Los líderes del Congreso de Estados Unidos presentaron el 3 de marzo un proyecto de ley que financiaría parte del gobierno durante parte del año fiscal, mientras los legisladores se enfrentaban a la amenaza de un cierre parcial del gobierno a finales de esta semana.
Tanto el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), como el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer ( D-N.Y.), parecieron cantar victoria para sus respectivos partidos, publicando declaraciones en las que afirmaban que habían sido capaces de llegar a un acuerdo para financiar el gobierno.
«Los republicanos han trabajado duro para alejar con éxito la política y las prioridades de gasto del gobierno federal de las anteriores asignaciones de Pelosi-Schumer [año fiscal 2023]», escribió Johnson. «Y los contribuyentes estadounidenses se beneficiarán de ello».
El presidente de la Cámara dijo que los legisladores del GOP fueron capaces de hacer retroceder las «propuestas de la izquierda» e imponer fuertes recortes a la agenda de la administración Biden, incluyendo evitar que el «Departamento de Justicia persiga a los padres que ejercen su derecho a la libertad de expresión ante los consejos escolares» y «profundos recortes» a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
El proyecto de ley incluye un recorte del 10 por ciento en la financiación de la EPA, del 7 por ciento para la ATF y del 6 por ciento para el FBI.
Schumer emitió un comunicado en la tarde del 1 de marzo en el que afirmaba que el Congreso había llegado a un «acuerdo bipartidista» sobre seis proyectos de ley de gasto público que «mantendrán abierto el gobierno», evitando potencialmente un cierre el 8 de marzo. «Estamos orgullosos de mantener el gobierno abierto sin recortes ni [píldoras] venenosas».
Añadió en otra declaración que el primer paquete de gastos mantendría «las inversiones agresivas que los demócratas aseguraron para las familias estadounidenses, los trabajadores estadounidenses y la defensa nacional de Estados Unidos». Mientras tanto, el líder demócrata destacó que el proyecto de ley financia totalmente un programa de salud para familias de bajos ingresos, «hace inversiones críticas en nuestra infraestructura y fortalece los programas que benefician los servicios para nuestros veteranos».
Sin embargo, Schumer subrayó que «el reloj sigue corriendo hasta que se agote la financiación del Gobierno este viernes», por lo que la Cámara de Representantes debe aprobar las medidas y enviarlas al Senado antes de que venza el plazo.
En concreto, el proyecto de ley establece un nivel de gasto discrecional de USD 1.66 billones para el año fiscal 2024, un portavoz de la oficina de Schumer dijo a los medios de comunicación el domingo. El proyecto completa los detalles de un acuerdo que Schumer y Johnson establecieron a principios de enero.
Los legisladores aprobaron la semana pasada la cuarta medida cautelar desde el 1 de octubre para mantener la financiación del gobierno, y se fijaron dos plazos rápidos para actuar, con la financiación de una parte del gobierno, incluyendo el Departamento de Transporte y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que se agota el 8 de marzo y la mayoría de las otras agencias federales parcialmente cerradas el 22 de marzo.
El proyecto de ley, de 1050 páginas, establece detalladamente la financiación de seis de los doce segmentos del gobierno a los que el Congreso debe asignar dinero, y los seis siguientes deberán presentarse a finales de mes.
Según The Washington Post, el paquete asciende a USD 704,000 millones, tras meses de negociaciones y votaciones sobre la financiación provisional, incluida una a finales de la semana pasada. The Epoch Times se puso en contacto con la oficina de Schumer para que hiciera comentarios el domingo.
Otros congresistas republicanos y demócratas acogieron favorablemente la propuesta tras los anuncios de Schumer y Johnson.
La representante Rosa DeLauro (D-Conn.), principal demócrata en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, dijo el domingo que estaba «agradecida» de que las medidas protejan «los grandes avances que hemos hecho en los últimos dos años para revertir la falta de inversión en programas nacionales de los que dependen los estadounidenses», instando a la rápida aprobación del paquete, según un comunicado.
También el domingo, la senadora Susan Collins ( R-Maine), la principal republicana en el Comité de Asignaciones del Senado, dijo que los miembros del Congreso «han trabajado muy duro para llegar a acuerdos sobre el texto del proyecto de ley desvelado hoy», y añadió que debería aprobarse sin «más demora».
Aunque los principales líderes del Congreso se han puesto de acuerdo sobre el acuerdo, éste aún se enfrenta a algunos retos, en particular la oposición de los republicanos más conservadores de la Cámara de Representantes, que han pedido repetidamente fuertes recortes del gasto y no suelen votar a favor de los proyectos de ley de gastos.
El actual estancamiento y los USD 34 billones de dólares de deuda del país han inquietado a las agencias de calificación crediticia. Moody’s rebajó su perspectiva financiera sobre Estados Unidos de «estable» a «negativa» en noviembre de 2023, citando los grandes déficits fiscales y la creciente polarización política, aunque Fitch afirmó el viernes una perspectiva «estable».
La Cámara de Representantes tendrá que votar primero el proyecto de ley antes de que el Senado pueda retomar el paquete antes del viernes, ha dicho Schumer. La Cámara regresará a Washington el martes. Después de eso, ambas cámaras del Congreso todavía se enfrentan a una fecha límite del 22 de marzo para financiar el resto del gobierno.
Con información de Reuters.
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