Un juez federal condenó a 27 años de prisión al sospechoso que se declaró culpable de atacar, en nombre del extremismo islámico radical, a un trío de agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en el Times Square durante la Nochevieja de 2022.
Trevor Bickford, de 20 años y natural de Wells (Maine), se declaró culpable en enero de varios cargos de tentativa de homicidio en grado de tentativa y de tres cargos de agresión a empleados o agentes de la policía poco más de un año antes, el 31 de diciembre de 2022. En conjunto, los cargos conllevaban una pena máxima potencial de hasta 120 años de prisión.
El jueves 9 de mayo, el juez de distrito Kevin Castel condenó al Sr. Bickford a cumplir 324 meses de prisión por la agresión. La sentencia es superior a los 10 años de prisión que habían solicitado los abogados del Sr. Bickford, pero inferior a los 50 años de prisión que habían pedido los fiscales.
Durante el ataque de 2022, el Sr. Bickford gritó presuntamente «Allahu Akbar», una frase árabe que significa «Dios es grande» y que los autores la han gritado en anteriores incidentes extremistas islámicos. Los fiscales federales alegaron los cargos y estaban dispuestos a presentar pruebas en el juicio, incluidas declaraciones posteriores a la orden de detención del Sr. Bickford, que indicaban que había deseado viajar al extranjero para librar la «yihad», pero en lugar de ello optó por llevar a cabo su ataque más cerca de casa.
El Departamento de Justicia de EE.UU. dijo que el Sr. Bickford había pasado meses asimilando materiales islamistas radicales, «incluidos materiales que promovían a los talibanes y reflejaban las enseñanzas del jeque Abu Muhammad Al-Maqdisi, un destacado clérigo islámico radical que fue mentor espiritual de Al Qaeda», antes de llevar a cabo el atentado.
«La brutal emboscada del acusado a tres policías de Nueva York que vigilaban las celebraciones de Nochevieja fue un acto premeditado de terrorismo», dijo el jueves el director del FBI, Christopher Wray.
El ataque de Nochevieja comenzó cerca del límite de una zona de alta seguridad donde los festejantes iban a ser controlados antes de unirse a las celebraciones en el Times Square. El Sr. Bickford admitió haber blandido un machete de 13 pulgadas llamado khukuri contra las cabezas de los agentes de policía Michael Hanna, Louis Lorio y Paul Cozzolino, causándoles lesiones a los tres.
Los tres agentes sufrieron laceraciones en la cabeza durante el ataque.
El Sr. Lorio dijo que apenas podía permanecer consciente después de que un gran corte en el cuero cabelludo requiriera siete puntos de sutura esa noche. En su declaración indicó que ahora sufre migrañas varios días a la semana y es probable que se vea obligado a jubilarse tras una década de carrera policial, ya que padece ansiedad y depresión que le hacen «romper a llorar sin motivo» o le paralizan oleadas de tristeza. La terapia, sin embargo, le ha ayudado, añadió.
El Sr. Cozzolino, que se había graduado en la academia de policía sólo un día antes del ataque, dijo que algunos de sus dolores físicos, como los de cabeza, durarían para siempre.
Mientras blandía su cuchillo contra los agentes de policía de Nueva York, el Sr. Bickford también intentó supuestamente coger una de las pistolas de los agentes.
Fue el Sr. Hanna quien, a pesar de estar herido, al parecer consiguió poner fin al ataque desenfundando su arma reglamentaria y disparando al Sr. Bickford en el hombro.
El equipo legal del Sr. Bickford apuntó a la enfermedad mental como un factor que contribuyó al ataque.
«Entiendo que dejé cicatrices, físicas y mentales», dijo el Sr. Bickford cuando tuvo la oportunidad de dirigirse a la corte durante su sentencia. «Mi enfermedad mental me llevó por un camino oscuro».
La abogada defensora, Marisa Cabrera, dijo que su cliente está «profundamente arrepentido». También destacó que su cliente provenía de una familia con antecedentes en el servicio militar de EE. UU. y que su cliente había tratado de unirse a las fuerzas armadas antes de que su enfermedad mental impidiera esa posibilidad. La Sra. Cabrera declaró que su cliente «ha vuelto a ser el de antes con la ayuda de la medicación y el tratamiento».
El juez Castel señaló el historial de problemas de salud mental del Sr. Bickford y su edad relativamente joven como razones para conceder cierta indulgencia en su sentencia.
NTD News se puso en contacto con la Sra. Cabrera para que comentara la sentencia, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Con información de The Associated Press.
De NTD News
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