Un exfuncionario de prisiones en práctica que ejecutó a cinco mujeres en el interior de un banco de Florida hace casi seis años fue condenado a muerte el lunes, mientras su juez calificaba los asesinatos de calculados, atroces y crueles.
Zephen Xaver, de 27 años, pareció tragar saliva, pero por lo demás no mostró ninguna emoción mientras la juez Angela Cowden pronunciaba la sentencia en la Corte del Condado de Highlands en Sebring. Tras dos semanas de juicio, un jurado votó en junio con 9 votos a favor y 3 en contra para recomendar a Cowden que condenara a Xaver a muerte.
Cowden dijo que las semanas de planificación que Xaver llevó a cabo antes de los asesinatos de 2019 en el banco SunTrust de Sebring, la gravedad del crimen y el miedo que sintieron las víctimas al recibir los disparos pesaban más que las dos docenas de atenuantes que habían presentado sus abogados, entre ellos su historial de enfermedad mental, su tumor cerebral benigno y su adhesión al cristianismo en la cárcel.
«Que Dios se apiade de tu alma”, dijo Cowden a Xaver.
Xaver se declaró culpable el año pasado de cinco cargos de asesinato en primer grado por las muertes de la clienta Cynthia Watson, de 65 años; la coordinadora de cajeros Marisol López, de 55 años; la aprendiz de banquera Ana Pinon-Williams, de 38 años; la cajera Debra Cook, de 54 años; y la banquera Jessica Montague, de 31 años.
A punta de pistola, Xaver ordenó a las mujeres que se tumbaran en el suelo y luego les disparó en la cabeza mientras suplicaban clemencia.
Kiara López dijo a Xaver y a la corte que su madre Marisol lo había recibido en el banco con una sonrisa, un acto al que él respondió asesinándola.
«Me rompiste en mil pedazos», dijo López. «Celebraré el día de tu muerte, sea cuando sea. Que se sepa que siempre serás un asesino, un cobarde, un don nadie y un desperdicio de vida humana».
Michael Cook, el marido de Debra, también llamó cobarde a Xaver y dijo al juez: «No siento ninguna compasión por él».
La principal defensora pública de Xaver, Jane McNeill, había pedido que Cowden perdonara a su cliente, diciendo que una sentencia de cadena perpetua pondría fin al caso en lugar de alargarlo durante una década de apelaciones y posiblemente un nuevo juicio si se anula la sentencia.
«La única forma de poner fin a este asunto para que las familias de las víctimas y esta comunidad puedan seguir adelante es la cadena perpetua», argumentó McNeill. La sentencia sería automáticamente apelada.
Bajo una nueva ley de Florida, las sentencias de pena de muerte pueden ser dictadas por un voto del jurado de 8-4 en lugar de una recomendación unánime. El cambio se adoptó después que el tirador de la escuela secundaria de Parkland de 2018 no pudiera ser condenado a muerte por asesinar a 17 personas a pesar de una votación del jurado de 9-3. McNeill calificó la nueva ley de inconstitucional.
Xaver se mudó a Sebring, una ciudad de unos 11,000 habitantes, en 2018 desde cerca de South Bend, Indiana. En 2014, el director de su instituto contactó con la policía después de que Xaver contara a otros que soñaba con hacer daño a sus compañeros. Su madre prometió conseguirle ayuda psicológica.
Se alistó en el Ejército en 2016. Una exnovia, que lo conoció en un hospital psiquiátrico donde eran pacientes, dijo a la policía que él dijo que unirse al ejército era una «manera de matar a la gente y salirse con la suya». El Ejército lo dio de baja a los tres meses. En 2017, una mujer de Michigan lo denunció después de que le enviara mensajes de texto sugiriéndole que podría cometer «suicidio por policía» o tomar rehenes.
A pesar de sus problemas psicológicos y de su expulsión del Ejército, Florida contrató a Xaver como guardia en prácticas en noviembre de 2018 en una prisión cerca de Sebring. Renunció dos meses después, dos semanas antes de los tiroteos y al día siguiente de comprar su arma.
Horas antes de los asesinatos, Xaver inició una larga e intermitente conversación por mensajes de texto con una antigua novia en Connecticut, diciéndole «este es el mejor día de mi vida», pero negándose a decir por qué. Quince minutos antes del tiroteo, le envió un mensaje: «Hoy me muero».
Luego, desde el estacionamiento del banco, le envió el siguiente mensaje: «Me llevo a unas cuantas personas conmigo porque siempre he querido matar a gente, así que voy a intentarlo a ver qué tal. Búscame en las noticias».
Por Terry Spencer
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