En septiembre de 2019, dos naciones del Pacífico —las Islas Salomón y Kiribati— decidieron retirar el reconocimiento diplomático de Taiwán por la República Popular China (RPC). La medida fue el último paso en los continuos esfuerzos de Beijing por restar importancia a la posición internacional de Taiwán.
Ante la decisión del gobierno nacional de las Islas Salomón, Daniel Suidani, el primer ministro de la región más poblada de las Islas, la provincia de Malaita, sigue manteniendo firme su apoyo a Taiwán, a pesar de las presiones de sus colegas federales y de Beijing.
«Lo que hemos visto con la intervención de la RPC en otros países de la región es que todo parece bastante bueno al principio, pero al final, los países acaban teniendo dificultades para manejar los problemas que surgen al tratar con China», declaró a The Australian.
«En lo que respecta a Malaita, no queremos ninguna ayuda de la República Popular China, ya que no queremos que se ponga ninguna traba a nuestra independencia», añadió.
Suidani dijo que al ganar las elecciones provinciales en junio de 2019, se le acercaron agentes que actuaban en nombre de Beijing y le ofrecieron USD 125,200 para que cambie su lealtad de Taiwán a la RPC.
«Recibí la oferta por teléfono y me dijeron dónde estaban y que querían reunirse conmigo para discutirlo», dijo el primer ministro. «Yo sabía que tenía que adoptar una postura firme contra esa oferta y conduje hasta donde se encontraban para poder decirles que no aceptaba».
«Cuando llegué tomé la decisión de que no era correcto subir a verlos. Yo los llamé y les dije que no estaba en venta y que se quedaran con su dinero», añadió.
Suidani indicó que no podía comentar si otros políticos habían recibido ofertas de soborno, pero que si Beijing estaba dispuesto a acercarse a él, era probable que otros líderes recibieran propuestas.
El primer ministro cree que la RPC puede haber ayudado a financiar las campañas electorales de los parlamentarios, lo que pudo haber impulsado la decisión del Parlamento nacional de cambiar el reconocimiento diplomático de Taiwán a la RPC.
La perspectiva de que Beijing se inmiscuya en la democracia de las Islas Salomón no aminoró la resistencia de Suidani.
Apenas un mes después del cambio diplomático, Suidani, con el apoyo de otros líderes, lanzó el Comunicado de Auki en el que rechaza la ideología del Partido Comunista Chino (PCCh) y su Iniciativa de la Franja y la Ruta.
«Recordemos que China o la RPC no es un país ordinario como muchos otros países del mundo. Ellos tienen la ambición global de dominar el mundo», dijo Suidane a una multitud en la asamblea provincial.
«Por ejemplo, China se dirige de forma abrumadora a países indigentes como las Islas Salomón, que no pueden pagar sus deudas y préstamos. China confiscó partes o puertos enteros de países que no pueden pagar sus deudas», añadió.
En junio de 2020, durante el brote inicial de COVID-19, Suidani se dirigió a Taiwán para pedirle asistencia en su respuesta a la pandemia.
La medida provocó una fuerte respuesta del ministro de Asuntos Exteriores de las Islas Salomón y de la embajada china local, en particular por referirse a Taiwán como la República de China, lo que implica que la isla es una entidad autónoma separada de Beijing.
«Una declaración tan divisiva de un primer ministro provincial amenaza la unidad del país en un momento en el que debemos trabajar juntos para evitar que el COVID-19 entre en nuestras fronteras y no politizar el virus», declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Islas Salomón, Jeremiah Manele, en una declaración.
Un portavoz de la embajada china respondió con la siguiente declaración: «Las reclamaciones y acciones de los líderes provinciales de Malaita son ilegítimas, inapropiadas y totalmente erróneas. Violan la soberanía y la integridad territorial de China y hieren los sentimientos nacionales del pueblo chino».
Días después, Suidani declaró a The Australian que el gobierno federal confiscó un cargamento de suministros médicos de Taiwán, lo que calificó como un «acto de desafío».
Con las Islas Salomón y Kiribati optando por alinearse con Beijing, Tuvalu, Nauru, Islas Marshall y Palau son las restantes naciones insulares del Pacífico Sur que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán.
Los esfuerzos por aislar a Taiwán en la escena diplomática mundial se producen mientras Beijing continúa con su impulso de poder blando en la región a través de la propaganda, la ayuda extranjera y la inversión en infraestructuras en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
La BRI es un plan global de financiación de infraestructuras por valor de un billón de dólares que es criticado por dejar a los países en desarrollo cargados de deudas.
Los gobiernos de Estados Unidos y Australia respondieron a los esfuerzos de Beijing en el Pacífico con sus propias contrainiciativas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, advirtió que Beijing podría llegar a militarizar el Pacífico Sur más allá de la ayuda exterior y las relaciones diplomáticas, transformándolo en «otro mar de China Meridional».
«Hemos visto informes de que China está interesada en reabrir esta estación de radar en Kiribati y construir una base naval en la provincia occidental de las Islas Salomón», dijo Wu durante el Diálogo de las Islas del Pacífico de 2019.
«Ciertamente, no quiero ver que el Pacífico se convierta en otro mar de China Meridional, con todos nosotros suspirando un día que es demasiado tarde para hacer algo», añadió.
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