Las fuerzas armadas de Estados Unidos necesitan un servicio cibernético militar independiente, junto a la Fuerza Aérea, el Ejército, la Guardia Costera, el Cuerpo de Marines, la Marina y la Fuerza Espacial, según un informe de un instituto de investigación con sede en Washington.
«El alcance y la escala de las ciberamenazas son cada vez mayores», afirmó la Foundation for Defense of Democracies (Fundación para la Defensa de las Democracias -FDD) en su informe publicado el 25 de marzo. «El ciberespacio desempeña un papel central en la estrategia de China como ‘amenaza que se vierte’ a Estados Unidos».
«China ya centralizó sus capacidades cibernéticas, espaciales, de guerra electrónica y de guerra psicológica dentro de su Fuerza de Apoyo Estratégico», dice el informe. «Rusia está aprovechando activamente las operaciones cibernéticas tanto en el campo de batalla como para amenazar las infraestructuras críticas de Estados Unidos e interferir en la política estadounidense».
Frente a las crecientes amenazas cibernéticas planteadas por los adversarios de Estados Unidos, el informe advierte que Estados Unidos «tiene una ventana de oportunidad limitada para reorganizar, asignar recursos y desarrollar una preparación sostenible de la fuerza cibernética».
El informe fue elaborado conjuntamente por el contralmirante retirado Mark Montgomery, director del Centro de Innovación Cibernética y Tecnológica del DDF, y Erica Lonergan, profesora adjunta de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia. Los dos autores entrevistaron a más de 75 oficiales militares estadounidenses anónimos en activo y retirados con una importante experiencia de liderazgo y mando en el campo cibernético.
El Comando Cibernético de Estados Unidos (CYBERCOM) comenzó a crear la Fuerza de Misión Cibernética (CMF) en 2013, siendo cada servicio militar responsable de proporcionar personal a sus equipos. Cinco años después, la CMF alcanzó su plena capacidad operativa con 133 equipos, formados por 6200 militares y civiles. En 2022, el CYBERCOM anunció que en los próximos años se añadirían 14 equipos más.
«El sistema de generación de fuerzas cibernéticas de Estados Unidos está claramente estropeado», dice el informe, señalando problemas como la división ineficiente del trabajo y la falta de cooperación entre los servicios militares actuales, el reclutamiento deficiente, la falta de oportunidades de promoción y las bajas tasas de retención de personal cualificado.
«Arreglarlo exige nada menos que la creación de un ciberservicio independiente», según el informe. «La ineficaz división del trabajo entre el Ejército de Tierra, la Armada, las Fuerzas Aéreas y el Cuerpo de Marines impide la generación de una fuerza cibernética preparada para llevar a cabo su misión. El reclutamiento se resiente porque las operaciones cibernéticas no son una prioridad absoluta para ninguno de los servicios», añadió el informe.
Un teniente coronel anónimo del Cuerpo de Marines de Estados Unidos explicó sus decisiones profesionales a los autores del informe. «No puedo hablar por los otros servicios, pero percibo una falta de progresión profesional para los oficiales cibernéticos en el Cuerpo de Marines», dijo el coronel. «Estuve al mando de un Equipo de Misión de Combate y estoy plenamente cualificado para incorporarme al campo cibernético, pero decidí no solicitar la especialidad debido a las limitadas oportunidades de comando».
El informe recomienda que el Congreso establezca una rama de la Fuerza Cibernética, con un personal inicial de 10,000 personas y un presupuesto de 16,500 millones de dólares. La rama propuesta se ubicaría dentro del Departamento del Ejército, añade el informe.
Aunque una parte del personal de la nueva Fuerza Cibernética procedería de otros servicios, los autores señalaron que ello no debería «sobrecargar los recursos de ningún servicio». Los demás servicios seguirían siendo responsables de tareas como la formación de su personal en operaciones defensivas en el ciberespacio, según el informe.
«La creación de una Fuerza Cibernética, sin embargo, impediría que el personal contratado por los servicios lleve a cabo operaciones ofensivas en el ciberespacio», añade el informe.
«Si se hace correctamente, la preparación general de las fuerzas cibernéticas militares no debería sufrir durante la transición a una Fuerza Cibernética independiente», afirma el informe. «Por el contrario, las fuerzas cibernéticas ganarían más enfoque y dirección operativa al tiempo que consolidarían los procesos de adquisición y maximizarían la eficacia presupuestaria».
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