar y aprovecharse de los demás.
Las artes marciales tradicionales pueden ser practicadas por cualquiera y a cualquier edad, dijo Li. En la competición había practicantes de 4 a 73 años.
Pero esto no significa que las artes marciales sean fáciles. La virtud marcial exige soportar dificultades y sacrificar el ego, dijo Li. Requiere fuerza y dedicación.
Esto implica entrenar todos los días, aunque sea unos minutos, dijo Ellen Opfermann, cuya familia entera practica artes marciales tradicionales.
«Se mejora cuando se entrena con constancia, aunque sean pequeñas cosas», afirma Opfermann. Mientras das pasos, aunque sean pequeños, avanzas, añadió.
Esa constancia proviene de una motivación interna, dijo Robin Deng, y no es algo impuesto por otros. Deng solo practica artes marciales tradicionales desde hace un año, en parte por la presión externa de hacer ejercicio, pero con el tiempo se ha dado cuenta de que le ha permitido cambiar mucho su perspectiva.
Practicar artes marciales ha enseñado a Deng a examinar objetivamente sus pensamientos y acciones y sus efectos, y al hacerlo con regularidad la ha cambiado. Le ha mostrado su capacidad para persistir y soportar cosas nuevas y difíciles, le ha enseñado a centrarse en la mejora personal y ha ampliado su capacidad para resolver problemas al contemplar regularmente cómo hacer nuevos movimientos desde dentro hacia fuera.
Todas estas ideas están relacionadas. Pensemos, por ejemplo, que una forma o rutina equilibrada sería sin duda más bella que una tambaleante o torpe. El equilibrio requeriría conocer cómo ejecutar los movimientos, tener fuerza acumulada mediante un entrenamiento diligente para ejecutarlos correctamente, comprender el cuerpo humano para entrenar con una alineación física que evite lesiones y resulte en una forma hermosa, así como constancia en el entrenamiento que produzca un conjunto fluido y sin fisuras.
«En el camino de la virtud se pueden resolver todos los obstáculos», afirma Li.
Cómo verlo
Las finales se retransmitirán en directo el 2 de septiembre a las 10.00 h ET.
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