La confianza de los consumidores estadounidenses aumentó en octubre después de tres meses consecutivos de descensos, ya que el aumento de la preocupación por la inflación se vio compensado por un sentimiento optimista sobre las perspectivas financieras y laborales.
El Conference Board indicó en un informe del 26 de octubre que su índice de confianza de los consumidores subió hasta una lectura de 113.8 en octubre, frente a los 109.8 del mes anterior.
«La confianza de los consumidores mejoró en octubre, invirtiendo una tendencia a la baja de tres meses a medida que disminuía la preocupación por la propagación de la variante delta», dijo Lynn Franco, directora principal de Indicadores Económicos de The Conference Board, en un comunicado.
La preocupación por la inflación aumentó hasta un máximo de 13 años, dijo Franco, pero señaló que el impacto del aumento de los precios en la confianza general seguía siendo moderado.
«La proporción de consumidores que planean comprar casas, automóviles y electrodomésticos grandes aumentó en octubre, una señal de que el gasto de los consumidores seguirá apoyando el crecimiento económico hasta los últimos meses de 2021», dijo.
El gasto de los consumidores es uno de los principales motores de la economía estadounidense, ya que representa alrededor de dos tercios de la producción.
Otro dato que refleja el continuo repunte de la disposición de los consumidores a viajar y gastar en servicios en persona fue la medición de los planes de vacaciones. Cerca de la mitad de los encuestados dijeron al Conference Board que tenían intención de tomarse unas vacaciones en algún momento de los próximos seis meses, y la medida alcanzó su nivel más alto desde febrero de 2020.
Otros dos indicadores, uno que evalúa la situación económica actual y otro que refleja las perspectivas futuras de los consumidores a corto plazo, subieron en octubre.
El índice de la situación actual, que mide la valoración de los consumidores de las condiciones actuales del mercado empresarial y laboral, subió a 147.4 desde 144.3 en septiembre, aunque la valoración fue mixta en cuanto a las categorías específicas.
Mientras que el porcentaje de consumidores que dijo que las condiciones actuales de los negocios son «buenas» cayó al 18.6 por ciento en octubre desde el 19.1 del mes anterior, el porcentaje de consumidores que dijo que las condiciones de los negocios eran «malas» cayó del 25.3 por ciento al 24.9 por ciento.
Las evaluaciones del mercado laboral actual fueron algo más optimistas. El porcentaje de encuestados que dijo que los puestos de trabajo son «abundantes» bajó al 55.6 por ciento desde el 56.5 por ciento. Al mismo tiempo, el 10.6 por ciento de los consumidores dijo que los empleos son «difíciles de conseguir», frente al 13.0 por ciento del mes anterior.
Las categorías de las expectativas para seis meses sobre las condiciones empresariales también fueron mixtas, aunque las perspectivas del mercado laboral a futuro fueron más optimistas que las actuales. En octubre, el 25.4%de los consumidores esperaba que hubiera más puestos de trabajo disponibles en los próximos seis meses, frente al 21.3% de septiembre. Al mismo tiempo, el 18.3% esperaba en octubre menos puestos de trabajo en los próximos seis meses, frente al 19.9% del mes anterior.
Las perspectivas financieras a seis meses también mostraron una mejora en octubre en comparación con el mes anterior, ya que el 18.7 por ciento de los consumidores dijo que esperaba que sus ingresos aumentaran, frente al 16.9 por ciento en septiembre.
La evaluación generalmente optimista de las condiciones del mercado laboral se produce mientras el número de ofertas de empleo en Estados Unidos se mantiene cerca de un récord. Los datos más recientes del Departamento de Trabajo muestran que el número de vacantes de empleo se redujo de un récord de 11.1 millones a finales de julio a 10.4 millones en el último día de agosto, una cifra históricamente elevada.
Además, la llamada tasa de renuncia —que refleja la confianza de los trabajadores en poder encontrar un trabajo mejor— ha subido a un máximo histórico del 2.9%, según los datos del Departamento de Trabajo, lo que dibuja un panorama de escasez en el mercado de trabajo y un creciente poder de fijación de precios de los trabajadores.
La inflación en los precios al consumo, por su parte, se sitúa en el nivel más alto de los últimos 30 años y muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, lo que presiona a los responsables políticos para que reduzcan algunas de las medidas de estímulo de emergencia, como los 120,000 millones de dólares de compras mensuales de activos.
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