Una mujer que mantuvo a su hija pequeña en un cajón debajo de la cama hasta que fue descubierta semanas antes de su tercer cumpleaños fue condenada el martes a siete años y medio de prisión.
La niña, descubierta en el domicilio familiar de Cheshire, un condado en Inglaterra, tenía el cabello enmarañado, deformidades y erupciones cutáneas y una edad de desarrollo comprendida entre la de un recién nacido y la de un bebé de 10 meses cuando fue trasladada por primera vez al hospital.
La Corte de la Corona de Chester fue informada de que la madre, que no puede ser nombrada para proteger la identidad de sus hijos, ocultó la presencia del bebé a sus hermanos escondiéndola en el cajón de su cama diván y se lo ocultó a su pareja, que a menudo se quedaba en la casa.
Se dijo que había cuidado bien de sus otros hijos.
Según la corte, la mujer no buscó ayuda médica para el paladar hendido de la niña y no le proporcionó alimentos y agua adecuados, sino que la alimentó con Weetabix lechoso a través de una jeringa. La niña estaba gravemente desnutrida y deshidratada cuando fue descubierta.
Nunca la sacaron al exterior
El fiscal Sion ap Mihangel declaró: «La mantenían en un cajón del dormitorio, no la sacaban al exterior, no socializaban con ella, no interactuaba con nadie».
Mihangel explicó que la niña permanecía sola mientras su madre llevaba a sus otros hijos al colegio, iba a trabajar o se quedaba con unos parientes en Navidad.
Cuando el novio de la madre empezó a quedarse en la casa por la noche, la niña fue trasladada a otra habitación y se quedó allí sola, según declaró a la corte.
Su hija fue descubierta cuando su pareja regresó a la casa una mañana para ir al baño después de que la mujer se hubiera marchado.
Oyó un ruido y entró en una de las habitaciones, donde vio a la niña.
El hombre abandonó la vivienda, pero alertó a los familiares y más tarde ese mismo día acudió el servicio social, que encontraron a la niña en el cajón de la cama.
En una declaración, la trabajadora social dijo que vio a la niña sentada en el cajón y preguntó a la madre si era allí donde guardaba a su hija.
La madre parecía «insensible»
«Ella respondió con naturalidad: ‘Sí, en el cajón'», dijo la trabajadora social.
«Me sorprendió que la madre no mostrara ninguna emoción y se mostrara indiferente ante la situación».
«Se convirtió en un horror abrumador que yo fuera probablemente la única otra cara que [la niña] había visto aparte de la de su madre».
La cuidadora de acogida de la niña declaró ante la corte que rápidamente se dio cuenta que la pequeña no sabía su propio nombre.
Cuando fue interrogada por la policía, la mujer dijo que no sabía que estaba embarazada y que estaba «muy asustada» cuando dio a luz.
Afirmó que la bebé no estaba todo el tiempo en el cajón bajo la cama y dijo que el cajón nunca estaba cerrado, pero dijo a los agentes que la niña «no formaba parte de la familia».
Dijo a los trabajadores sociales que mantenía una relación abusiva con el padre de la niña y que no quería que él la descubriera.
En su defensa, el abogado Matthew Dunford dijo que se había dado un «conjunto excepcional de circunstancias», entre ellas la salud mental de la mujer, una relación inestable con el padre de la niña y el aislamiento por COVID-19.
Los otros hijos de la mujer, descritos como bien cuidados, ya no viven con ella, dijo Dunford al tribunal.
«Motivo poco claro»
La fiscal de la Corona Rachel Worthington, de CPS Mersey-Cheshire, dijo: «Esta niña nunca recibió un regalo de cumpleaños, ni de Navidad, ni nada que la reconozca en estos días. Ella no ha tenido ninguna interacción con cualquiera de sus hermanos».
«No había conocido la luz del día ni el aire fresco y no respondía a su propio nombre cuando la encontraron».
«El motivo detrás del comportamiento de la madre aún no está claro, pero ese no es el papel de la Fiscalía de la Corona», añadió.
«Nuestro trabajo es llevar a la persona responsable ante la justicia».
«Eso ya se hizo y es la profunda esperanza de la Fiscalía de la Corona que la víctima en este caso se recupere lo suficiente como para vivir una vida lo más plena posible».
La mujer se declaró culpable en octubre de cuatro cargos de crueldad infantil, que reflejan que no buscó atención médica básica para la menor, abandono, desnutrición y negligencia general.
Descubrimiento por «pura casualidad»
Al dictar sentencia contra la mujer, que se declaró culpable de crueldad infantil, el juez honorario de Chester, Steven Everett, dijo: «En mi opinión, lo que usted hizo es totalmente increíble».
«Usted privó a esa niña de todo amor, de todo afecto apropiado, de toda atención apropiada, de toda interacción con otros, de una dieta apropiada, de atención médica muy necesaria».
«Intentaste controlar esta situación tan cuidadosamente como pudiste, pero por pura casualidad tu terrible secreto fue descubierto», continuó.
«Las consecuencias para la niña fueron catastróficas desde el punto de vista físico, psicológico y social».
El juez añadió que la niña era una «pequeña inteligente que ahora quizás está volviendo lentamente a la vida de lo que fue casi una muerte en vida en esa habitación».
Con información de PA Media.
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