William Woods no tenía hogar y vivía en Los Ángeles cuando se enteró de que alguien estaba acumulando deudas utilizando su nombre.
Pero cuando informó de su preocupación al director de una sucursal bancaria, acabó pasando casi dos años encerrado, acusado él mismo de usurpación de identidad. Como seguía insistiendo en que era el Sr. Woods en un esfuerzo desesperado por limpiar su nombre, incluso fue enviado a un hospital psiquiátrico estatal y drogado, según muestran los registros judiciales.
Finalmente, esta semana, un antiguo empleado informático de alto nivel de un hospital de Iowa, que había asumido la identidad del Sr. Woods durante décadas, se declaró culpable de dos cargos federales.
Ese hombre, Matthew David Keirans, de 58 años, que vivía en Hartland, Wisconsin, se enfrenta a una pena de hasta 32 años de prisión por hacer declaraciones falsas a una institución protegida por la Administración Nacional de Cooperativas de Crédito y robo de identidad con agravantes.
Aún no se ha fijado la fecha de la sentencia en el caso federal, pero el Sr. Keirans pasó 20 días en la cárcel el año pasado por cargos estatales relacionados en Iowa.
Mientras tanto, la próxima semana se celebrará en California una audiencia para anular la condena del Sr. Woods, dijo Venusse Dunn, portavoz de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles.
Los registros judiciales muestran que los dos hombres se conocieron por primera vez cuando ambos trabajaban en un carrito de hot dogs en Albuquerque, Nuevo México, a finales de la década de 1980.
No hay constancia de que el Sr. Keirans utilizara su propio nombre o número de la seguridad social después de 1988, y empezó a asumir públicamente el nombre de William Woods en 1990, según muestran los documentos judiciales.
Los fiscales federales no han facilitado información sobre qué precipitó el cambio de nombre, dijo Tony Morfitt, portavoz del fiscal federal del norte de Iowa. Pero los registros indican que tuvo una infancia agitada, escapándose de casa a los 16 años, viajando por todo el país, robando un coche en San Francisco y siendo detenido en Oregón, pero sin comparecer nunca ante un tribunal.
Con los años, se casó y tuvo un hijo, todos como Sr. Woods. Utilizó un sitio web de genealogía para investigar la historia familiar del Sr. Woods y utilizó esa información para obtener fraudulentamente una copia del certificado de nacimiento del Sr. Woods en Kentucky, según los fiscales federales.
Utilizó la identificación del Sr. Woods para obtener su trabajo en el Hospital de la Universidad de Iowa y para obtener una serie de préstamos a través de cooperativas de crédito en el estado por un total de más de USD 200,000, dijeron los fiscales.
Al enterarse de la deuda en 2019, el Sr. Woods entró en el banco de California. Dijo que no quería pagar y buscó cerrar las cuentas que el Sr. Keirans había abierto a su nombre.
Proporcionó su tarjeta de seguridad social, así como su documento de identidad de California. Pero las cuentas tenían mucho dinero, así que el director de la sucursal hizo al verdadero Sr. Woods una serie de preguntas de seguridad. Al no poder responderlas, el banco llamó a la policía, según consta en los registros judiciales.
El Sr. Keirans, que figuraba como el Sr. Woods en la cuenta, dijo a la policía que no había dado permiso a nadie en California para acceder a sus cuentas bancarias. A continuación, envió por fax a la policía una serie de documentos de identidad adquiridos fraudulentamente, según consta en los registros judiciales.
La policía detuvo a Woods y le acusó de usurpación y suplantación de identidad. Insistieron en que el Sr. Woods se llamaba en realidad Matthew Kierans, escribiendo mal el nombre de su usurpador. Los documentos judiciales no explican cómo la policía relacionó al Sr. Woods o las cuentas bancarias con ese nombre.
La policía de Los Ángeles confirmó a The Associated Press que Woods había sido detenido, pero no quiso hacer más comentarios.
Como el Sr. Woods negó repetidamente la identidad que le habían atribuido las autoridades, un juez de California lo declaró mentalmente incompetente para ser juzgado y lo envió a un hospital psiquiátrico estatal, donde recibió medicación psicotrópica.
El verdadero Sr. Keirans llamó periódicamente a la policía y a los fiscales a medida que avanzaba el caso. En un momento dado, se le dijo que el caso quedaba en suspenso hasta que Woods recuperara la competencia mental, y el Sr. Keirans respondió: «Eso suponiendo que lo haga».
El Sr. Woods pasó 428 días en la cárcel del condado y 147 días en el hospital psiquiátrico antes de ser puesto en libertad tras aceptar declararse no culpable. Se le ordenó pagar 400 dólares de multa y dejar de utilizar el nombre de William Woods.
Pero en lugar de dejar de hacerlo, el Sr. Woods siguió presionando para recuperar su identidad. Uno de los problemas era que California estaba tratando de recuperar los gastos de su tiempo en el hospital psiquiátrico, según los registros judiciales.
El Sr. Keirans se quejó en un correo electrónico a los fiscales en Los Ángeles de que el Sr. Woods había presentado 30 disputas en su informe de crédito y que acababa de pasar dos horas «aclarando todo eso». Continuó: «Necesito algún consejo sobre qué medidas tomar en este momento».
Sin inmutarse, el Sr. Woods se puso en contacto con el Hospital de la Universidad de Iowa, donde el Sr. Keirans ganaba más de 100,000 dólares al año. El personal de seguridad remitió la queja del Sr. Woods a la policía de la Universidad de Iowa.
El Sr. Keirans insistió inicialmente en una entrevista en que la víctima estaba «loca» y que «necesitaba ayuda y debía ser encerrada», dijeron los fiscales federales.
Pero un detective localizó al padre biológico que figuraba en el certificado de nacimiento del Sr. Woods y comparó su ADN con el del Sr. Woods. La prueba demostró que el Sr. Woods era hijo del hombre.
Cuando la policía se enfrentó al Sr. Keirans sobre las pruebas de ADN, dijo: «Mi vida ha terminado» y «Todo se ha ido».
El Sr. Woods no ha respondido a los esfuerzos de AP para obtener sus comentarios a través de un enlace de la corte que trabaja con las víctimas, y la oficina del defensor público en Los Ángeles no respondió a los correos electrónicos.
AP también llamó a personas que se cree, son familiares del Sr. Woods, pero nadie devolvió la llamada. Una persona respondió con una sola palabra: «Basta».
La noticia dejó atónitos a los familiares y amigos del Sr. Keirans. Las cartas escritas al tribunal en su nombre lo describían como un buen padre, amable y digno de confianza.
«Creo que la motivación de Matt era sencilla: crear la familia y el hogar que no tuvo en su juventud», escribió su esposa durante 30 años, Nancy Zimmer, quien le describió como un hombre que trabajaba para ayudarla mientras ella obtenía un doctorado en teología.
Su hijo adulto se identificó como «el hijo de Matthew Keirans, antes conocido como William Woods; en cualquier caso, conocido por mí como papá».
Por Heather Hollingsworth
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