Un hombre de New Hampshire declarado culpable de matar a golpes a su hija de 5 años ha sido condenado a entre 59 años y cadena perpetua.
Se trata de la última noticia en el sonado caso del asesinato de Harmony Montgomery. Según la policía, la niña llevaba dos años muerta cuando se denunció su desaparición a finales de 2021.
Su padre, Adam Montgomery, fue condenado por su asesinato en febrero de 2024.
El testimonio del juicio reveló que el Sr. Montgomery, que ahora tiene 34 años, golpeó a su hija hasta matarla mientras estaba sujetada en su asiento de auto después de que orinara accidentalmente en el coche.
Un juez familiar había concedido al Sr. Montgomery la custodia completa de Harmony, a pesar de que era un nómada conocido y tenía un violento historial delictivo que abarcaba 15 años.
Los delitos incluían retener a una chica de 15 años a punta de navaja, disparar a un hombre en la cara y aterrorizar a una mujer durante un allanamiento de morada, según declaró la jueza Amy Messer en la audiencia de sentencia del 9 de mayo.
La madre de Harmony, Crystal Sorey, sufría adicción a las drogas cuando el estado puso a la niña en acogida. Más tarde, la Sra. Sorey se sometió a tratamiento y logró dejar las drogas.
En otra revelación que se conoció al principio del caso, la División de Niños, Jóvenes y Familias de New Hampshire, encargada de vigilar el bienestar de la niña como parte de la adjudicación de la custodia por parte de la corte, admitió que no pudo dar cuenta del paradero de Harmony durante dos años.
La Sra. Sorey denunció la desaparición de su hija en 2021 tras no poder localizarla en las llamadas programadas.
En la sentencia del Sr. Montgomery el 9 de mayo, la Sra. Sorey lo llamó un «monstruo» y un «cobarde» que se suponía que debía proteger a su hija, pero en cambio la tiró como basura.
«Harmony no era para ti más que una propiedad que podías tirar», dijo la Sra. Sorey en su declaración de impacto sobre la víctima.
Michelle Raftery, que había acogido a Harmony durante un tiempo con su marido antes de que el Sr. Montgomery obtuviera la custodia completa, luchó para contener las lágrimas al recordar a Harmony como una niña pequeña con una gran sonrisa a la que le encantaba ir a la iglesia y siempre estaba dispuesta a compartir con otros niños, «incluso sus galletas Oreo y su cochecito de muñeca favorito».
Dijo que sus propios hijos adoraban a Harmony. «Tenía una gran comunidad a la que quería y que la quería», dijo la Sra. Raftery en una declaración de impacto sobre la víctima.
Antes de que el Sr. Montgomery fuera condenado, el fiscal general Adjunto Ben Agati se ofreció a recomendar una reducción de la condena si el Sr. Montgomery revelaba dónde había dejado la bolsa que se cree que utilizó por última vez para guardar los restos de su hija.
La abogada defensora del Sr. Montgomery, Caroline Smith, calificó la oferta del estado de «maniobra» y afirmó que su cliente «mantiene su inocencia».
Durante el juicio, sus abogados admitieron que hizo «cosas horribles» al cuerpo de su hija después de su muerte, pero mantienen que fue su esposa y madrastra de Harmony, Kayla Montgomery, quien vio por última vez a la niña con vida.
Según el testimonio de la Sra. Montgomery durante el juicio por asesinato del Sr. Montgomery, ella y sus hijos biológicos vivían con Harmony y su padre en un coche.
El tío del Sr. Montgomery, así como otras personas, testificaron que el Sr. Montgomery se jactaba de que «golpeaba [a Harmony] por todas partes» y una vez la golpeó tan fuerte que le dejó «un ojo de mapache» y le desfiguró la cara.
Un día de invierno de diciembre de 2019, dijo la Sra. Montgomery, asestó los golpes que acabaron con la vida de su hija.
Golpeó repetidamente a Harmony en su automóvil frente a una clínica de drogas antes de conducir a un Burger King, dijo la Sra. Montgomery, continuando golpeándola en el camino. Luego arrojó una manta sobre su hija. Ella murió poco después.
También describió cómo mantuvo los restos de su hija en varios contenedores, incluyendo una hielera portátil, antes de colocarlos en una bolsa de equipo de color canela de la marca CMC.
Sus compañeros de trabajo testificaron que, en ocasiones, vieron al Sr. Montgomery guardar la bolsa en un congelador de alimentos en una pizzería de Manchester donde trabajaba.
Al dictar sentencia, la jueza Amy Messer dijo al Sr. Montgomery que había causado un dolor inimaginable.
«Usted tomó una vida humana y lo hizo de la manera más cruel y despiadada», dijo. «Robó a una niña de 5 años, su propia hija, la vida que iba a llevar».
El juez condenó al Sr. Montgomery a 45 años por asesinato en segundo grado, más 3 años y medio por falsificar pruebas físicas, otros 3 años y medio por manipular a un testigo, un año por maltrato de un cadáver y cuatro años por agresión en segundo grado, todos ellos de cumplimiento consecutivo.
El Sr. Montgomery no mostró ninguna emoción durante la sentencia. La única vez que habló fue cuando respondió «no» cuando el juez Messer le preguntó si tenía alguna pregunta sobre su condena.
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