El congresista Scott Fitzgerald (R-Wis.) presentó el martes un projecto de ley que pretende contrarrestar la Iniciativa de La Franja y la Ruta del régimen chino —uno de los programas de desarrollo más ambiciosos y controvertidos del mundo— alegando riesgos inmediatos y a largo plazo para la seguridad nacional y económica.
El proyecto de ley (pdf), denominado Ley de Desarrollo Responsable de Infraestructuras para la Economía Global (proyecto de ley BRIDGE), ordena al Departamento de Estado a que elabore una estrategia integral de todo el gobierno para contrarrestar la Iniciativa de La Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), que fue lanzada por el régimen chino en 2013 con el objetivo de construir la influencia geopolítica de Beijing a lo largo de las rutas comerciales que unen a China, el sudeste asiático, África y Europa.
Esto exige la presentación de un informe del secretario de Estado Antony Blinken, la secretaria de Comercio Gina Raimondo y las autoridades pertinentes sobre el alcance de los esfuerzos de la República Popular China (RPC) y el Partido Comunista Chino (PCCh) para utilizar el BRI con el fin de socavar el orden mundial internacional liderado por Estados Unidos.
La Ley BRIDGE también exige una estrategia detallada sobre cómo el Departamento de Estado, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Comercio pretenden contrarrestar la iniciativa.
Fitzgerald dijo en un comunicado que la legislación tiene como objetivo «contrarrestar la creciente influencia de China» y hará que la administración Biden sea responsable de combatir el BRI de China.
«La Ley BRIDGE garantizará que Estados Unidos no se quede de brazos cruzados mientras China utiliza el BRI como instrumento de influencia global», dijo el legislador republicano. «La administración Biden señaló que quiere contrarrestar el comportamiento depredador de China, esta legislación es un paso en la dirección correcta y hará que la administración sea responsable de este compromiso».
Desde su lanzamiento, dijo la oficina del legislador, el BRI ha demostrado al mundo que puede tener graves consecuencias para la política exterior y la seguridad económica de Estados Unidos, al dar a Beijing el poder de «dictar acuerdos bilaterales injustos para su propio beneficio estratégico».
«La BRI ya abarca países que representan más de la mitad de la población mundial y más de un tercio de la producción económica global, empaquetando acuerdos de infraestructura baratos y corruptos a países en desarrollo vulnerables a la inestabilidad», añadió Fitzgerald.
En los últimos años, China atrajo a muchos países en desarrollo a una trampa de deuda a través de su BRI, vertiendo miles de millones de dólares en sus economías para ayudar a construir proyectos de infraestructura de gran escala.
En 2017, Sri Lanka entregó a Beijing el control de su puerto clave de Hambantota mediante un contrato de arrendamiento de 99 años, después que fuera incapaz de pagar más de mil millones de dólares de deuda por el proyecto portuario del BRI.
El régimen comunista chino es criticado por utilizar la deuda como herramienta para ganar influencia política y económica sobre otras naciones y silenciarlas sobre las violaciones de derechos humanos del régimen.
El senador Ted Cruz (R-Texas) dijo esta semana que la iniciativa es utilizada por el PCCh como «trampa de deuda coercitiva para avanzar en sus intereses».
El mes pasado Australia canceló dos acuerdos del BRI con Beijing que fueron firmados por el gobierno del estado de Victoria, diciendo que no eran consistentes con su interés nacional.
Con información de Emel Akan.
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