Un grupo de congresistas bipartidistas instó al gobierno de Estados Unidos a otorgar protección migratoria a través del permiso «Parole in Place» a los cubanos que recibieron una “orden de liberación bajo palabra” o I-220A después de ingresar al país.
Los congresistas María Elvira Salazar (R-FL), Morgan McGarvey (D-KY) y Debbie Wasserman Schultz (D-FL) enviaron una carta (pdf) formal al Secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, el 12 de enero, pidiendo de manera respetuosa que emita un permiso «Parole in Place» a los cubanos que se mantienen en EE.UU con el Formulario I-220A.
«Estas personas merecen claridad, dignidad y una oportunidad justa de permanecer en los Estados Unidos», se lee en el documento enviado a inicios de este mes.
La solicitud de los congresistas hace referencia a una decisión de la Junta de Apelación de Inmigración de EE.UU. en septiembre de 2023, que determinó que los cubanos que residen en el país con el I-220A no podrán pedir la residencia permanente a través de la Ley de Ajuste Cubano, ni trabajar legalmente en el país. La decisión ocurrió tras una apelación del DHS sobre una aprobación de un juez de Florida en 2022 que consideró legal que los migrantes cubanos que cruzaran la frontera y obtuvieran un I-220A recibieran la residencia permanente.
«Los cubanos y los cubano-americanos han contribuido durante mucho tiempo al hermoso tapiz de este país. Son nuestros vecinos, nuestros familiares y las caras amables que vemos en nuestros pueblos y comunidades», explican los congresistas en la carta, «pero, independientemente de sus aportaciones a nuestra nación, son personas y merecen que se respeten sus derechos. Defender esa humanidad incluye garantizar que estas personas no queden en un embrollo legal».
El permiso «Parole in Place» se creó inicialmente para beneficiar a las familias de los militares con familiares indocumentados en Estados Unidos. Pero también confiere al gobierno la potestad de conceder temporalmente por razones humanitarias, a cualquier extranjero que haga la solicitud, vivir y trabajar legalmente en EE.UU. durante un año, con opción de renovarse. El trámite puede llevar varios meses y se deben proporcionar pruebas que respalden que son víctimas de persecución o tortura en su país y tiene un costo de USD 575.
Los congresistas, por su parte, consideran que el Parole brindaría una oportunidad a los cubanos que han huido de su país, de permanecer legalmente en los Estados Unidos.
«Muchos viven en un estado de preocupación constante dada la naturaleza impredecible de su estatus legal y permanencia en el país, y temen represalias si regresan a Cuba», aseguraron los congresistas en su solicitud.
«Los emigrantes cubanos afectados con los que hemos hablado alegan que los formularios I-220A y la libertad condicional humanitaria se emiten arbitrariamente; algunos miembros de la familia reciben el I-220A y otros miembros de la familia recibiendo libertad condicional humanitaria», agregaron.
Buscando la regularización
Olga Rodríguez, una cubana que cruzó la frontera de manera irregular hace dos años “huyendo de la dictadura”, asegura que cometió “un error” al hacerlo, pues recibió un I-220A.
“Hace dos años que entré con ese documento y no he podido regularizarme, no he podido ajustarme. Le pedimos humildemente a este país que nos permita regularizarnos”, dijo la mujer la semana pasada, junto a un grupo de cubanos que llegaron a Washington para pedir a la administración del presidente Biden que les otorgue el Parole.
Luis, un cubano que fue recientemente a Washington para pedir el Parole y para recibir los beneficios de la Ley de Ajuste, dijo que a pesar de haber recibido la I-220A, logró aplicar al asilo político, una posibilidad que según dijo no tuvieron sus compatriotas.
Ahora vive en el sur de la Florida con permiso de trabajo y licencia de conducir. Sin embargo, alega tener limitaciones debido a que no puede solicitar la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano.
“Estamos peleando por ajustarnos en este país para estudiar, para tener un mejor estatus, estar más tranquilos”, dijo.
En el año fiscal 2023, las autoridades fronterizas tuvieron encuentros con más de 142,000 cubanos que intentaron cruzar a Estados Unidos de manera irregular, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Una cifra récord de cubanos llegó a Estados Unidos en 2022, sobrepasando los registros combinados del éxodo de Mariel de 1980 y la crisis de los Balseros en 1994, las dos mayores oleadas migratorias desde Cuba.
Con información de Salomé Ramírez Vargas
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