Comprendiendo los niveles de anticuerpos

Los niveles de anticuerpos no necesariamente determinan la gravedad autoinmune

Por Datis Kharrazian
21 de mayo de 2024 12:24 PM Actualizado: 21 de mayo de 2024 12:24 PM

Si bien los anticuerpos elevados se utilizan para diagnosticar la autoinmunidad, los niveles de anticuerpos no reflejan necesariamente la gravedad de la expresión autoinmune.

Si sus anticuerpos están elevados en una prueba de laboratorio, pero está controlando su autoinmunidad y se siente bien, probablemente se encuentre en remisión.

Si sus niveles de anticuerpos son más bajos y sus síntomas autoinmunes están fuera de control, esto podría indicar una disfunción en otra área de su sistema inmunológico.

La clave es establecer su nivel de referencia único de anticuerpos y monitorear las variaciones a partir de ahí.

Anticuerpos autoinmunes explicados

La autoinmunidad ocurre cuando el sistema inmunológico ataca por error los tejidos del cuerpo. Los anticuerpos producidos por las células B desempeñan un factor crucial en la autoinmunidad al marcar las células para su destrucción.

Los anticuerpos tisulares elevados son un marcador de autoinmunidad. (Los anticuerpos en el rango de laboratorio son normales ya que se usan para eliminar células que mueren naturalmente).

Sin embargo, para comprender verdaderamente la autoinmunidad, es esencial considerar la interacción entre las células B y las células T.

Las células T identifican y destruyen las células marcadas por las células B. Las células B no destruyen nada directamente, pero marcan el objetivo de eliminación.

Evaluar tanto la producción de anticuerpos de las células B como la respuesta de las células T es crucial para obtener una comprensión integral de la autoinmunidad.

La función de las células T en la autoinmunidad

Las células T se pueden clasificar en diferentes tipos según sus funciones:

• Las células T colaboradoras ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria y activan otras células inmunitarias como las células B.

• Las células T citotóxicas son responsables de matar directamente las células infectadas o anormales.

• Las células T reguladoras ayudan a controlar la respuesta inmune para prevenir la inflamación excesiva.

• Las células TH17 promueven la inflamación en respuesta a patógenos.

• Cuando las células T se dirigen a los propios tejidos, causan daño tisular asociado con diversas enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Hashimoto, la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple.

Análisis de las respuestas de las células T y B

Si sus anticuerpos están elevados pero siente que está en remisión, o si sus anticuerpos son más bajos pero sus síntomas empeoran, es posible que desee analizar sus células T. (Tenga en cuenta también que en las primeras etapas de la autoinmunidad, las personas pueden ser asintomáticas a pesar de los niveles elevados de anticuerpos).

El panel de linfocitos

El panel de linfocitos mide el total y el porcentaje de células T, incluidas las células T auxiliares, las células reguladoras, las células supresoras, las células T citotóxicas, las células B y las células destructoras naturales. Analizar la composición y las actividades de estas células inmunitarias puede proporcionar una mejor comprensión de la respuesta inmunitaria en enfermedades autoinmunes.

Pruebas de anticuerpos

Los laboratorios especializados en autoinmunidad como Cyrex Labs ofrecen pruebas integrales de anticuerpos. Monitorear las fluctuaciones de los anticuerpos a lo largo del tiempo desde su valor inicial puede proporcionar información valiosa sobre la progresión o remisión de las respuestas autoinmunes.

Cambios en los niveles de anticuerpos

Recuerde, los cambios en los niveles de anticuerpos no siempre se correlacionan con la gravedad de la enfermedad, ya que los anticuerpos en sí no tienen propiedades destructivas. Por lo tanto, confiar únicamente en los niveles de anticuerpos para evaluar la actividad de la enfermedad puede no proporcionar una visión completa del proceso autoinmune.

La excepción de los anticuerpos neurológicos

Los propios anticuerpos neurológicos pueden causar daños, lo que representa una excepción a este escenario.

Esta distinción es crucial porque significa que cuando los niveles de anticuerpos neurológicos son elevados, significa una respuesta autoinmune más grave dirigida a las estructuras de las células nerviosas.


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