Las insistentes preguntas de los votantes y una petición con 5000 firmas convencieron a los comisionados del condado de Lycoming, en Pensilvania, de recontar los resultados de sus elecciones de 2020.
En todo el estado, grupos de votantes libremente organizados han estado pidiendo a varios condados recuentos a partir de 2020.
«En nuestro condado, ellos se acercaron a nuestros comisionados y lanzaron acusaciones de que había miles de votos no contados en nuestro condado, basándose en lo que creo que son estadísticas sin sentido», dijo a The Epoch Times el director de elecciones del condado de Lycoming, Forrest Lehman.
Grupos de entre 20 y 80 personas empezaron a acudir a las reuniones del condado para pedir el recuento. El condado les mostró diversa información para responder a sus preguntas pero los votantes seguían queriendo un recuento y reunieron unas 5000 firmas para hacer esa petición, agregó el director.
«Fue entonces cuando los comisionados del condado decidieron, como junta electoral, que si hay 5000 personas que firmaron esta petición y tienen esta creencia, entonces necesitamos contar manualmente estas papeletas de votos para restaurar la confianza pública en los resultados de nuestras elecciones», dijo Lehman.
El condado tiene alrededor de 70,000 votantes registrados y una población de alrededor de 120,000, por lo que para los comisionados, 5000 es un montón de firmas, indicó a continuación.
«Esto no es algo que queramos hacer después de cada elección, pero necesitamos hacerlo una vez, al menos, para probar de una vez por todas que nuestro sistema de votación cuenta los votos con precisión y que no hubo miles de votos no contados que fueron ocultados por un algoritmo o alguna otra tontería por el estilo», dijo Lehman.
Recuento manual
El condado de Lycoming vota a través de máquinas. Los votantes rellenan óvalos en una papeleta para indicar el candidato de su preferencia, luego la papeleta se introduce en una máquina de escaneado donde se captura una imagen de la papeleta y se cuenta el voto. La papeleta de voto se guarda en un lugar seguro. El recuento escaneado se almacena en un dispositivo USB extraíble en la máquina escáner de cada distrito electoral, explicó Lehman.
Cuando se cierran las urnas, todos los distritos llevan su dispositivo USB a la sede electoral, donde cada USB vuelca su información en la máquina del condado y, en última instancia, esos totales de votos se entregan al Departamento de Estado para los totales de todo el estado.
El recuento no se hará así.
En su lugar, alrededor de 40 miembros del personal del condado contarán a mano las casi 60,000 papeletas de voto. Ellos se centrarán en dos elecciones de 2020: la del presidente de Estados Unidos y la de auditor de Pensilvania.
«Nosotros elegimos al auditor general como segunda contienda por dos razones», dijo Lehman. «Esta está en la parte delantera de la papeleta junto con el presidente, por lo que eliminará la necesidad de dar la vuelta a cada papeleta. La otra razón por la que elegimos al auditor general es porque fue una contienda estatal que ganó un republicano. Porque obviamente la contienda presidencial fue ganada por un demócrata».
El condado quiere observar el comportamiento de los votantes y ver con qué frecuencia la gente divide su voto entre los partidos.
«Ha habido una incapacidad para creer que los votantes podrían haber dividido sus votos. Que ellos podrían haber votado por un presidente demócrata, pero luego se dieron la vuelta y votaron por un republicano para otros cargos», dijo Lehman. «Ha habido una incapacidad para creer que la gente pudiera hacer esas cosas. En cambio, yo sé perfectamente que la gente hace esas cosas porque veo las papeletas de voto».
El director de elecciones no espera que los resultados del recuento sean exactamente los mismos que los del informe original.
«Nosotros no esperamos que ningún recuento de tantas papeletas vaya a coincidir uno a uno con el sistema de votación», dijo Lehman. «Nosotros esperamos que se cometan errores humanos durante ese recuento manual». Pero tampoco esperan equivocarse por miles, añadió.
El Departamento de Estado envió a los condados una carta en noviembre aconsejando que, aunque el calendario de conservación de dos años para las papeletas de voto de 2020 terminaba en noviembre de 2022, los condados debían analizar su situación individual y, si había impugnaciones de las elecciones de 2020 consideraran la posibilidad de conservar las papeletas durante más tiempo. Los comisionados del condado de Lycoming tienen la intención de mantener las papeletas de voto hasta 2023, dijo Lehman.
El recuento comenzará el 9 de enero y podría tomar una semana o más.
«Tenemos que volver a que la gente sea capaz de aceptar los resultados de las elecciones», dijo Lehman. «Incluso si su bando pierde. Uno no puede amar la democracia solo cuando gana».
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