PHOENIX, Arizona— El consenso entre los casi 200 votantes que esperaban en el frío fuera del centro de conferencias de la Junta de Supervisores de Maricopa en Phoenix el 28 de noviembre era que las elecciones generales de mitad de período fueron en el mejor de los casos un «desastre».
«Estoy aquí porque no se está respetando la Constitución», dijo Leslie Shepherd, de Arizona.
Como trabajadora electoral e independiente registrada, Shepherd dijo que vio a muchos votantes frustrados que no pudieron emitir su voto inmediatamente el día de las elecciones.
Shepherd se situó entonces en lo alto de un muro de cemento agitando una bandera y un cartel exigiendo a la junta que fije una nueva fecha para las elecciones.
Ella pidió a quienes acudieron a oponerse al escrutinio de la elección por parte de la junta que velen por la integridad de la Constitución y su derecho al voto.
A pesar de los apasionados comentarios del público y de las peticiones de una nueva elección, la junta votó 5-0 a favor de aprobar los resultados de las elecciones, dando paso a un nuevo liderazgo demócrata al mando de la gobernadora electa Katie Hobbs, actual secretaria de Estado de Arizona.
Antes de la votación, los miembros de la junta criticaron la «desinformación» sobre las elecciones, al tiempo que felicitaron a los funcionarios del condado por llevar a cabo las elecciones más seguras y transparentes del país.
«Siento que es increíblemente prematuro [certificar la elección]», dijo Shepherd a The Epoch Times. «No les importa que no hayan defendido el proceso electoral».
Kathy, del condado de Maricopa, dijo que pensaba que el condado de Maricopa debía esperar para certificar la elección hasta que todos los condados hicieran lo mismo.
El 29 de noviembre, el condado de Cochise todavía tenía que certificar su elección. Para ello la junta de supervisores del condado revisará una información adicional el 2 de diciembre.
A su vez, varios candidatos republicanos presentaron demandas que cuestionan el manejo de las elecciones por parte del condado de Maricopa, relacionado con una falla generalizada del equipo electoral.
«Yo estoy en contra de la certificación. Ellos tienen que esperar hasta que todos los condados estén dentro», dijo a The Epoch Times Kathy, una votante del condado de Maricopa.
«¿Quién ha oído hablar de alguien [la secretaria de Estado Katie Hobbs] que supervise las elecciones y que se presente a ellas? Esto es ridículo. Debería haber una ley estatal [contra ello]. Esto simplemente no tiene sentido».
Esperando en la fila, Mary, del condado de Maricopa, dijo que cree que la administración de las elecciones por parte del condado fue «vergonzosa».
«Yo estoy a favor del recuento manual de papeletas, de mostrar la identificación, de todo lo que es ético y legal», dijo a The Epoch Times.
Para Meagan McNaughton, del condado de Maricopa, «valía la pena estar en el frío» para expresar su desaprobación de las elecciones.
«Estoy aquí porque no creo que las elecciones hayan sido legítimas o justas. Quiero que podamos tener elecciones justas».
«Yo no siento que ellos hayan tenido tiempo de investigarlas para asegurarse de que todo el mundo ha tenido una oportunidad justa de votar. No creo que la gente tenga confianza en el proceso de votación aquí. Yo pienso que la gente probablemente dejará de votar o dejará de preocuparse. No sienten que su voz importe», dijo McNaughton a The Epoch Times.
Adriana, de Holanda, dijo que condujo 10 horas desde Utah para estar con unos amigos que se oponían al escrutinio de las elecciones del condado de Maricopa.
La mujer dijo que la situación es similar a las protestas en su propio país en las que los agricultores luchan contra la extralimitación del gobierno.
«Eso es un lío— todas las cosas del gobierno. Nuestros agricultores hacen lo que pueden», dijo Adriana a The Epoch Times.
«Esto es cómo el gobierno, las grandes empresas en que el gobierno decide qué hacer o no. Ellos mantienen al pueblo al margen de las verdades reales para poder hacer lo que quieran».
Se espera «claridad» de las elecciones, como mínimo, añadió.
«Yo soy una contable. Quiero que las cosas sean precisas y que los papeles vayan bien. En Holanda necesitamos el DNI para votar», dijo a continuación.
De los 2.43 millones de votantes registrados en el condado de Maricopa, más de 1.5 millones votaron en las elecciones. Aunque la participación fue del 64,2 %, el 84 % votó por anticipado y el 16 % el día de las elecciones.
Los funcionarios electorales confirmaron que en dos de los 223 colegios electorales del condado se mezclaron papeletas de voto contadas y no contadas. Gracias a la redundancia del sistema, ellos garantizaron el recuento del 100 % de los votos.
En una presentación de diapositivas, el codirector electoral Scott Jarrett dijo a los miembros de la junta que solo podían votar los votantes registrados. El proceso bipartidista de verificación de las papeletas de voto incluyó múltiples niveles de redundancia para garantizar que las papeletas fueran precisas y se registraran con prontitud.
Jarrett dijo que, hasta donde él sabe, no hay «ninguna jurisdicción» en la nación que cuente el 100 % de las papeletas de voto el día de las elecciones y que esto incluía a Florida, que tiene un requisito legal de dos días para el recuento total de votos.
Aunque los funcionarios electorales estuvieron de acuerdo en que hubo problemas técnicos en la elección, dijeron que la próxima vez sería mejor.
Los votantes que se expresaron ante la junta de cinco miembros fueron unos 35. La mayoría de los comentarios fueron críticos contra la junta y contra los problemas de las elecciones, que supusieron una «privación de derechos» de los votantes.
«Todos ustedes deberían avergonzarse de que el condado de Maricopa sea ahora el hazmerreír de la nación», dijo Joanne Pierce, «porque el condado de Maricopa es inepto. Ha habido corrupción. No se han contado los votos de la gente y miles de votantes han sido privados de sus derechos».
Mike Peterson dijo a la junta que, como trabajador electoral el día de las elecciones, observó a muchos votantes que no pudieron emitir su voto.
La fila era demasiado larga o los votantes tuvieron que salirse antes de ir y dejar otro centro de votación, añadió.
«A nosotros, como trabajadores electorales, no se nos enseñó cómo comprobar la salida de los votantes», dijo Peterson. «Eso significa que seguían registrándose en otro centro de votación y se veían obligados a aceptar votos provisionales, que no eran contados».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
+
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
