Congresistas republicanos rechazaron este martes el diálogo entre delegación de EE. UU. y el régimen cubano. Esto antes de que diera inicio este miércoles una reunión de alto nivel entre la administración Biden y el régimen comunista liderado por Miguel Díaz-Canel en La Habana, donde se estarían tratando asuntos de aplicación de la Ley, según el medio independiente Cibercuba.
Los representantes de los Departamentos de Estado, Justicia y Seguridad Nacional estarían encabezando el diálogo por parte de la delegación Estados Unidos, con la intención de Washington de abordar sus preocupaciones en materia de combate al terrorismo.
El representante republicano, Mario Díaz-Balart (R-FL) quien rechazó la reunión, refirió que no le sorprende la medida señalando que la administración Biden ayuda a los enemigos de la libertad y de la democracia, durante una entrevista reciente con la periodista Lourdes Ubieta en Americano Media.
“No me sorprende, Lourdes. Este es un presidente que a los enemigos de los Estados Unidos y a los enemigos de la democracia hace todo lo posible para ayudarlos”, dijo Balart a Ubieta en su programa de radio “Lourdes en Americano”.
“Sabemos que desde el primer día han estado buscando formas de ayudar a la dictadura en Cuba, igual que la dictadura en Venezuela”, agregó el congresista. Y aunque afirmó que esta reunión no lo sorprende, afirmó que es “realmente bochornoso, da pena ajena”.
Díaz-Balart también afirmó que como presidente del Subcomité de Asignación de Presupuestos, que dijo, aborda lo relacionado a la política exterior—va a llevar a cabo acciones para impedir más concesiones de la administración Biden a los “enemigos de la democracia”.
“Vamos a hacer todo lo posible para evitar que este presidente le siga otorgando obsequios y regalos a los enemigos de la democracia, incluyendo obviamente la dictadura en La Habana”.
Posteriormente Díaz-Balart recurrió a Twitter para calificar como “despreciable” la reunión de alto nivel, señalando que el régimen cubano que ha torturado, encarcelado, y asesinado a activistas, que perpetró la masacre de Bahía Honda, y continúa albergando a prófugos de la justicia como Joanne Chesimard, una de las “terroristas más buscadas” del FBI.
La administración Trump antes de su salida en 2021, reincorporó a Cuba dentro de la lista negra de EE. UU. de patrocinadores estatales del terrorismo. La administración Biden ha estado revisando la disposición desde que asumió el cargo.
Asimismo, el congresista dijo que no hay nada en común entre los agentes de aplicación de la ley de EE. UU. y el régimen represor de Cuba, y calificó como “absurdo” pretender lo contrario.
“Los hombres y mujeres en las fuerzas del orden de EE.UU. no tienen nada en común con los matones que oprimen al pueblo cubano. La podredumbre viene de arriba: el régimen cubano no respeta el estado de derecho ni los derechos fundamentales”, señaló.
Por otro lado, la congresista María Elvira Salazar (R-FL) también rechazó la reunión.
“La administración Biden pretenderá que el régimen cubano coopere con las fuerzas del orden estadounidenses y [sea] un socio en contra del terrorismo”, dijo Salazar en Twitter este martes. “¡Mentira! La dictadura de Castro/Díaz-Canel alberga a terroristas y fugitivos de la justicia de EE. UU. ¡No tienen vergüenza!”, señaló.
Esto ocurre luego que se diera a conocer la semana pasada el reinició del diálogo sobre aplicación de leyes que comenzó en 2015 durante la administración Obama y fueron suspendidas en 2018 bajo la administración Trump.
La semana pasada, un portavoz del departamento de Estado dijo que «este diálogo no afecta el enfoque continuo de la administración en temas críticos de derechos humanos en Cuba», según Reuters.
Con información de VOA.
Siga a Alicia Márquez en Twitter: @AliceMqzM
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.