El 8 de octubre un hombre en EE.UU. fue sentenciado a 15 años de prisión por posesión de cocaína. Tres días después salió libre, cuando las pruebas indicaron que no se trataba de dicha droga sino de leche en polvo.
Cody Gregg de 29 años de edad rondaba en un barrio en la ciudad de Oklahoma el día 12 de agosto. Alrededor de las 10:30 pm vieron al hombre vagabundo sin playera, con una mochila y sin luces traseras en su bicicleta, en ese momento la policía intentó detenerlo. Sin embargo, cuando le indicaron que se detuviera, abandonó el vehículo de dos ruedas y trató de huir corriendo, reportó el Washington Post.
Gregg fue alcanzado por los oficiales y al registrar su mochila, encontraron un envase de café con una bolsa de plástico con un polvo blanco al interior. Tras los hechos, la policía determinó que el hombre estaba en posesión de cocaína y lo acusaron de un delito grave.
En la declaración jurada de causa probable un oficial escribió que la bolsita contenía «una gran cantidad de sustancia de polvo blanco que yo creía que era cocaína basada en mi entrenamiento y experiencia», y agregó que «más tarde dio positivo para cocaína y tenía un peso total de 45,91 gramos”, informó el mismo medio.
Tras pasar casi dos meses en la cárcel, el 8 de octubre Gregg finalmente se declaró culpable y ese mismo día se le dictó su sentencia, informó el Washington Post.
No obstante, tres días después de su sentencia, el 11 de octubre, lo llamaron de nuevo a la corte, para informarle que su declaración de culpabilidad era retirada, ya que las pruebas de laboratorio mostraron que aquella sustancia blanca era simplemente leche en polvo, informó el Tiempo.
El presunto delincuente que fue acusado de tráfico de drogas ilegales y encarcelado con una fianza de 50.000 dólares, se había declarado inocente, pero dos meses después cambió su declaración. ¿Por qué? Él solo quería abandonar la cárcel de Oklahoma, pues es bien conocida por sus malas condiciones, que incluyen hacinamiento, moho y una tasa de suicidios muy alta, reportó el Washington Post.
Esta práctica de declararse culpable a pesar de no serlo, parece ser más usual de lo que parece, particularmente en este condado.
«Gente inocente se declara culpable. Bastante», posteó en un tweeter Jason Lollman, defensor público de Tulsa. «Para aquellos que no lo saben, la monstruosidad de la foto es la cárcel del condado de Oklahoma. Es ampliamente considerada una de las peores del país. Cualquier persona inocente consideraría declararse culpable solo para salir», agregó.
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