Orange, California —El Departamento del sheriff del condado de Orange reanudó los desalojos que estaban en curso antes de que el gobernador de California Gavin Newsom emitiera una moratoria al inicio de la pandemia de COVID-19.
La oficina de Servicios de Procesos Civiles del departamento, que maneja los desalojos del condado, comenzó a contactar a los inquilinos el 26 de mayo para notificarles que los desalojos ordenados por la corte se estaban llevando a cabo el 1 de junio.
Los desalojos comienzan en medio de la confusión sobre la moratoria en curso de Newsom, que se emitió el 27 de marzo y duró inicialmente hasta el 31 de mayo. El 29 de mayo, Newsom extendió la moratoria sobre los desalojos hasta el 28 de julio —pero aplazó la opción de reanudar los desalojos a los gobiernos locales.
El 2 de junio, Patricia Hollis, residente de Yorba Linda, de 62 años, recibió un aviso de desalojo antes del 8 de junio. El aviso la tomó por sorpresa; ella creía que todos los desalojos se pospondrían hasta el final de la emergencia estatal.
«Pensamos que teníamos un poco más de tiempo», dijo a The Epoch Times.
Su sentencia de desalojo original —fechada el 18 de marzo, poco antes de que las cortes cerraran temporalmente— fue uno de los 185 desalojos del condado ordenados por la corte pospuestos por el cierre que ahora se reanudaron.
Hollis dijo que llamó a Asistencia Jurídica Comunitaria del Sur de California para pedir ayuda, porque su familia no tiene a dónde ir. El grupo brinda servicios legales para personas de bajos ingresos en todo el condado.
«Hemos estado empacando», dijo. «Pero simplemente no hemos encontrado un lugar, porque se supone que no debemos salir a buscar».
Hollis tiene enfermedad renal en fase cuatro; su esposo, James, de 70 años, se considera de alto riesgo debido a su edad. Uno de sus hijos se mudó con ellos cuando se enteró de que tenía varios tipos de cáncer.
“No tiene permitido salir. No lo vamos a dejar ir a ninguna parte”, dijo Hollis. «Nuestros médicos nos dijeron: ‘No queremos que esté ahí afuera'».
Ella dijo que hay «muchos lugares que no mostrarán sus propiedades» debido a la pandemia, por lo que ha estado tratando de buscar en línea —sin éxito.
The Epoch Times no pudo contactarse con Hollis después del 8 de junio para ver si el desalojo ocurrió según lo programado.
Confusión legal sobre la moratoria
David Levy, especialista en programas del Consejo de Vivienda Justa del Condado de Orange, dijo a The Epoch Times que la comprensión de Hollis de la moratoria de Newsom «se basa en un malentendido común».
«Él [Newsom] nunca emitió una prohibición general de desalojos en todo el estado», dijo. «Su acción fue realmente bastante limitada».
Levy dijo que la orden ejecutiva de Newsom extendió el tiempo para responder a una citación de cinco días a 60 días, para los inquilinos que recibieron un desalojo después del 27 de marzo.
La orden también prohibió a los sheriffs hacer cumplir las órdenes de posesión en un desalojo, pero Levy dijo que no había una posibilidad real de que existan tales órdenes, ya que las cortes estaban cerradas.
Levy ha trabajado para Vivienda Justa durante 26 años. Él dijo que hay «muchas, muchas incógnitas» con la situación actual de desalojo, porque algo como esto nunca antes había sucedido.
El resultado de Hollis dependerá de la calidad de la asistencia legal que reciba, dijo Levy.
«Cualquier posibilidad de que Patricia [Hollis] tenga más tiempo dependerá de que pueda tener una audiencia ex parte con el juez antes de que el cierre se complete», dijo. Una audiencia ex parte no requiere que todas las partes estén presentes.
Levy también consultó con otro inquilino que recibió un aviso de desalojo en junio.
«Va a estar fuera antes de tener la oportunidad de presentarse ante un juez» para pedir una suspensión, dijo Levy.
