Dos de los principales republicanos de la Cámara de Representantes pidieron una respuesta a la Casa Blanca sobre su rol en las protestas frente a las residencias privadas de algunos jueces conservadores de la Corte Suprema de Estados Unidos.
El representante Jim Jordan (R-Ohio) y el representante James Comer (R-Ky) pidieron lo siguiente este viernes a la Casa Blanca a través de una carta:
_Que identifique todas las comunicaciones entre la Oficina Ejecutiva del Presidente y los grupos activistas de izquierda, incluyendo pero no limitándose a Ruth Sent Us y Demand Justice, las que se refieran o relacionen con la publicación de eventos o manifestaciones en las residencias privadas de los jueces de la Corte Suprema.
_Que confirme afirmativamente a los republicanos que ningún empleado de la Casa Blanca ha tenido este tipo de comunicaciones si ese es el caso.
Jordan es el miembro de mayor rango del Comité Judicial de la Cámara de Representantes y Comer es el miembro de mayor rango del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes.
The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca para pedirle comentarios.
Los dos republicanos dijeron que escribieron la carta porque algunos demócratas han estado tratando de intimidar a la Corte Suprema.
«Durante varios años, hemos visto cómo prominentes demócratas han intentado intimidar y amedrentar a la Corte Suprema de Estados Unidos para que sea reacia a rechazar las demandas legales de la agenda progresista radical de la izquierda», se lee en la carta.
En una circunstancia muy rara, el 2 de mayo se filtró a un medio de comunicación un borrador de un dictamen de la Corte Suprema. El dictamen parece mostrar que los magistrados están dispuestos a anular el caso Roe vs. Wade, una sentencia de 1973 que federalizó de facto las normas proabortistas y privó a algunos estados del derecho a estar en contra del aborto.
El juez Clarence Thomas dijo que la filtración del borrador de la sentencia sobre Roe vs. Wade fue un acto «tremendamente malo».
«Cuando se pierde esa confianza, especialmente en la institución en la que estoy, cambia la institución fundamentalmente», dijo el viernes durante una conferencia en Dallas, Texas. «Uno empieza a mirar por encima del hombro. Es como una especie de infidelidad que uno puede explicar, pero no puede deshacer».
Thomas subrayó a principios de mayo que las instituciones gubernamentales no deben dejarse forzar para obtener los resultados que la gente exige.
Los activistas progresistas acudieron a la plaza de la Corte Suprema. También protestaron en las residencias privadas de algunos jueces conservadores y provocaron una amplia preocupación por la seguridad de los jueces.
Sin embargo, la Casa Blanca se negó a aplacar la situación.
La secretaria de prensa saliente de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el 5 de mayo que «la protesta pacífica no es extrema», cuando se le preguntó si creía que las protestas de los activistas progresistas frente a las casas de algunos jueces habían ido demasiado lejos.
Por su parte, el presidente Joe Biden animó a los manifestantes a ir a las residencias privadas de los jueces.
«Yo sé que hay una indignación en este momento, lo supongo, sobre las protestas que han sido pacíficas hasta la fecha y ciertamente seguimos alentando eso fuera de las casas de los jueces y esa es la posición del presidente», dijo Biden en una declaración a través de Psaki.
Con la colaboración de Tom Ozimek.
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