“No tenía ningún lugar a donde ir. Es de muy bajos ingresos. Él tiene una enfermedad mental. Ese tipo probablemente se agregará a la cantidad de personas sin hogar que tenemos», dijo.
Levy señaló que los servicios de refugio del condado se redujeron antes de la pandemia —pero le preocupa que la capacidad de refugio podría disminuir aún más si las literas se separan a 6 pies de distancia debido a los requisitos de distanciamiento social.
En 2019, los refugios de emergencia en el condado tenían 2539 camas disponibles para acomodar a casi 7000 personas sin hogar, según el recuento del año de Point in Time.
Si alguno de los 185 desalojos se completa, «esas personas se enfrentan a un problema real», dijo Levy. “Creo que se agregarán a la población sin hogar. Cuánto, no lo sabemos».
Un comunicado de prensa emitido por el departamento del sheriff el 27 de mayo declaró: «A pesar del hecho de que estos desalojos estaban en proceso antes del inicio de la orden del gobernador, los diputados trabajarán con los inquilinos y propietarios para mitigar la posibilidad de que los inquilinos desalojados experimenten la falta de vivienda durante la pandemia».
El departamento del sheriff no respondió a más preguntas de The Epoch Times.
Los propietarios también enfrentan problemas
Levy dijo que los propietarios enfrentan sus propios problemas.
«[Si] desalojas a un montón de personas, tienes un montón de unidades vacías», dijo. «Antes de que nada de esto comenzara, ya teníamos una enorme población de inquilinos con una carga de rentas».
Él dijo que la gente estaba «luchando en el mejor de los casos» para pagar los altos alquileres del condado.
“Ahora entras en la pandemia, donde vas a desplazar potencialmente a estas personas (…) ¿Vas a poder encontrar un cliente de reemplazo? La idea habitual es: te has ido, es un mercado inmobiliario de moda, solo te reemplazaré. Bueno, ¿eso será cierto? No lo sabemos”, dijo Levy.
Victor Cao, vicepresidente de asuntos públicos de la Asociación de Apartamentos de California, dijo a The Epoch Times que algunos propietarios han estado subsidiando alquileres durante hasta seis meses.
«Para el 60 por ciento de nuestra membresía, son pequeños propietarios familiares», dijo. «No tienen los medios financieros para soportar eso».
Él dijo que era optimista sobre la reanudación de los desalojos. «Necesitamos permitir que el sistema legal funcione, funcione», dijo.
Cao dijo que los desalojos son «realmente una pequeña caída en el balde», y citó un estudio de CalMatters que muestra una disminución constante en los desalojos en la última década.
Según el estudio, el condado de Orange vio más de 15,000 desalojos entre 2010–2011; para 2018, ese número había caído por debajo de 10,000. El estudio citó los altos costos legales y mejores métodos de detección como posibles factores que contribuyen a la reducción.
«Si observa la cantidad total de desalojos, eso representa menos del 1 por ciento del total de viviendas», dijo Cao. “Así que no vemos desalojos en masa (…) Cuando lo pones en contexto, es una situación manejable».
Para Hollis, las estadísticas ofrecen poco alivio, pero la continua confusión en los tribunales ha funcionado en su beneficio.
«Afortunadamente, no pudieron establecer la fecha de la corte», dijo Hollis a The Epoch Times el 5 de junio. «Estaban tan abrumados con personas que entraban y hacían exactamente lo que [mi abogado] estaba haciendo por nosotros, porque sirvieron a un montón de personas con una semana de anticipación para mudarse».
Ella agregó: «Supongo que las cortes se han visto inundadas con todas estas personas que reciben ayuda legal porque no pueden salir tan rápido».
«Puede llevar meses para que algunos de los casos de desalojo lleguen a juicio», dijo Levy. Para entonces, el entorno será muy diferente, supuso.
“Esa es la parte sobre la que todos estamos especulando. Realmente no tenemos una buena idea de cómo va a ir”, dijo.
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